La mujer que mató a su hija Yaiza reitera que la asfixió y la Fiscalía reclama investigar si maltrató al padre: "Pido perdón"

La acusada, durante el juicio.
La acusada, durante el juicio.
ACN
La acusada, durante el juicio.

Cristina Rivas, la mujer que confesó asesinar a su hija Yaiza en Sant Joan Despí (Barcelona) en mayo de 2021, ha pedido disculpas durante el derecho a última palabra en la última sesión del juicio. “Pido perdón por todo lo que he hecho”, ha dicho ante el jurado popular de la Audiencia de Barcelona este miércoles, antes de que los miembros del tribunal se retiraran para empezar a deliberar. La procesada ha intervenido de forma muy breve y ha afirmado: “Ojalá hubiera sido yo quien ahora estuviera muerta y no mi hija”. 

Antes del derecho a última palabra, las partes han transmitido al jurado sus informes finales. La defensa ha reiterado que la mujer actuó “superada por un trastorno mental”, mientras fiscalía y acusación particular lo han rebatido y han acusado a la mujer de haber planificado el crimen.

Cristina ha querido hacer uso de una última intervención después de casi cinco horas de sesión. Con la voz rota, ha dicho que habría preferido que el suicidio hubiera sido efectivo y ha recordado que el abuelo materno de Yaiza “también está sufriendo mucho, a pesar de durante el juicio no se le ha nombrado”. 

La mujer ha reiterado su confesión al declarar en el juicio, y en la fase de conclusiones finales, la Fiscalía ha pedido abrir otra causa para investigarla también por presunto maltrato psicológico a su expareja y padre de la niña.

Rivas ha contestado solo a las preguntas de su abogada en el juicio que sigue en la Audiencia de Barcelona con previsión de que termine este miércoles; durante el interrogatorio ha confesado que dio pastillas a la niña para sedarla por la noche, a la mañana siguiente la asfixió y ella se tomó unas 90 pastillas para intentar suicidarse.

La declaración de Cristina Rivas

La mujer ha contado que temía que el padre alejara a la menor de ella y de su familia, especialmente desde que él había empezado una nueva relación con otra mujer, y ha aclarado que tomó la decisión de matar a la niña tres días antes, cuando le preguntó al hombre si dejaría que la menor viera a su familia si a ella le pasaba algo: "Me dijo 'Yo soy su padre y yo haré lo que quiera'".

Ha acusado al padre, Sergio, de haber tenido una actitud “muy posesiva” hacia la niña desde que nació y ha asegurado que “solo quería que la niña estuviera con su familia” y ha dicho que “nunca nadie podía tocarla”. La mujer ha negado ante el jurado popular que matara a la niña para hacer daño al padre. 

En la sesión de este miércoles se han leído las cartas que escribió cuando mató la niña y se quiso suicidar. Una de ellas era para Sergio: “Aquí tienes lo que te mereces. Has hecho que me quite la vida y llorarás también la muerte de tu hija”.

Cristina escribió cuatro cartas de despedida antes de suministrar una alta dosis de medicación a la menor en el piso de Sant Joan Despí (Baix Llobregat) y antes de tomarse hasta 90 pastillas para suicidarse, según se ha expuesto este miércoles ante el tribunal. Una de las misivas se dirigía a su expareja y padre de Yaiza, Sergio, a quien acusa de haber estado “maltratándola” desde que nació la niña.

Cristina le reprocha que no hubiera dejado que la niña estuviera con sus abuelos maternos y que no hubiera permitido escolarizarla en el centro que ella prefería: “Si hubieras firmado el empadronamiento, esto no habría pasado”. La procesada le tilda de “sinvergüenza”, le avanza que se suicidará y que matará a la niña. “¿Pensabas que moriría y te quedarías con ella? No Sergio, no. Gracias para conseguir que mate a tu hija”, afirma a la carta, donde dice que “se lleva” a la niña con ella porque la ha parido. “Haz tu vida, pero no dejaré que te quedes con la princesa”, apunta.

Las otras tres cartas previas al suicidio eran para su madre, su bisabuela y su padre. En las tres misivas, Cristina hace referencia al "odio” que siente hacia Sergio y lo culpa del suicidio y de la muerte de la niña. Asegura que “no podía permitir” que Yaiza tuviera “una vida de mierda con la madre y una vida maravillosa con el padre”, refiriéndose así a la nueva vida sentimental que había iniciado Sergio con otra mujer.

En las tres cartas, Cristina afirma que la muerte y el suicidio son “culpa” de Sergio y asevera: “Quiero que sufra”. También explica a sus familiares que pensar en el futuro “le aterroriza” y que su vida está siendo “un sufrimiento”. En este sentido, escribe que siente “terror” a la hora de pensar que Sergio se quedaría a su hija y admite que “nadie entenderá una acción tan descabellada” (como las muertes planificadas). En la carta de su padre, es a la única donde Cristina dice que los hechos son culpa suya –“porque mi cabeza no estaba bien”-, pero también asevera que Sergio es “el culpable” de que ella se quite la vida.

“Nunca nadie podía tocar la niña”

Durante el interrogatorio, la procesada solo ha contestado a las preguntas de su abogada. Cristina ha asegurado que la relación con Sergio era “buena” hasta pocos meses antes del nacimiento de Yaiza, y ha dicho que las discusiones empezaron cuando tenían que planificar como les podrían ayudar los abuelos maternos y paternos después del parto.

