El primer concierto de Taylor Swift en Madrid ha desatado la euforia en el estadio Santiago Bernabéu y sus miles de fans han disfrutado de un espectáculo que guardarán por siempre en su memoria. Sin embargo, la experiencia no está siendo igual para todos, ya que muchos vecinos del recinto protestan por el nivel de ruido que genera este tipo de eventos.
Desde 20minutos nos hemos acercado al estadio del Real Madrid para comprobar con un sonómetro los decibelios. Antes de que comenzara el evento, el aparato marcaba la cifra de 76.8, 13 puntos por encima de lo permitido por la ordenanza municipal de Madrid. Ahora bien, una vez empezado el concierto, el dispositivo llegaba a sobrepasar los 90 decibelios.
Según la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica del consistorio, para las áreas con usos terciarios recreativos y espectáculos, como el Santiago Bernabéu, está permitido 63 decibelios en horario diurno (de 07.00h a 19.00h) y vespertino (entre las 19.00h y las 23.00h) y 53 en horario nocturno (entre las 23.00h y las 07.00h).
Elena vive en los alrededores del Bernabéu y nos ha dejado entrar a su casa para verificar cómo de alto se escuchaba el concierto de la americana. "El problema que tenemos es el ruido, no estamos en contra del fútbol, estamos en contra de lo que se ha convertido el estadio", ha trasladado mientras se escuchaba la canción 22 a todo volumen.
Esta vecina tiene tres hijos pequeños, todos con menos de cuatro años, y uno de sus mayores problemas los tiene a la hora de ir a dormir: "Dicen que por qué hay que irse a a la cama si hay una fiesta". "Uno no puede utilizar su casa para estar tranquilo porque se escucha como si estuviese dentro del campo", denuncia, un hecho que hemos confirmado.
Para intentar paliar esta situación, el Ayuntamiento de la capital ha anunciado que multará a los organizadores de espectáculos que se realicen en el Bernabéu y que excedan el ruido permitido. De esta forma, los promotores deberán hacer todo lo posible para no vulnerar la legislación vigente.
La normativa contempla tres tipos de infracciones, desde leves hasta muy graves, por infracciones relativas a actividades comerciales, industriales y de servicios. Las más bajas pueden dar lugar a sanciones de hasta 600 euros, las graves desde 601 hasta 12.000 euros, y las muy graves desde 12.001 hasta 300.000 euros.
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