![Cada país puede fijar el día, o los días, en los que se llevará a cabo la votación dentro del rango de los cuatro días impuesto por la UE.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2024/05/28/voto-urna-elecciones-europeas.jpeg)
Los entendidos insisten en que no debemos confundir el rapto con el secuestro. El rapto es el delito en el cual se retiene a una persona por medio de la intimidación, la fuerza o el engaño, con la intención de menoscabar su integridad.
En la mitología griega se cuenta que Zeus, locamente enamorado de Europa -la hija del rey de Fenicia- decide raptarla. El dios adopta la forma de un hermoso toro blanco, finge mansedumbre y docilidad, e incita a la joven a encaramarse sobre su lomo. Una vez allí, el animal se lanza presto al mar y la conduce hasta Creta, donde le revela su identidad. Heródoto escribió una de las versiones de la historia; Tiziano se inspiró en el mito para pintar su obra más famosa; Rubens la copió sin complejos y Rembrant, sobre el mismo tema, situó su óleo en un paisaje holandés.
A diez días de unas elecciones, cabe preguntarse qué va a pasar con la Europa de hoy, quién juega a disfrazarse de cabestro para conducirla al corral de las maledicencias y el autoritarismo. La Europa del siglo XXI corre el peligro de verse raptada y anestesiada por el discurso del odio al diferente, del ultranacionalismo.
A los ojos del ciudadano, la crisis migratoria, los problemas del campo, la inseguridad, la burocracia y el medio ambiente son aún asignaturas pendientes de aprobar. Debería ganar las elecciones la mejor respuesta política a este cúmulo de problemas; cierto, pero no obviemos que un zafio becerro negro recorre el continente pidiendo paso, deseando ser idolatrado.
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