El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firmó este lunes un acuerdo con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, por el que España entregará un paquete de ayuda de 1.000 millones de euros en 2024 para ayudar al Ejército ucraniano y para la reconstrucción del país. Una decisión que fue criticada por su socio de Gobierno, Sumar, por la "opacidad" de los socialistas al no haber aclarado que el aumento del gasto militar aprobado hace un mes en el Consejo de Ministros iba destinado a este fin. Por su parte, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, respaldó el acuerdo y ensalzó el apoyo del PP en la ayuda a Ucrania, reconociéndose como "mucho más leales con el Gobierno" que sus propios socios.
El viaje de Zelenski estaba previsto para el pasado viernes 17 de mayo, pero finalmente tuvo que ser pospuesto horas antes por la situación en Járkov, al noreste del país, donde las tropas rusas avanzaron considerablemente después de meses de pocos cambios en el frente de batalla. Finalmente, con la ofensiva del Kremlin relativamente estabilizada, el presidente ucraniano aterrizó este lunes en Madrid, donde fue recibido en la pista del aeropuerto de Barajas por el rey Felipe VI.
A continuación, acudió a Moncloa para reunirse con Sánchez, almorzó en la Zarzuela y puso el broche final a la visita en el Congreso de los Diputados. Allí se vio con los presidentes de de la Cámara Baja y Alta, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente, además de con los grupos parlamentarios, aunque no con todos, ya que Podemos, Bildu, ERC y BNG no asistieron a la ronda de reuniones -los dos primeros como protesta a la entrega de armas para el Ejército ucraniano-.
Muchas quejas, entre ellas la de sus socios, vienen porque no se conocían los detalles del acuerdo que este lunes firmaron Sánchez y Zelenski en Moncloa. El pasado 16 de abril, el Consejo de Ministros informó de una inversión de 1.129.648.285,92 euros para el "suministro de material de refuerzo de capacidades militares", aunque sin mencionar en ningún punto del texto a Kiev.
Este acuerdo en materia de seguridad, al que solo le faltaba la firma de ambos mandatarios, es parecido al que Ucrania está suscribiendo con otros países y por el que España se compromete a seguir dando apoyo militar a las Fuerzas Armadas ucranianas. En el caso de España, tiene una validez de diez años, por lo que cada año se analizará que necesidades puede tener el Gobierno de Kiev que puedan ser aportadas por el Gobierno español.
El dinero va enfocado a tres tareas: defensa y seguridad, paz y reconstrucción. Es por ello que los 1.000 millones que ya han sido aprobados para 2024 son parte de un paquete integral que también incluye, entre otras cosas, ayuda en reconstrucción o desminado. Además de la formación de soldados ucranianos en Toledo, por donde ya han pasado 4.000 y se espera que lleguen otros 400.
En el ámbito militar, este dinero se destinará a munición de diverso tipo, sistemas antidrones, sistemas optrónicos de vigilancia y seguimiento, carros de combate, torretas de armas remotas y un nuevo envío de misiles antiaéreos Patriot. También abordará la cooperación en inteligencia entre ambos países para luchar contra la propaganda, sobre todo procedente de Rusia; se donará material tecnológico y medios de transporte por más de 1,5 millones de euros; se suministrará ayuda a los más de 200.000 refugiados que residen en España y, en el ámbito de la diplomacia, España apoyará el ingreso de este país en la UE y su "interoperabilidad" con la OTAN.
Sánchez no lo llevará al Congreso como pide Sumar
Tras la aprobación de la partida en abril, Sumar ya pidió analizarla con "luz y taquígrafos" en el Congreso en vez de aprobarlo "por la puerta de atrás" en el Consejo de Ministros. Ahora, aunque reconocen el derecho de Ucrania a la "legítima defensa", reiteran su descontento por un acuerdo que consideran "opaco". Por ello, piden que Sánchez lo lleve al Congreso para que los grupos puedan fijar posición. El presidente rechazó la petición, asegurando que no es necesario votarlo en el pleno porque no es un tratado internacional sino un "memorándum de entendimiento".
Por su parte, Feijóo señaló este nuevo desencuentro en el Gobierno de coalición y ensalzó la "lealtad" del principal partido de la oposición en lo que se refiere a Ucrania. De esta forma, apoyó la ayuda prestada por España a Ucrania aunque, coincidiendo con Sumar, criticó que no se hubiese informado en el Congreso de los detalles. "Y no sé si se ha informado a la otra parte del Gobierno, cuando son más de mil millones de euros de gasto público", espetó el líder del PP.
Feijóo también aprovechó para hablar del conflicto en Israel y volvió a abogar por priorizar la entrega de los rehenes, decretar un alto el fuego, la entrega de ayuda humanitaria, que no se extienda por la región y "sentarse en una conferencia de paz, dure lo que dure" para el reconocimiento de los dos Estados. Y denunció que Sánchez esté metiendo a los españoles "en un lío tras otro".
En lo que sigue sin estar de acuerdo es en el momento escogido para reconocer a Palestina porque, en su opinión, "empodera" a Hamas. Será en el Consejo de Ministros de este martes donde el Gobierno firme el decreto para materializar esta decisión, que se produce de forma conjunta con Noruega e Irlanda. Para Sánchez, en el reconocimiento de Palestina y en el apoyo a Ucrania rige un principio de "coherencia" en lo que se refiere al derecho internacional. En este sentido, también aprovechó para responder a las advertencias de Israel a España de que harán "daño" a quien les haga "daño". "Palestina ha existido, existe y existirá", espetó el presidente, sin querer entrar mucho más a las represalias de Israel después de paso de España con Palestina.
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