Las diferencias entre PSOE y Sumar, que llevan varias semanas agudizándose públicamente, han desembocado en la primera fractura del Gobierno de coalición en el Congreso desde el inicio de la legislatura. Este martes, los socios se dividieron a la hora de votar a una proposición de ley de los socialistas sobre la persecución del proxenetismo, y previsiblemente la alianza volverá a evidenciar sus discrepancias el jueves, cuando la Cámara Baja votará si sigue o no adelante la polémica reforma de la ley del suelo impulsada por el Ejecutivo y con la que Sumar ya dijo que discrepaba.

El inicio de la campaña de las elecciones europeas está a la vuelta de la esquina y su cercanía no ayuda al entendimiento entre partidos, pero lo cierto es que la Cámara Baja debate esta semana dos asuntos que generan roces desde siempre entre PSOE y Sumar. Ya en la legislatura anterior, una propuesta similar de los socialistas en relación al proxenetismo fue recibida con muchos recelos por Unidas Podemos, aunque entonces fueron los morados los que se dividieron, puesto que sus diputados catalanes votaron en contra de la iniciativa por sus posiciones regulacionistas sobre la prostitución. Y el espacio a la izquierda del PSOE siempre ha visto con muy malos ojos las reformas en la ley del suelo ante la posibilidad de que den alas a la especulación.

Por ello, la ruptura de la unidad de voto en el Pleno de esta semana no ha sido sorprendente, pero sí que resulta relevante, puesto que es la primera vez que ocurre desde el inicio de la legislatura. En el caso de la ley sobre proxenetismo, Sumar se opuso a seguir tramitando una proposición de ley presentada por el grupo parlamentario del PSOE. Pero el jueves la ruptura será de mayor calibre, puesto que la coalición que lidera Yolanda Díaz votará en contra de una reforma legal salida del Consejo de Ministros, que toma las decisiones de forma colegiada y de la cual, por tanto, los ministros de Sumar son tan responsables como los socialistas, aunque Díaz y los suyos ya expresaron en su momento por escrito sus dudas sobre la norma. 

El PSOE, no obstante, no solo ha perdido los apoyos de Sumar para estas dos iniciativas, sino que tampoco ha logrado los votos a favor de sus habituales socios parlamentarios. De hecho, este martes la ministra de Igualdad, Ana Redondo, admitió que los socialistas se han quedado solos defendiendo su proposición de ley sobre proxenetismo. 

Fuentes del Grupo Socialista vinculan la posición de sus socios con la proximidad a las elecciones europeas del 9 de junio. Critican que hayan cambiado de posición "en menos de dos años" ya que el texto es "exactamente el mismo" y todos menos Comú Podem votaron a favor.  

Lo que el Congreso votará este jueves en relación a la ley del suelo son tres enmiendas a la totalidad presentadas por ERC, Junts y Podemos, la figura parlamentaria con la que los grupos pueden intentar bloquear la tramitación de una iniciativa apenas dados sus primeros pasos. 

Ante esta situación, el PSOE ha visto cómo en el Pleno de esta semana y a apenas unos días del comienzo de la campaña electoral sus leyes han quedado en manos del PP, que este martes derribó la iniciativa sobre proxenetismo de los socialistas pero que aún no ha confirmado si permitirá que la reforma de la ley del suelo se siga tramitando. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, aseguró que está hablando "con todos los grupos" para tratar de evitar los intentos de vetar el texto, y pidió a Sumar que, "si cree que alguno de los artículos que contiene esta ley sirve para especular o que hay alguna cuestión mejorable", permita que se siga tramitando "y trabajemos en enmiendas".

"Cuando en materia de urbanismo sacas las cosas con el PP, estás haciendo el giro que nos condujo a la burbuja inmobiliaria", espetó en respuesta pocos minutos después el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, que aseguró que el texto fomenta el "pelotazo", está "fuera de lugar" y es "inoportuna" en términos climáticos. "Las cosas que se trabajan juntos [entre PSOE y Sumar] salen bien y mejoran la vida de la gente", señaló además Errejón, que criticó que esta ley haya sido, por el contrario, una iniciativa únicamente parida por los socialistas y denunció que la reforma "permite que los constructores y promotores se puedan saltar a la torera los informes de impacto medioambiental y además dificulta a los vecinos denunciar".

La fractura es evidente, aunque se produce en un escenario electoral en el que ninguna de las dos partes necesita exhibir sintonía. Mientras que el 23J los socios se apoyaron mutuamente durante la campaña, en la contienda de las europeas no será así ya que no comparten contrincante ni expectativas de gobierno. Por un lado, a Sumar le viene bien diferenciarse de Podemos y también del PSOE, mientras que el enemigo a abatir por parte de los socialistas es el PP, que según las últimas encuestas les superan por seis puntos, aunque Ferraz cree que se podrían quedar en la mitad de esa ventaja -a unos 200.000 votos- según avance la campaña. En definitiva, aunque la división entre los dos socios se produce pocos días después de la primera reunión de la coalición en esta legislatura, donde ambas partes subrayaron la buena sintonía de la misma, la campaña electoral de las europeas está a la vuelta de la esquina.