Conectar con los hijos desde la amabilidad y a través del ejemplo

Una de las mayores preocupaciones de los padres desde el momento en el que nacen sus hijos es si serán capaces de educarles correctamente, si lo van a hacer bien. Esas son las dudas frente a las que intenta acompañar y asesorar la pediatra Lucía Galán, conocida en redes como ‘Lucía, mi pediatra’, la nueva protagonista de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica.

La sanitaria señala que, aunque los padres son personas y, por tanto, es imposible que sean perfectos, lo que hay que tener más presente es: “Educar en la amabilidad”. Al margen de la labor que los docentes puedan realizar en la educación de la infancia, Galán insiste en que son los valores y los recuerdos que crean los padres los que realmente marcan a los pequeños.

Las experiencias que viven en familia y la relación con ellos impactan para el resto de la vida. Por ello, remarca: “La educación se la damos nosotros a través de nuestras palabras, a través de nuestro tono de voz, a través de la manera que tenemos de mirar a los demás, de nuestra mirada compasiva y amable hacia las personas. Eso es lo que va a quedar para ellos para siempre”.

Escuchar y comunicar desde la amabilidad

Si una lección aprendió Lucía del tiempo que pasó hospitalizada de pequeña es que los niños escuchan todo y, en muchas ocasiones, no saben interpretarlo correctamente porque no lo entienden bien. Es por ello que considera que, incluso cuando los asuntos parecen complejos, es importante hablar con ellos y explicarles las cosas para que se queden más tranquilos.

La forma no solo de comunicarse con ellos, sino de hablar en general, es importante. “Hay que cuidar el mensaje”, señala la pediatra. Lo ejemplifica en las veces que, sin darse cuenta, los adultos caen en la queja constante, algo que cala en los más pequeños que siempre están escuchando. Por ello resalta que, como padres, hay que educar desde la realidad, pero intentando priorizar el lado amable y bonito que siempre hay. Poner el foco en esos momentos y compartirlos con ellos es un ejercicio muy positivo, resalta Lucía Galán.

Una parte fundamental de la comunicación es la escucha activa. No sirve con oír lo que dicen mientras se presta atención a otra cosa. Esta lección se la enseñó su hija un día en el que la pequeña le contaba algo y ella estaba con el teléfono móvil. “Mamá, que me escuches con los ojos”, le recordó la niña. Ese mensaje se le quedó grabado y le hizo ser más consciente de mostrar una actitud de escucha activa cuando te cuentan algo para que así ellos lo reproduzcan en sus relaciones.

Enseñar a poner límites

La pediatra insiste en que la única forma de educar es a través del ejemplo, y que los niños acaban imitando lo que ven en casa: “No hay otro secreto”. Uno de los aprendizajes que considera más importantes es aquel relativo a poner límites, tanto a los acosadores como a los insultos, porque es una constante a lo largo de la vida.

Asimismo, recalca que esta lección no solo será beneficiosa para el niño, sino también para la persona que está atacándolo, ya que será consciente de que esa no es la manera de actuar y de que no consigue nada con esa actitud: “Cuando tú a un niño le enseñas a poner límites y hablar desde tu sentir, el otro niño aprende”.

Además, es fundamental charlar con los más pequeños no solo de poner límites, sino de la asertividad para transmitir sus sentimientos sin faltar al respeto y, por supuesto, de lo que la profesional define como “elegancia”. “Cuanto más alto es el tono de la otra persona, cuanto más mala educación; tú, más amable, más elegante. Neutraliza completamente a la persona. Porque ya jugáis en ligas diferentes”, resume Galán.

El impacto de los padres en los hijos

Cuando un niño nace se encuentra un mundo sin caminos ni explicaciones, narra Lucía Galán a modo de metáfora. Si no recibe ninguna indicación, el pequeño crecerá corriendo campo a través y sin tener muy claro por dónde va ni cuál es su destino. Por tanto, la labor de los padres es asfaltar y señalizar una carretera para que se sientan seguros recorriéndola.

Gracias a estas vías que se les marcan, caminarán mucho mejor a lo largo de la vida y se relacionarán de una forma más sana con la gente que les rodea. Sin embargo, no se puede olvidar que los padres también son personas y, por tanto, fallan. La obsesión por ser los padres perfectos no conduce a nada bueno: “La verdadera enseñanza no está en el error, no está en la caída, está en lo que haces después”.

Estas equivocaciones no tienen por qué afectar a la conexión con los hijos. De hecho, la pediatra ilustra esta relación explicando que los bebés que vienen a su consulta siempre se muestran nerviosos hasta que miran a sus padres y estos les sonríen y automáticamente se calman. Por ello, concluye: “El impacto tan grande, la conexión tan maravillosa que tenemos con nuestros bebés es literal. Y esto empieza ahí y ya no termina nunca”.

Mejor Conectados: una conexión única

Mejor Conectados trabaja para demostrar que unidos somos capaces de afrontar cualquier dificultad. La plataforma cuenta, por un lado, con ‘Inspírate’ que reúne historias de personas como Rafa Nadal, Ferrán Adrià o Teresa Perales en la que cuentan sus grandes hazañas gracias a conexiones significativas. Por otro, se puede acceder a lecciones magistrales con consejos y reflexiones para mejorar nuestras relaciones personales en ‘Aprende’, donde encontrar figuras destacadas como Iñaki Gabilondo, María Zabala o la ‘streamer’ Gemita.

El presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, expresa su deseo de hacer que nuestro mundo sea más humano al conectar las vidas de las personas. Por su parte, Rafael Fernández de Alarcón, director de Marketing Global de Telefónica, afirma que “Mejor Conectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles”.

Mejor Conectados tiene como objetivo mejorar nuestras relaciones e inspirarnos. Se convierte, por tanto, en una herramienta para aprender de los demás y poder aplicar sus consejos en nuestro propio entorno.