Allende González-Lacarra: "En el arte quedan todavía muchas páginas por escribir y se tienen que llenar de mujeres"

Allende González-Lacarra, en su estudio de pintura, en Madrid.
Allende González-Lacarra, en su estudio de pintura, en Madrid.
Jorge París | PREVISIONES 20M
Allende González-Lacarra, en su estudio de pintura, en Madrid.

Allende González-Lacarra pinta como quien abre ventanas a la calma. Sus obras adhieren sensaciones al lienzo con acrílicos, buscando una armonía con aroma a sándalo, que remata con pequeños amuletos escondidos en la propia composición de las pinturas. 

La artista riojana, periodista y arquitecta, inaugura el próximo día 6 de junio una nueva exposición, Dharma (hasta el15 junio en C/ Montesquinza 8, Madrid), un recorrido por sus obras, muy demandadas, y que han llegado a Australia, EE UU, Emiratos Árabes...

¿Por qué Dharma para el título de la exposición, por qué esa palabra tan espiritual?Lo que busco con todos mis cuadros es que tengan cierto trasfondo espiritual, que te generen una sensación o te recuerden algún concepto, que hagan sentir bien a la gente, que les ayude a llegar a un estado como de paz, de calma, de tranquilidad. Cuando contemplas una obra no solo es lo que ves, sino lo que esa obra te hace sentir.

¿Qué le dicen los espectadores y compradores? ¿Logra esa paz en ellos?Me suelen decir que las obras les aportan mucha calma cuando las contemplan, y eso a mí me encanta. Algunos elementos en conjunto tienen la capacidad de transformar un espacio y la forma en la que tú te sientes en ese espacio. Y si con ellos y con estas obras yo puedo ayudar un poco a que la atmósfera sea más agradable... Ya estamos expuestos a muchísimos agentes externos que pueden generar ansiedad o nerviosismo, así que si yo de alguna manera puedo ayudar a generar la sensación contraria es genial.

¿Qué nos vamos a encontrar en Dharma? ¿Cómo ha concebido la exposición?Pues lo he concebido como un recorrido por la ley del Dharma en la cosmovisión budista, que al final se resume en buscar, encontrar, compartir, eliminar lo superfluo y llegar a la esencia de cada uno y la felicidad que te genera el ponerlo al servicio de los demás. Es un recorrido y va a haber obras de diferentes formatos: más grandes y más pequeñas. Estoy acostumbrada a pintar en gran formato, pero para esta muestra traigo varias piezas en un formato un poco más pequeño y yo creo que eso quizás es lo que más va a sorprender.

Allende González-Lacarra, en su estudio, en Madrid.
Allende González-Lacarra, en su estudio, en Madrid.
Jorge París | PREVISIONES 20M

En España hay costumbre de ver arte, pero ¿hay costumbre de comprarlo?Yo creo que cada vez la gente está comprando más porque cada vez el arte, en todos los sentidos, está empezando a ser un poco más accesible. Es un sector que empieza a ser más democrático, gracias también a que estamos inmersos de lleno en la era digital y las redes y yo creo que eso ha hecho que el mercado del mundo del arte se acerque mucho a la gente.

¿Cuál es su motivación para pintar?Empecé a pintar desde pequeña porque es algo que a mí me hacía sentir bien, pero empecé a pintar sin ninguna intención ni ninguna pretensión de dedicarme a esto porque no lo veía como una posibilidad. Ahora igual un poco más, pero cuando yo empecé a dedicarme a esto de manera profesional no era tan habitual el decir "me voy a dedicar a la pintura", o al menos si lo decías todo el mundo te miraba un poco con cara de "ay, pobrecita, tendrás que cambiar de profesión". Por eso nunca pensé que yo me iba a dedicar a pintar, pero tuve la suerte de que, al compartirlo, esa sensación que yo tenía al pintar también se transmitía a la gente que veía esas obras y me empezaron a llegar mis primeros encargos. Tuve la suerte de recibir esa respuesta por parte de la gente y a día de hoy una cosa que yo no pensaba que iba a ser mi forma de vida, pues lleva ya diez años siendo mi forma de trabajar y de estar en el mundo.

