Los bares del Bernabéu se frotan las manos, pero los comercios no esperan nada de Taylor Swift: "Estas niñas no son mi público"

fotografo: Sergio García Carrasco [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Taylor Swift - Repor hostelería
Una terraza repleta en las cercanías del estadio Santiago Bernabéu, donde este miércoles Taylor Swift da el primero de sus dos conciertos en Madrid.
Sergio García
fotografo: Sergio García Carrasco [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Taylor Swift - Repor hostelería

Los visitantes habituales del Santiago Bernabéu, portando camisetas del Real Madrid y cargando con bolsas de su tienda oficial, se mezclaban este martes con otros viandantes más exóticos para los aledaños de un estadio de fútbol. En su mayoría mujeres jóvenes, las swifties, como se autodefinen las fans de la superestrella del pop Taylor Swift, se encaminan a una de las entradas en las que se ha instalado el primer puesto de merchandising.

Prácticamente ninguna se asoma por el quiosco de prensa de José, que a sus 53 años, lleva tres décadas vendiendo periódicos y souvenirs para turistas en la calle Rafael Salgado esquina con Padre Damián. "Esto a mi no me interesa para nada", sentencia el quiosquero. "Yo no vivo de estos clientes, yo vivo de los turistas y los viandantes, estas niñas no son mi público y no me suponen casi nada en ventas salvo alguna revista y agua. Mañana abriré por la mañana, pero a medio día me marcho porque no me compensa, esto solo compensa a los bares". Por ver un aspecto positivo, José prevé menos problemas que un día de fútbol: "Al menos no habrá borrachos, gentuza y peleas. Estas chicas son tranquilas".

El miércoles y el jueves, cuando la cantante estadounidense dará sus dos únicos conciertos en Madrid, los puestos de merchandising se ampliarán también a los alrededores que, de momento, permanecen con una estampa parecida a la de cualquier otro martes. "En esta zona sí ha venido gente, pero en la parte de fuera y en la fan zone casi nadie, menos de lo esperado", admite una trabajadora de la organización vestida con un peto naranja. De fondo, la música de las pruebas de sonido desbordan la fachada metálica del renovado estadio y se expanden por todas la calles cercanas anunciando lo que se avecina.

De momento, los bares tampoco parecen estar siendo muy frecuentados por las swifties, aunque los hosteleros si tienen sus esperanzas puestas en poder incrementar sus beneficios con este evento y los que se avecinan. "Tenemos que reforzar, obviamente. Por ejemplo, yo mañana libraba, pero voy a tener que venir unas horitas, por lo menos hasta las ocho estaré aquí, porque es cuando empieza el concierto", explica Adrián, el encargado de un bar en Concha Espina que, sin embargo, no espera tanta afluencia como un día de fútbol. "El público objetivo es diferente, son niñas, son jóvenes, no es como cuando te viene gente adulta, esto es un bar de cervezas y de de copas, la niña te pedirá unas cocacolas e igual prefieren gastar dentro por el ambiente, el grupo, las fotos…".

Al otro lado del estadio, en la calle Rafael Salgado, el bar Juan Carlos también prevé ampliar personal para los dos días de conciertos. Manuel es uno de los camareros del local, donde lleva trabajando 14 años. "También ha habido otro tipo de conciertos, aquí ha venido también anteriormente Bruce Springsteen, pero es verdad que con una magnitud como la que es esta semana, de la de Taylor Swift, pues no se ha visto nunca". Con todo, este restaurante tiene una clientela fiel que sus trabajadores no prevén que cambie mucho por los conciertos. "Se nota más movimiento de gentío, por la calle, pero clientes.. más o menos igual. Es decir, lo mismo de siempre".

"Vibran los cristales"

A pocos metros del bar, un pequeño puesto de refrescos y snacks está completamente vacío. Su dependienta, Rosa Gutiérrez, lleva seis años trabajando allí y se muestra bastante incrédula sobre las repercusiones que puedan tener para su pequeño negocio las dos próximas jornadas de conciertos. "Vamos a ver, porque a veces mucha pompa le dan, pero luego no pasa nada", declara Gutiérrez. "También hay muchos negocios, que yo no soy la única por aquí. Hay tiendas, también están los supermercados, porque es un día de entre semana, los otros puestos que van a venir mañana, los señores que se ponen siempre cuando hay eventos. Ya veremos a ver".

La voz más pesimista de la zona de entre los comerciantes proviene, sin duda, de las pequeñas tiendas de barrio de la calle Padre Damián. Mariángeles lleva 39 años de dependienta de una pequeña tienda de ropa de mujer ubicada junto a una zapatería y una mercería. "Del concierto notamos la extorsión que nos hace", asevera la dependienta. "Todavía no ha empezado, pero los ruidos que meten porque es horroroso, cuando están ensayando el ruido te vuelve loco Vibran los cristales".

Esta calle quedará cortada al tráfico desde por la mañana del miércoles y los comercios temen que los cortes puedan disuadir a sus clientes habituales en días de entresemana en los que suelen registrar su mayor actividad. "El fútbol lo llevamos soportando muchos años, pero ahora es que va a ser no el fútbol, va a ser diario. Yo, mañana (por el miércoles), voy a venir, a mí no me han dicho nada, pero no sé si nos dejarán entrar, supongo, no lo sé. Lo que nos encontraremos mañana… no tengo ni idea". 

Redactor 20minutos

Escribo reportajes sobre cuestiones sociales desde conflictividad laboral y desigualdad económica hasta tendencias y consumo, con el denominador común de ser historias contadas a través de vivencias personales de sus protagonistas. Anteriormente, he cubierto información local y economía en 20 Minutos y fui corresponsal freelance en Colombia y Reino Unido.

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