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Lo que subyace tras el iridio, el metal llegado a la Tierra a lomos de meteoritos que se ha coronado como el más caro del planeta

  • Su papel en la producción de energías renovables ha hecho que su precio se dispare hasta un 200%
El iridio, el nuevo metal 'precioso'
El iridio, el nuevo metal 'precioso'
Carlos Gámez
El iridio, el nuevo metal 'precioso'

El rodio es un metal poco abundante del grupo del platino. Era el metal más valioso del mundo hasta hace unos meses. Le ha destronado el iridio, un metal duro, frágil, pesado, de color blanco plateado y que también es del grupo del platino. Pensamos en el oro, pero cosas tan raras como el rodio y el iridio valen —al menos ahora— mucho más. 

En uno y otro caso la razón de su alto precio está, primero, en su escasez y que, después, de golpe las necesidades industriales de algún tipo lo convierten en imprescindible. Le paso a rodio, que era necesario para los catalizadores de los coches (para que contaminen menos). Y así, en 2021, subió como la espuma. Su precio se multiplicó más del 3.000% en este lustro. Si a inicios del año 2017 el kilo de rodio se cotizaba a 21.500 euros, en abril de 2021 alcanzó un récord histórico de 822.000 euros.

Del rodio al iridio

Pero detrás había también mucho de especulación. "El rodio, que alguna vez fue el favorito de las inversiones especulativas, se elevó a alturas sin precedentes solo para caer en picado en un crudo recordatorio de la naturaleza volátil inherente a los metales menos comunes", comenta Daniel Marburger, CEO de StoneX Bullion, una plataforma de inversión en metales.

Tanto que el precio del rodio acabó colapsando y cayó un 84% en 2023. Ahora al iridio le ha ocurrido lo mismo; de momento, lo primero: ha subido tanto que ya es el metal más valioso del mundo. Aunque, como se ha visto, "si bien productos como el iridio y rodio pueden ofrecer oportunidades interesantes para obtener ganancias sustanciales, conllevan un nivel de riesgo que podría no ser adecuado para todos", explica Marburger.

Rodio
Rodio
Cedida

Escaso y extraterrestre

El iridio es uno de los elementos menos abundantes en la corteza terrestre, en promedio solo se encuentra una fracción de masa de 0.001 ppm en toda la corteza. Para hacernos idea, el oro es 40 veces más abundante, el platino 10 veces más, y la plata y el mercurio unas 80 veces más abundantes que el iridio (menos abundantes aún son el rutenio y el rodio).

El iridio es muy resistente a las altas temperaturas (se funde a 2.000ºC) y a la corrosión. Por ello, hasta hoy, se ha estado usando en las bujías de gama alta, en crisoles para la recristalización de los semiconductores a altas temperaturas y en los electrodos para la producción de cloro mediante el proceso de cloro-álcali. Ahora, si su precio se ha disparado es, claro, por su escasez y porque se le está dando un nuevo uso.

El iridio se puede encontrar en la naturaleza como un elemento sin combinar o en aleaciones naturales, especialmente las aleaciones de osmio-iridio. También se encuentra en los depósitos de níquel y cobre. La reserva de iridio más grande conocida es la del complejo ígneo Bushveld (Sudáfrica). También son importantes fuentes de iridio los depósitos de cobre-níquel cerca de Norilsk (Rusia) y la cuenca de Sudbury (Canadá).

Sudáfrica, cuasi monopolio del iridio

Así, Sudáfrica maneja el 87% de la producción de iridio, seguido de Zimbabwe (8%) y Rusia (3%). Hablamos, en cualquier caso, de pequeñas cantidades si las comparamos con la producción de otros metales. En 2023, el suministro global de iridio sólo fue de 240.000 onzas.

El iridio se usa en las bujías de los coches.
El iridio se usa en las bujías de los coches.
CSIC

El iridio puede encontrarse en depósitos secundarios, combinado con el platino u otros metales del grupo del platino en depósitos aluviales. Finalmente, es relativamente común en los meteoritos, con una concentración de 0,5 ppm o más (por el 0.001 ppm de la corteza terrestre). De hecho, el iridio de la Tierra se encuentra fundamentalmente en los estratos geológicos creados por el meteorito que chocó con nuestro planeta hace 66 millones de años (sí, ese que presuntamente exterminó a los dinosaurios).

El hidrógeno verde necesita iridio

Queda clara su escasez, pero, ¿por qué hay ahora mismo una fiebre mundial por el iridio? La respuesta está en el hidrógeno, y más concretamente del llamado hidrógeno verde, no por su color sino porque se obtiene con energías renovables. Ese proceso, electrólisis se llama, es muy caro (en 2002 costaba 23 dólares por kilo, según la ONU).

El entusiasmo en torno al hidrógeno es mucho porque se le considera la energía del futuro. Tiene más capacidad de producir energía que el diésel o la gasolina; no emite gases contaminantes al ser producido y tampoco durante la combustión; y puede transformarse en combustibles sintéticos o en electricidad.

Hidrógeno verde
Hidrógeno verde
Getty Images

Pero para producir hidrógeno a gran escala se necesita un catalizador que rompa las moléculas de agua. Sólo así se libera el hidrógeno. Y aquí es donde hace aparición el iridio. Los científicos primero y luego los ingenieros han visto que este metal es el mejor catalizador.

La onza ha llegado a los 5.100 dólares

Hasta los políticos se han enterado. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró en 2022 que el suministro de iridio era una "cuestión crítica para el desarrollo de la industria del hidrógeno".

Y todo eso se nota en su precio. Ahora mismo, el iridio está a 4.750 dólares la onza. En las últimas 52 semanas su marca más baja ha sido de 4.500 y la más alta 5.100 dolares/onza. Es, de media, un 200% más que en 2020. Y va a seguir subiendo. Heraeus, una de las consultoras del sector de los metales preciosos, estima que el iridio puede alcanzar los 6.500 dólares.

El reinado del iridio en peligro

Conseguir usar menos cantidad de iridio en el proceso de producción del hidrógeno verde será, parece, lo mejor para el planeta, pero hará que caiga mucho la cotización del iridio. Y los científicos lo están logrando. Un estudio internacional en el que participan investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado un compuesto capaz de conseguir generar hidrógeno verde usando diez veces menos iridio.

Hemos reducido por diez el coste del catalizador"

"Hemos reducido por diez el coste del catalizador", señala José Antonio Alonso, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM) y también autor del trabajo. Destaca cómo este estudio "demuestra la importancia de la investigación fundamental como paso previo a la aplicada: este compuesto lo obtuvimos hace diez años, pero hasta ahora no le habíamos encontrado una aplicación". Los resultados se publicaron en julio en la revista Advanced Energy Materials.

Al tiempo, un grupo de científicos japoneses del instituto Riken liderados por Ryuhei Nakamura ha dado con un método que reduce en un 95% la cantidad de iridio necesario para la electrólisis sin alterar la eficiencia del proceso. "Creemos que nuestro catalizador se puede aplicar ya al mundo real", afirma Nakamura, cuyo equipo lo está probando con diferentes socios industriales. Su estudio lo ha publicado Science.

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