¿Planifica mucho las obras o se deja llevar? ¿Cuándo sabe cuál es la última pincelada?Hay veces que sí, que tengo una pequeña idea previa que si puedo y tengo un papel a mano, la dibujo rápidamente y luego intento trasladarla. Pero muchas veces la idea original acaba siendo bastante diferente a lo que acaba plasmado en el cuadro, pero es un buen punto de partida, porque si no, a veces, sin esa primera idea, igual me cuesta un poco enfrentarme al lienzo en blanco. Muchas veces dejo las obras paradas, incluso semanas, a veces incluso meses y de repente un día en cuatro pinceladas digo "esto es lo que le faltaba" y ahí ya digo "la voy a compartir, ya está, ya la he terminado".

¿Los estudios de arquitectura influyen mucho en su obra?Yo creo que sí, porque al final mis obras son abstractas, pero tienen cierto punto geométrico, unas más que otras. Pero sí que me preocupa mucho la composición, el equilibrio de las formas, la búsqueda de la belleza. Eso al final está muy relacionado con la arquitectura, que pretende que un espacio resulte lo más agradable y funcional posible, pero también que haga sentir algo a quien, a quien la contempla, de quien se encuentra dentro de ese espacio. Con las obras lo veo un poco parecido, pero en más pequeño formato. Tienen una parte muy importante de composición, pero también está la parte de cómo te hacen sentir, exactamente igual que un espacio.

Una vez acabada, hay que ponerle título… ¿o lo hace al revés?Hay veces que el título es lo primero o puede ser un concepto, un boceto, y otras veces intento sintetizar lo que yo he querido transmitir con un nombre, con un concepto. Como a mí me gusta mucho la filosofía budista, muchos de los nombres de mis obras vienen del sánscrito, porque me parece que son conceptos que sintetizan mucho una sensación como puede ser armonía, estabilidad, serenidad y resumen bien lo que yo he querido transmitir, pero no resultan tan evidentes. Hay que hay que buscar un poco para encontrar la esencia del cuadro. También en los nombres.

Admira a Hilma af Klint y a Rei Kawakubo que se caracterizan por un color exuberante, ¿le gustan por ser las antípodas de Allende?Me encantan, además de por su obra, por lo que representan. Son mujeres fuertes que han marcado un antes y un después en el mundo del arte, que no lo han tenido necesariamente muy fácil y sin embargo son unos referentes extraordinarios para todas las mujeres que nos dedicamos a la pintura. Me gusta mucho su arte, que se diferencia mucho del mío, y me gusta su perfil de mujer: fuertes, seguras, talentosas y que han roto todo tipo de barreras.

¿Es más difícil ser artista siendo mujer? ¿Sigue habiendo barreras?Yo creo que eso, por suerte a día de hoy, está empezando a cambiar, pero todavía queda camino por recorrer. Creo que a día de hoy genera el mismo interés una obra pintada por un hombre que por una mujer. Pero claro, la historia pesa mucho, en el arte quedan todavía muchas páginas por escribir y se tienen que llenar de mujeres.

Vende mucho… ¿cuál es el lugar más lejano al que ha llegado una obra suya?Creo que donde más lejos tengo es en Australia, en Emiratos Árabes… en Estados Unidos tengo varias. Creo que son los destinos adonde más lejos han llegado mis obras.

¿Qué te hace sentir eso, tener obras suyas a 17.000 kilómetros?Pues la verdad es que me sorprende, me hace muchísima ilusión y me hace pensar que al final, estemos donde estemos y por muy diferentes que puedan ser las distintas culturas que hay alrededor del mundo, todos nos parecemos más de lo que pensamos. Todos sentimos de una manera muy parecida al percibir una obra y a todos nos gusta encontrar el mismo sentimiento de paz y tranquilidad, estemos donde estemos y vengamos de donde vengamos.

Hablábamos de las redes sociales, ¿qué porcentaje de éxito suponen para una artista del siglo XXI?Yo creo que las redes sociales han facilitado muchísimo que se abra el mercado del arte y que, sobre todo las nuevas generaciones, vean en el mundo del arte un camino real de proyecto laboral que hace que evidentemente el arte sea mucho más accesible y más inmediato y lo facilita todo mucho. Antes una persona que se quería dedicar al mundo del arte no sabía muy bien por dónde empezar. Ahora, aunque luego haya evidentemente que trabajar mucho, las redes sociales son un escaparate muy valioso y que y de gran utilidad para todos los jóvenes artistas que están empezando.

