El mal tiempo siguió azotando este martes el norte de Italia, sobre todo en la región de Lombardía y Véneto, con graves inundaciones y con los niveles de ríos en el umbral de alerta. Tras las graves inundaciones en Lombardía, que llegaron al centro de Milán, donde hubo que evacuar escuelas y algunas casas, las lluvias torrenciales se trasladaron a la región de Véneto (noreste) donde se declaró la alerta roja por la criticidad hidráulica e hidrogeológica en las cuencas del Alto Brenta, Bacchiglione, Alpone y Bajo Brenta-Bacchiglione. Sin embargo, la emergencia en aún no ha terminado en Lombardía y se sigue con atención las posibles crecidas de los ríos Seveso y Lambro.
Desde la tarde del lunes 20 de mayo volvió a llover en casi toda la región y un río se desbordó en la zona de Verona, mientras que el delegado de Vicenza ha decidido aplazar el 'playoff' de la Serie C de fútbol entre Vicenza-Padova que debería haberse jugado esta tarde. En la zona de Vicenza los bomberos están trabajando para controlar la situación, en particular en algunos deslizamientos de tierra.
Después de que el río Po inundase algunas zonas de Reggio Emilia, las escuelas volverán a abrir este miércoles en Valsamoggia, la más afectada. "No saldremos de la emergencia por mal tiempo hasta dentro de unos días", afirmó el jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, quien lanzó un llamamiento a las poblaciones afectadas para que sigan las instrucciones de las autoridades locales, para evitar ponerse en peligro.
Para este miércoles se espera una marcada inestabilidad en la región con lluvias y tormentas frecuentes e intermitentes en el norte y el tiempo no será estable hasta el fin de semana. Esta mañana, el mal tiempo afectó especialmente a la zona alpina de Alta Valtellina, incluso con una fuerte nevada en la localidad de Livigno, que no permitieron el inicio de la 16ª etapa del Giro de Italia y en el paso por el Stelvio.
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