Los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro personas, de entre 19 y 63 años, e investigan a una quinta como presuntos autores de hurtos y estafas a personas de edad avanzada cuando retiraban dinero de cajeros automáticos en distintas ciudades de Cataluña.
Los ladrones utilizaron una técnica conocida como 'la siembra' que consiste en que, mientras el anciano retira el dinero del cajero, uno se encarga de ver el código PIN de la tarjeta bancaria, para luego distraerlo y sustraerla la cartilla. La forma en que solían distraer al anciano era tirando un billete al suelo y diciéndole que se le había caído del bolsillo. Es en el momento en el que la víctima se agachaba cuando aprovechaban para sustraerle la cartilla.
Cuando conseguían esto, un miembro del grupo se desplazaba a un cajero cercano para extraer dinero e incluso hacer compras fraudulentas, mientras el resto de los implicados se dedicaban a distraer al testigo.
En una ocasión, llegaron a realizar 6 extracciones, alcanzando un total de 4.173 euros, y en otro de los robos hicieron una extracción de 1.000 euros y diferentes compras de aproximadamente de unos 3.500 euros.
El grupo criminal, en tres meses de actividad, cometió hasta 12 robos en Barcelona, Argentona, Badalona, L'Hospitalet de Llobregat, Mataró (Barcelona), Reus (Tarragona) y Girona, en los que se hicieron con más de 21.000 euros.
Los agentes de seguridad abrieron una investigación este enero tras detectar un aumento de esta tipología de delitos. Esta se trata de la primera investigación que los Mossos realizan bajo la dirección de la fiscalía de protección de víctimas vulnerables. Analizando las imágenes de las diferentes cámaras de seguridad de los cajeros, identificaron a 5 personas.
El pasado 25 de abril se realizaron diversas entradas y registros en los domicilios de los investigados, donde detuvieron a 4 de ellos e intervinieron unos 4.000 euros en efectivo, además de ropa y complementos que utilizaban para cometer los hurtos. Los arrestados son dos hombres y dos mujeres de entre 19 y 63 años, presuntos autores de delitos de hurto, estafas bancarias y pertenencia a organizaciones criminales.
Al actuar, cada miembro del grupo tenía un rol específico. Uno era el observador del código de seguridad de la libreta o tarjeta de la víctima. Otro se encargaba de distraer a la víctima lanzando el billete y luego le preguntaba si era suyo, mientras el observador le sustraía la libreta o tarjeta del cajero. Este mismo iba a otro cajero cercano o al del lado y extraía el dinero o realizaba las compras. Otros miembros se dedicaban a vigilar el entorno para no ser detectados e incluso distraían a las personas de alrededor. Actuaban tan rápido que eran capaces de hacer diferentes extracciones de dinero en el tiempo que la víctima tardaba en darse cuenta de los hechos.
Al observar que podían marcharse de Barcelona en cualquier momento, la fiscalía de protección de víctimas vulnerables solicitó al juzgado de guardia de incidencias la autorización para llevar a cabo la operación policial. Los detenidos pasaron a disposición judicial el 28 de abril ante el Juzgado de Guardia de Barcelona, mientras que los Mossos mantienen abierta la investigación y no descartan realizar nuevas detenciones.
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