¿Qué es el éxito para una pintora como usted?Para mí el éxito es poder vivir de lo que me gusta, de algo que a día de hoy sigo sin considerar un trabajo. Me considero una privilegiada porque algo que a mí me encanta hacer me permite vivir. Para mí el éxito es eso, haber encontrado algo que sé que me va a hacer feliz toda la vida y que además, en cierta medida hace también de alguna manera felices a quienes me apoyan comprando una de mis obras. Poder vivir de ello y que además tenga un impacto positivo, aunque sea pequeño en la vida de los demás, para mí es el éxito.

¿Qué es lo más satisfactorio de pintar y qué es lo que más pereza le da?Lo que más feliz me hace es cuando estoy en el proceso de pintar una obra y veo que estoy consiguiendo plasmar lo que lo que tenía en mi interior tal y como quiero que se perciba. Y lo que más me cuesta a veces es cuando pasan unos días que no avanzo, que no consigo sacarlo adelante. Es cuestión simplemente de esperar y volver, pues pasados unos días normalmente eso se soluciona y sale adelante.

Es usted madre, empresaria, artista… la vida es estrés, ¿le influye mucho el estado de ánimo mucho a la hora de pintar?Me influye muchísimo. Yo quiero que mis obras transmitan calma, tranquilidad, serenidad… y si yo no consigo tener esa sensación antes de ponerme a pintar, es mejor que no empiece a pintar. Procuro que el espacio, mi mente y mi vida en general estén acorde con lo que yo quiero transmitir antes de ponerme a trabajar. Hay días en los que digo bueno, pues hoy no es el día de pintar, hoy tengo que hacer otras cosas que también forman parte de mi trabajo. Por suerte tengo una rutina de mañanas bastante interiorizada desde hace muchos años que me hace conectar rápidamente con la esencia de lo que soy y de lo que quiero transmitir. Me hace ponerme en equilibrio y me suele funcionar bastante bien. Si puedo, intento dedicarle aunque sea unos minutos a meditar, a buscar mi centro, a volver a la esencia, a eliminar lo superfluo, a preguntame quién soy, cómo estoy en el mundo y qué quiero transmitir.

Pinta desde niña, ¿ha pasado por épocas diferentes? ¿Rebeldes, oscuras, más calmadas?Creo que mi obra tiene un discurso muy coherente desde que soy bastante pequeña. Si ves una obra mía de hace 15 años y reconoces perfectamente que que es una obra mía, pero sí que es cierto que he ido atravesando etapas, quizás las he ido puliendo y se ve una evolución. Eso también es muy importante, porque al final tienes que crecer, tienes que evolucionar. Me gusta ver hacia dónde voy a ir, porque yo misma tampoco lo sé a veces, pero quiero seguir creciendo, evolucionando, sin perder mi esencia.

¿Le cuesta desprenderse de sus obras?Muchísimo. Me suele pasar que me involucro muchísimo en la obra, la hago mía y entablo una relación real con el cuadro, porque al final es una parte de mí la que se queda en el lienzo. Entonces, siento cierta nostalgia cuando una obra abandona el estudio. Por otro lado, si lo pienso desde la perspectiva de que ahora esa obra va a acompañar a otra persona y que le va a hacer sentir lo que yo sentí cuando la pinté, esa nostalgia se transforma en ilusión.

Allende es un nombre especial...La verdad es que genera muchas preguntas ese nombre (risas). Mi nombre es el de la patrona de un pueblo de montaña muy bonito que se llama Ezcaray. Yo soy de La Rioja y mis padres decidieron ponerme ese nombre y la verdad es que les estoy muy agradecida, porque es un nombre con el que me identifico muchísimo. Me gusta que sea de mi tierra y que me represente de la manera en que que creo que que lo hace. De hecho, hay mucha gente que a las obras las llama ‘allendes’. Me hace mucha ilusión porque me parece que habla de mí, habla de mis obras, habla de mi tierra. Allende además es una palabra, es un adverbio, “más allá de o al otro lado de”, y también me gusta lo que evoca ese concepto en sí, como que no tiene fin, que perdurará, como las obras a lo largo del tiempo.

Redactor '20minutos'

Redactor especializado en Televisión, Cultura y Espectáculos, con 19 años de experiencia. Locutor, colaborador televisivo y actor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la CEU. He escrito guiones de cómic de humor, así como blogs sobre realities, además de en otros campos como la Historia y Fuerzas Armadas.

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