Tenerife

La historia de cómo unos alumnos del 'insti' lanzaron a la estratosfera un satélite casero que confirma que hay radiación en la calima

Apenas tienen entre 16 y 17 años, pero ya tienen muy claro a qué quieren dedicarse en el futuro. Sin apenas conocimiento en robótica ni programación, un grupo de nueve alumnos del IES Viera y Clavijo de La Laguna, Tenerife, ha desarrollado un satélite casero con el que han recopilado importantes datos sobre el clima canario: la calima que habitualmente inunda el archipiélago contiene partículas radiactivas

Así lo confirman los propios autores del proyecto, que con una sonrisa de orgullo explican a 20minutos a través de una videollamada la importancia de su hallazgo. Este, a pesar de no ser un descubrimiento novedoso, ha logrado recabar datos relevantes para la sociedad que algunos investigadores profesionales ya les han solicitado.

"El polvo en suspensión ya de por sí afecta a quiénes tienen problemas respiratorios", comenta Alejandro. Sin embargo, esta radioactividad corroborada "podría contribuir al desarrollo de otras enfermedades o a perpetrar la sequía" en caso de que este fenómeno crezca y se prolongue en el tiempo, detalla su compañera Silvia.

El origen de estas partículas se remonta a hace más de 60 años, tal y como indican estos alumnos. "Decidimos investigarlo porque hace poco nos enteramos de que en los años 60 Francia detonó 44 bombas nucleares en el Sahel" -zona geográfica y políticamente estratégica-, asegura Silvia, por lo que este hecho les motivó a buscar respuestas sobre la composición de la calima. 

Un proyecto familiar

Su proyecto comenzó al inicio de este curso (en el mes de septiembre) dentro del Servet, un programa de la Universidad de Zaragoza en el que este centro participa desde hace más de ocho años. Para su correcto desarrollo, una de las figuras clave ha sido Leonardo, un gran entusiasta de su trabajo y el responsable del satélite. Este químico de 55 años, confiesa que, a pesar de haber estudiado otra carrera, la programación siempre ha sido su afición desde pequeño. 

Por ello, Leo, como le llaman cariñosamente los estudiantes, propuso llevar a cabo un proyecto de robótica y programación que embaucó a sus alumnos. "Es una cosa diferente a lo que habíamos hecho en otros centros. Nos llamó la atención. Entonces dijimos, '¿por qué no lo intentamos?", confiesan. 

"Nos llamó la atención. Entonces dijimos, '¿por qué no lo intentamos?"

Para la fabricación de este artilugio artesanal, durante los últimos ocho meses estos jóvenes han construido un aparato con un tamaño similar al de una caja de zapatos. Este ha sido elaborado a mano completamente, para lo que han creado todos sus componentes, que van desde "sensores para la radioactividad, la temperatura o la humedad", una cámara infrarrojos, incluso "un software para poder controlar sus antenas y recibir los datos", detalla Alejandro. 

Un comienzo difícil 

Tras más de seis meses de trabajo incansable, el grupo dio en marzo el do de pecho que les permitió que el satélite despegara en dirección a su objetivo el pasado 27 de abril desde Zaragoza. El inicio de las andadas, no obstante, no fue algo fácil, ni mucho menos prometedor, reconocen: "Ese día había mucho viento y tuvimos que pegar todo muy bien, porque vimos que los satélites de otros grupos acabaron chocándose contra el suelo". A pesar de estos contratiempos iniciales que les inundaron de incertidumbre, todo echó a rodar. 

Gracias a varios globos de helio adheridos, el satélite finalmente despegó con dirección a la estratosfera, alcanzándola en un viaje que duró "entre tres y cuatro horas", detalla Silvia. "Estuvo media hora recopilando datos muy valiosos", afirma Víctor, otro de los participantes, quien reconoce que al ser su primer proyecto de este tipo estaban todos "muy nerviosos"

A pesar de la agonía del proceso, finalmente el satélite aterrizó de nuevo en la tierra gracias a que iba equipado con un paracaídas y un GPS que les permitió localizarlo después de que aterrizara a más de 150 kilómetros de donde había sido lanzado. 

Fotografía del satélite del IES Granadilla.
Grupo GRANSAT

Tras realizar unas comprobaciones iniciales, finalmente pudieron corroborar algunos datos que habían recibido por señal satelital y el grupo estalló de júbilo. "Fue lo más bonito de todo el viaje porque no confiábamos en nosotros al ser la primera vez que hacíamos algo así", asevera Víctor, visiblemente emocionado: "Fue un momento inolvidable". 

Un proyecto que guía su futuro

A pesar de que estos nueve jóvenes empezaron este reto con "una base de conocimiento cero", tal y como reconoce Silvia, formar parte de este proyecto ha sido una experiencia totalmente reveladora y enriquecedora para ellos. "Hemos pasado de no saber nada a tener un proyecto bastante considerable y a hacer un estudio muy completo", ahonda. 

Gracias a este inolvidable viaje que agradecen con gratitud a su docente, estos jóvenes reconocen sin pudor que este proyecto les ha ayudado enormemente de cara a su futuro. "Casi todos íbamos a estudiar algún tipo de ingeniería y esto nos ha servido mucho de base, sobre todo en tareas de programación", confiesa Silvia. 

"Ha sido un grupo maravilloso"

"Este es el grupo más grande que he llevado y era completamente nuevo", no tenía ningún conocimiento sobre robótica, confiesa su responsable. Dada la situación, los inicios del proyecto fueron "muy lentos", asevera Leonardo. "Desde septiembre hasta Navidad estuvimos con lo básico", por lo que a partir de enero fue cuando empezaron a hacer "cosas prácticas". 

"Hubo momentos en los que pensé que no iba a salir", destaca sonriente. No obstante, a pesar de unos inicios desalentadores que llevaron al docente a pensar que el proyecto no saldría adelante, los alumnos comenzaron a trabajar a contrarreloj para finalizar el proyecto en marzo, aunque "sin mucha antelación", afirma Silvia. 

Estos meses de esfuerzo y sacrificio, confiesan, les han servido para crear un grupo de trabajo y buen ambiente, coinciden todos, lo que les ha brindado una experiencia inolvidable. "Ha sido un grupo maravilloso, de los más cohesionados que he tenido", confirma el docente. "Van todos juntos a todos lados. Cuando un grupo funciona así de bien hacen cosas como las que acaban de hacer", concluye Leo emocionado. 

Redactor '20minutos'

Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos en 2023. Me inicié en algunos medios universitarios escribiendo sobre eventos deportivos. Actualmente escribo en la sección de Última Hora.

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