¿Reconocer el malestar del gato solo por sus maullidos? Solo tres de cada diez españoles saben identificarlo

En los años 60 se inventó en Japón una máquina que emitía de manera repetitiva un maullido y llevaba una cabeza de gato que se movía. La llamaron Mew Cat Machine y se supone que servía para espantar a los roedores. Al final, no resultó ser nada eficaz.
Un gato maullando.
PIXABAY / PRABUAUT07
En los años 60 se inventó en Japón una máquina que emitía de manera repetitiva un maullido y llevaba una cabeza de gato que se movía. La llamaron Mew Cat Machine y se supone que servía para espantar a los roedores. Al final, no resultó ser nada eficaz.

Entender a nuestros perros, gatos y otros animales de compañía a veces no es fácil. De hecho, en el caso de los gatos, al haber tenido un proceso de domesticación diferente al de los canes, a veces puede ser una tarea realmente difícil. No obstante, nuestros pequeños felinos emplean un lenguaje característico para comunicarse con nosotros a través de los maullidos.

Con el objetivo de profundizar en la comprensión de las necesidades y comportamientos de los gatos en los hogares españoles, Sanicat, marca experta en arenas para gatos y bienestar felino, ha desarrollado la I edición del Barómetro felino. Entre los resultados, una de las principales conclusiones de dicho estudio es que solo tres de cada diez españoles creen reconocer el maullido de su gato cuando se encuentra mal.

"Debemos aprender a reconocer qué nos quiere decir nuestro gato para poder interpretar sus emociones, satisfacer sus necesidades en cualquier momento y, sobre todo, saber cómo actuar ante ciertas situaciones", expresa Celia Alesanco Ballesteros, experta etóloga felina. "Todo esto en su conjunto, ayudará a crear una convivencia enriquecedora tanto para ellos como para sus dueños".

Alesanco explica que los maullidos son una de las principales formas de comunicación de los gatos y que, en ellos, emplean una amplia gama de tonos, intensidades y duraciones para interactuar, sobre todo, con las personas. "Cada tipo de maullido tiene un significado distinto y a veces puede resultar difícil interpretarlos", agrega.

Por ejemplo, si nuestro gato tiene hambre o sed, los maullidos suelen ser persistentes y de mayor intensidad que los habituales. "Este caso es reconocido por ocho de cada diez dueños españoles de gatos, que sí afirman reconocer este sonido ya que, puede tener un tono agudo y repetitivo, a menudo acompañado de comportamientos como frotarse contra las piernas de sus dueños o dirigirse hacia la fuente de alimento o agua más cercana", detallan los resultados del estudio realizado por Sanicat.

En el caso del enfado, los maullidos del gato suelen ser "más fuerte y ásperos que los normales", un tipo de maullido que, según el estudio, el 57 por ciento de los dueños logran reconocer. "Estos gritos pueden ir acompañados de sonidos graves, gruñidos y bufidos, sobre todo si los gatos se sienten acorralados", detallan.

Cualquier cambio en su conducta siempre conviene consultarlo con un veterinario

Otro motivo por el cual nuestros pequeños mininos pueden maullar es por el estrés o la ansiedad. "Los maullidos tienden a ser agudos, a menudo repetitivos y en ocasiones, intermitentes", afirman desde Sanicat. "Sin embargo, solo el 18 por ciento de los dueños de gatos logran reconocer este sonido".

"Para reconocerlos, debemos estar atentos a cambios en la rutina del animal y aumento en sus vocalizaciones. Además, estos maullidos suelen ir acompañados de otros comportamientos como la agitación, la búsqueda de refugio o esconderse, el marcaje con feromonas (orina o arañazos), la falta o el exceso de apetito e incluso, la agresividad.

Por supuesto, nuestros gatos también pueden maullar por problemas de salud. "En estos casos los maullidos se convierten en algo constante, con un tono diferente o dirigido a acciones concretas de su rutina diaria", expresa la experta felina. "Esto puede ser indicativo de que algo no va bien".

En este sentido, "solo el 30 por ciento de los dueños de gatos distinguen el malestar en sus maullidos, por ello, debemos estar atentos a si su intensidad o frecuencia cambian repentina y continuadamente", afirman los resultados del estudio. "Por ello, cualquier cambio en su conducta siempre conviene consultarlo con un veterinario".

Inés López
Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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