María, la okupa que junto a su familia se había instalado ilegalmente en un chalet de lujo de Menorca, ha desalojado esta semana la vivienda, situada en la urbanización Coves Noves y valorada en más de 650.000 euros. La mujer captó la atención de los medios de comunicación al subir a sus redes sociales un vídeo donde mostraba el chalet con piscina y vistas al mar que había okupado junto a su familia, y se jactaba de ello con frases del tipo "esto es un chalet para mí, que me lo merezco", llegó a decir.
"Esto ni Beyoncé", añadía en dicho vídeo, unas declaraciones que le valieron el apodo de 'la Beyoncé de la okupación'. Desde entonces, la okupa ha tratado de defenderse en entrevistas concedidas a algunos programas de televisión. "Vivíamos en otra zona de Menorca, problemática. Mis hijos estaban viendo cosas que no tenían que ver y por eso nos hemos metido aquí", explicaba en TardeAR. "Tengo cinco niños, no tengo dinero para pagar un alquiler en Menorca", añadía.
Según ha informado el programa Y ahora Sonsoles, los propietarios, un matrimonio de la isla, se puso en contacto con los okupas para instarles a abandonar definitivamente el domicilio con un ultimátum: la intención de contratar a una empresa experta en desokupaciones.
A ello hay que sumar el último escándalo que la puso todavía más en el punto de mira, y es que la mujer fue detenida por conducir sin carnet y dar positivo en cocaína. Ante este cúmulo de situaciones, la okupa y su familia decidieron irse de la vivienda.
"Hemos hablado con ellos y les hemos convencido de que lo mejor era que se fueran cuanto antes para evitar mayores daños y evitar que el conflicto siguiera", ha declarado el abogado de los propietarios en TardeAR.
Su desokupación se llevó a cabo de manera rápida y María y su familia no pudieron llevarse todas sus pertenencias. Posteriormente, su marido, Samuel, ha regresado con otras personas hasta la vivienda para sacar el mobiliario que había en la casa y estaba sin estrenar, así como el resto de enseres que tenían. Y ahora Sonsoles ha mostrado cómo estas personas retiraban colchones y otros objetos y los metían en dos vehículos.
A pesar de haber cambiado la cerradura y haber puesto una alarma, la propietaria ha confesado su miedo ante la posibilidad de que regresen a la vivienda para tratar de okuparla de nuevo.
"¿Crees que tenemos algún tipo de seguridad de esta gente? Tenemos pánico de que esta noche nos revienten los cristales", ha comentado en una entrevista para TardeAR.
"Son gente muy agresiva, son peligrosísimos, no los quieren en ningún lado, por lo visto", ha añadido la dueña del chalet.
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