Las obras de reforma de la Rambla de Barcelona pisan el acelerador y dejan de ser una eterna promesa para los barceloneses y barcelonesas para convertirse en una realidad. Es después de ocho años de retraso desde que se aprobó el proyecto de remodelación en 2016, pero muchos más desde que el Ayuntamiento lo puso por primera vez en su agenda. Los trabajos para completar más rápido de lo previsto inicialmente la transformación del emblemático paseo empezarán el 17 de junio, con afectaciones a la movilidad, y finalizarán en febrero de 2027.
Así lo ha anunciado este lunes la primera teniente alcaldía, Laia Bonet, en la presentación del dispositivo de los trabajos que permitirá acelerar la reforma, a la que también han acudido el tercer teniente de alcalde y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, y el director general de BIMSA, Ricard Font. La planificación de las actuaciones se ha definido a partir de la actualización de calendario que impulsó el gobierno barcelonés de Jaume Collboni para reducir a la mitad los seis años de obras previstos durante el mandato de Ada Colau.
"Es una transformación trascendental y única que permitirá recuperar el paseo para los vecinos y, por ello, la gestión de las obras tiene que estar a la altura de lo que será la nueva Rambla", ha dicho Bonet. Actualmente, se está encarando la recta final de las obras entre Colom y Santa Madrona, el primero de los cinco tramos definidos del proyecto ejecutivo, que terminarán este verano. A partir de junio, se actuará en los cuatro restantes: Santa Madrona-Arc del Teatre, Arc del Teatre-Liceu, Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes.
Asimismo, ha explicado que a partir de este martes se realizarán unos trabajos previos para garantizar la movilidad mientras duren las obras, que estarán listos el día 17 de junio. "Nuestra prioridad no es solo el resultado final, sino cómo gestionamos la afectación", ha señalado.
Concretamente, se habilitarán unos pasos provisionales para garantizar el paso de vehículos de emergencia y la Distribución Urbana de Mercancías (DUM). Inicialmente, habrá tres pasos que cruzarán el paseo central por Portaferrissa-Carme, calle Ferran y Colom para acceder a la plaza Reial. También se contemplan en Pla de l'ós y en la calle Escudellers, en función de las necesidades.
Además, se preparará el cambio de sentido de la calzada del lado del Raval, que durante la primera fase de obras será de subida desde Colom hasta plaza Catalunya. Para ello, se adaptarán aceras para garantizar el giro de vehículos y se colocarán señales y semáforos.
Los vehículos privados ya no podrán circular
Durante las obras, solo será posible circular por La Rambla en sentido montaña y, como ocurre ahora, únicamente lo podrán hacer los vecinos, buses, taxis, quienes quieran acceder a hoteles y la DUM, en su horario correspondiente. Los trabajos también comportarán que los vehículos privados, a los que ahora se les permite circular por la vía solo de bajada, dejen de poder hacerlo.
Tres fases de obras
Para acelerar las obras, el gobierno municipal decidió no seguir realizando la intervención por tramos, como estaba planeado, y optó por ejecutar los trabajos a la vez. Así, se llevarán a cabo simultáneamente, pero se dividirán en fases para minimizar las molestias a los vecinos y comerciantes.
En los primeros 10 meses trabajarán en la calzada y acera del lateral Besòs (el del Gòtic) y durante esta fase, los vehículos circularán, en sentido plaza Catalunya, por la parte de la vía por donde actualmente se baja hasta Colom.
Los 10 meses siguientes, las obras se ejecutarán en la calzada y acera del lateral Llobregat, y los vehículos podrán ir por la calzada Besòs de subida, que habrá quedado terminada en la fase anterior.
En los últimos 12 meses de trabajo, se abordará el paseo central por tramos alternos, para garantizar en todo momento el paso de peatones y turistas. En ese momento, los laterales ya estarán finalizados y podría recuperarse los dos sentidos de la circulación. En esta tercera fase, las terrazas de la Rambla solo se verán afectadas entre cinco y ocho semanas.
Durante las tres fases que ahora comienzan, las obras se desarrollarán en tramos de unos 50 metros como máximo, para permitir trabajar a los Bomberos, en caso de emergencia, a 25 metros de distancia, como máximo. Los primeros tramos que se abordarán van de la calle Santa Anna a plaza Catalunya y de la calle Boqueria a la de Colom, que da acceso a la plaza Reial.
En cuanto a las afectaciones al transporte público, se desviarán la línea 59 y la nocturna N-9, que seguirán subiendo por La Rambla, pero bajarán por la Via Laietana. La V-13, que ahora termina y comienza en el Pla de Palau, lo hará en la plaza Catalunya.
Informadores a pie de calle
El Ayuntamiento ha comunicado este mismo lunes a los vecinos y comerciantes de La Rambla las afectaciones y esta semana desplegará informadores a pie de calle que visitarán los comercios del paseo, el Gòtic y el Raval. Además, a partir del 15 de junio se abrirá una oficina (Espai Rambla) en el Palau de la Virreina como punto de información sobre el proyecto, y se habilitará una página web específica: barcelona.cat/larambla.
Tanto Bonet como Batlle han admitido la complejidad de las obras por la afectación ciudadana, pero han dicho que se hará una comunicación y acompañamiento a todos los afectados por minimizar los perjuicios.
La inversión total de la reurbanización de la vía es de 55,6 millones de euros, cantidad que incluye los servicios necesarios para realizarla y la redacción de proyectos.
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