Según Cristina, Sergio “no quería” que la niña estuviera nunca con la familia materna y ha dicho que la abuela y la bisabuela lo tenían que visitar “a escondidas”. “Él no lo sabía porque, sino, se enfadaba”, ha asegurado, afirmando que él era una persona “muy posesiva” y que ponía “malas caras” cuando algún familiar materno se acercaba a la niña.

Una vez rota la relación de pareja, Cristina ha dicho que tenía la sensación de estar “controlada” las semanas que tenía la custodia de la niña, a la vez que ha relatado que se sentía “muy mal” cuando veía que Yaiza era feliz las semanas que pasaba con su padre y la nueva pareja que este tenía. Ha afirmado que tenía “miedo” de que la niña la abadonara y de que acabara perdiendo su rol como madre.

Primer arrepentimiento durante el juicio

En cuanto a las circunstancias de la muerte, la procesada ha reconocido que empezó a buscar información sobre el suicidio y sobre cómo matar a un hijo cinco meses antes de los hechos. Ha explicado que se había estado aislando de su entorno progresivamente y ha dicho que el detonante para cometer los hechos fue dos días antes de intoxicar a la niña. Según Cristina, le preguntó a Sergio si dejaría que sus padres vieran a Yaiza en el supuesto de que a ella le pasara algo, y ha dicho que este aseveró: “Yo soy su padre y haré lo que quiera”.

Fue entonces cuando decidió matar a la niña, según ha admitido a preguntas de su abogada. Ha dicho que sentía “rabia” hacia él, pero ha contestado “no” cuando la letrada le ha preguntado si el objetivo de matar a Yaiza era hacer daño a Sergio. La procesada ha dicho que lamenta no haber conseguido suicidarse y ha afirmado por primera vez en todo el juicio que lamenta haber matado la niña: “Claro que me arrepiento”.

Llorando, Cristina ha acabado su declaración afirmando que tres años después de los hechos no ha podido hacer el luto por la muerte de la niña. “No me creo aquello que hice”, ha dicho, mientras ha asegurado que sueña sistemáticamente con ella e imagina que la abraza mientras la pequeña le dice “te quiero, mamita”.

Investigación por maltrato psicológico a Sergio

En el apartado de conclusiones, tanto la fiscalía como la acusación particular han reafirmado la petición de pena hecha hasta ahora, pidiendo prisión permanente revisable para Cristina. También han coincidido al pedir que se abra una causa paralela contra la procesada por maltrato psicológico a Sergio. El fiscal ha lamentado que la mujer haya planteado su defensa acusando al padre de “verdugo”: “Él es la víctima y no podemos permitir cambiar el objeto del juicio”.

A su vez, la abogada de Cristina ha persistido en negar los hechos. En caso de ser condenada, ha pedido nuevamente que se tengan en cuenta los eximentes de trastorno mental y de miedo insuperable. También ha instado al juez a aplicar atenuantes de actuación por confesión y colaboración con la justicia durante todo el procedimiento.

Las partes reafirman posiciones

La madre de Yaiza ha intervenido después de que las partes expusieran sus informes finales. La fiscalía y la acusación particular han cargado duramente contra la acusada, a quien han tildado de “mentirosa” y “narcisista”, asegurando que la mujer “no podía asimilar” que su marido Sergio quisiera a la niña “y ella hubiera dejado de ser el centro del Universo”.

El fiscal ha expuesto que la “rabia”, “tristeza” y “frustración” que sentía Cristina ante la negativa del padre de retomar la relación se materializó en la “metódica planificación de la muerte de la hija y el propio suicidio”. “La terrible muerte de Yaiza a manos de la madre merece todo el peso de la ley. La sociedad tiene que poner a esta señora ante el espejo de la verdad y no de su fantasía”, ha concluido.

Por su parte, la abogada de la acusación particular también ha reclamado “no confundir la tristeza, la rabia y el disgusto” con una “depresión”. La letrada ha aseverado que no hay pruebas que evidencien que Cristina sufría depresión en el momento de los hechos, y ha defendido que este trastorno es posterior al crimen “porque matar no sale gratis emocionalmente”. “La culpa es suya y solo suya”, ha insistido, reprochando a la acusada que asfixiara a la criatura horas después de haberla intoxicado con medicamentos, “a pesar de comprobar que respiraba y saber que estaba a tiempo de arrepentirse”.

La letrada también se ha mostrado severa criticando que la justicia y la sociedad atribuyan a “pura naldad machista” los crímenes en que un padre mata a los hijos para provocar dolor a la madre, “pero, en cambio, se plantea que es culpa de un trastorno mental cuando lo hace una mujer”. “¿Quizás las mujeres no están capacitadas para hacer daño?”, se ha preguntado, mientras ha insistido en que Cristina actuó “de forma perfectamente planificada”.

Finalmente, la defensa ha asegurado que Cristina mató a la niña en el marco de una depresión provocada por el carácter “posesivo” y “sobreprotector” de Sergio hacia la pequeña. La letrada ha recalcado que la mujer se sintió cada vez “más hundida” desde que Yaiza nació, en un malestar que empeoró cuando descubrió que él estaba con otra mujer.

La abogada ha asegurado que Cristina tenía un “miedo insuperable” a que su hija solo quisiera estar con el padre y la nueva pareja, y ha recalcado que esto le hacía temer que “podía perder el rol de madre”. Con todo, la letrada ha dicho que “no actuó de forma vengativa” y que “se tomó la medicación después de asfixiar a la hija porque sentía que aquel miedo anterior ya había acabado”. La defensa ha remarcado que su clienta está siguiendo un protocolo de prevención del suicidio dentro del centro penitenciario donde está ingresada desde hace tres años.

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