La polémica reforma de la ley del suelo, impulsada por el Gobierno hace un par de meses pese al rechazo del ala de Sumar, no seguirá tramitándose, al menos por el momento. Este jueves, a apenas media hora de que diera comienzo el Pleno del Congreso que debía debatir y votar si el texto pasaba a ser estudiado y enmendado por los grupos o si, por el contrario, se paralizaba su tramitación, la parte del Gobierno que controla el PSOE retiró el proyecto ante la previsible falta de apoyos para que saliera adelante.
Sumar ya había anunciado que votaría a favor de derribar el proyecto como pedían ERC, Junts y Podemos, y esta falta de apoyos de los socios dejaba a los socialistas dependiendo del PP, que se debatía entre apoyar que siguiera adelante la tramitación del proyecto o infligir una nueva derrota parlamentaria al PSOE, la segunda en la semana. Los socialistas señalan a los populares como únicos responsables de haber frustrado su intento de sacar adelante la norma, a pesar de que no han sido capaces de recabar el apoyo de la mayoría de sus aliados parlamentarios. Solo el PNV había avanzado su voto a favor de la tramitación.
Tras conocerse la retirada del proyecto de ley, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, aseguró que su departamento lleva trabajando con el PP desde la legislatura anterior y que "tenía la confianza de que se iba a abstener" para permitir su tramitación. "En el día de ayer esa ya no era la posición", lamentó, acusando a la formación de Alberto Núñez Feijóo de no ser "coherente". "Lamento que el PP haya dejado de lado su posición de partido de Estado para poner la zancadilla al Gobierno", expresó.
Rodríguez negó que la llegada de la reforma de la ley del suelo al Congreso a escasas horas del inicio de la campaña europea respondiera a un interés estratégico por parte del Gobierno. En cambio, sí acusó de hacer electoralismo al PP, que públicamente no llegó a desvelar cuál sería el sentido de su voto. "PP no ha querido aclarar al Gobierno su posición, porque trataba de jugar electoralmente con la situación. La vivienda no es un juego", expresó la ministra, apuntando a que "el nerviosismo electoral sobrepasa el interés general".
Desde Génova reprochan al PSOE falta de diálogo y les recuerdan que no han conseguido recabar apoyos. Fuentes del partido ponen el foco en la incapacidad del Gobierno para sacar adelante un proyecto de ley diseñado en el seno del propio Consejo de Ministros. Esto evidencia, a juicio de los populares, que Pedro Sánchez "no tiene capacidad para dirigir el futuro de la nación" y le afean tener garantizado el respaldo únicamente para aprobar la ley de amnistía. "Quiere hacemos creer que podrá gobernar Cataluña manteniendo el apoyo de Junts y de ERC de manera estable y continuada en el Congreso, pero de momento no tiene ni el de Sumar", señalan.
Por su parte, los socialistas reprochan a la formación de Feijóo que haya "abandonado" a los ayuntamientos y comunidades, que llevan años reclamando la modificación de la ley del suelo. "No he escuchado ni una vez a un alcalde de ningún partido político, a ningún presidente de una comunidad ni a ningún urbanista o experto del sector poner ninguna pega. Es un buen texto, trabajado y dialogado", recalcó Rodríguez, que insistió en que la reforma de la ley del suelo que se pretendía llevar a cabo buscaba dar mayor seguridad jurídica al desarrollo urbanístico y adecuarlo a los estándares actuales.
Choque con los socios
Según la ministra, se trataba de una modificación "fundamentalmente técnica con bajo perfil ideológico". Sumar no comparte esa postura. El portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, remarcó este jueves que la reforma que el PSOE pretendía sacar adelante era "una ley del pelotazo, más propia de la senda que marcó el señor Aznar" y lamentó el coqueteo de los socialistas con el PP para buscar apoyos. "Si hay alguna 'red flag' en política española es que si las políticas de urbanismo las sacas con el PP, estás sacando políticas del pelotazo", aseguró. Podemos, Junts y ERC también habían mostrado su rechazo y habían incluso presentado sendas enmiendas a la totalidad que estaba previsto debatir este jueves en las que pedían la devolución del texto al Consejo de Ministros.
"Para sacar adelante este texto siempre contamos con el PP, porque se había negociado sobre todo en la vertiente institucional", reconoció la ministra socialista, que evitó señalar a los socios del Gobierno. "Una parte de los socios no tienen la implicación en el municipalismo español que sí tienen los dos grandes partidos", se limitó a decir, recalcando su "decepción" con los populares.
Pese al cambio de planes a última hora, la ministra de Vivienda afirmó sentir "satisfacción" por haber llevado la modificación de la ley del suelo hasta la Cámara Baja. Rodríguez aseguró haber "cumplido" la "palabra y el compromiso" adquirido con los ayuntamientos y comunidades para actualizar la ley del suelo e insistió en que se trata de una iniciativa que los territorios llevan años reclamando "por unanimidad", al igual que el sector del ladrillo. Recordó incluso que en sus tiempos como presidente de la Xunta de Galicia el propio Feijóo era partidario.
Una vez fracasada la intención del Gobierno de tramitar la modificación de la ley del suelo como proyecto de ley. La ministra señaló que el texto presentado será puesto a disposición de todos los grupos parlamentarios para que sean ellos quienes impulsen su tramitación "cuando pase el furor de la campaña". Rodríguez pide a las distintas fuerzas "no perder la oportunidad", a pesar de que para sacarlo adelante seguiría siendo necesario un acuerdo entre PSOE y PP. "El Gobierno ha hecho todo lo que tenía que hacer, ahora quedaba en manos de los grupos parlamentarios y pido que no partan de cero", defendió, añadiendo que espera que los de Feijóo cambien de opinión después de las elecciones europeas y atiendan las demandas de sus alcaldes.
La retirada de la reforma de la ley del suelo in extremis tiene lugar dos días después de que la Cámara Baja tumbara la ley del PSOE para prohibir el proxenetismo, que tuvo el voto en contra de PP y Vox pero también de los socios de gobierno como Sumar, ERC, Junts, EH Bildu y PNV. Fuentes del PP remarcan esta concatenación de derrotas para el Gobierno y subrayan que el PSOE "vuelve a quedarse solo" en política nacional tras ver cómo Estados Unidos o Francia se negaban también a seguirlo este miércoles en política internacional tras anunciar el pronto reconocimiento de Palestina. "Demasiados frentes. La soledad del presidente no tiene precedentes", advierten.
Comentarios