Han pasado ya casi cuatro años del robo que sufrió Carla Barber. Uno de los momentos más duros de su vida fue el 17 de septiembre de 2020, a las 20.15 horas, cuando un ladrón vestido de negro se puso en su camino. Así comenzó el robo en la puerta de su casa
ABC ha tenido acceso al sumario del caso, donde la víctima relata lo ocurrido aquel día. Tras ver al hombre esperando en el ascensor, decidió subir por las escaleras, sin saber que sería asaltada. El atacante le hizo un mataleón, maniobra que consiste en estrangular a la víctima con uno de sus brazos, y esto provocó que perdiera la conciencia. Por mucho que ella intentó forcejear, poco consiguió. Lo último que pudo ver antes de caer fue a otro hombre vestido de blanco.
Al volver de nuevo en sí, las perdidas fueron cuantiosas: un reloj marca Rolex valorado en 35.000 euros, una pulsera de oro, un bolso y una cartera de Louis Vuitton, 1.000 euros que había en su interior, un sobre con cerca de 4.900 euros en efectivo pertenecientes a la recaudación de la clínica de la que es propietaria, dos juegos de llaves, uno de la clínica y otro de su casa, productos de maquillaje, una bolsa de Prada, tres botellas de vino y una de champán... Todo ello ascendería a unos 50.000 euros de botín, según informa Espejo Público.
Tal y como explica ABC, sin dudarlo, la influencer salió corriendo en busca de sus atacantes y los terminó encontrando en la calle junto a sus pertenencias. Al verles, salió corriendo para poder recuperar sus cosas, e intentó abrir las puertas del coche en el que intentaban huir.
Sin éxito, acabó subiéndose a un taxi para comenzar una persecución, aunque, de nuevo, poco pudo hacer. Finalmente, acabó volviendo a su casa, donde los policías ya estaba esperándola. Allí, delante de ellos, llamó a un exnovio, segura de que estaba detrás del robo, y se presentó allí. Pero, tras negarlo todo, acabó marchándose.
Como así contó Barber en su declaración, tanto ella como su novio de aquel entonces, Diego Matamoros, habían visto aparecer un mes antes a un hombre sospechoso con un móvil en su portal. Una pista fundamental para que la Policía comenzara las investigaciones. Todo ello, unido con la capacidad de la médica de memorizar la matrícula del coche, hizo que finalmente pudieran encontrarles.
Después de tres meses de investigación, no solo pudieron encontrar a los sospechosos, sino que además descubrieron que Carla no fue la única víctima. Sin embargo, aunque fueron detenidos, finalmente fueron puestos en libertad provisional hasta que se celebrase el juicio.
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