Antonio Banderas y Melanie Griffith llevaban en 2014 casados 20 años. Se habían conocido en la película de Fernando Trueba Two much, que ambos protagonizaban, y su amor fue instantáneo.
Él (63 años) se separó de Ana Leza y ella se convirtió en una malagueña más, que viajaba continuamente a la ciudad de su marido y que aprendió a hablar algo de castellano.
Melanie, una absoluta estrella de Hollywod, se tatuó en un hombro el nombre de Antonio, corazón rojo incluido.
Hasta que en 2014 las cosas empezaron a cambiar. Ya había signos de crisis en la pareja (que había superado algunas adicciones de Melanie, como confesarían ambos).
Pero fue en el festival de Cannes de ese año, cuando Banderas, que llegó solo a la ciudad francesa se dejó ver bailando en una fiesta con una mujer que no era Melanie. Las cámaras captaron los pasos acompasados del actor malagueño con una desconocida holandesa, llamada Nicole Kimpel, veinte años más joven que él
Pronto se supo que Nicole no pertenecía al mundo del cine, sino a las finanzas, que tenía una hermana gemela y que se iba a convertir en la acompañante fiel de Banderas hasta hoy.
Antes, se sucedieron muchos asuntos relacionados con la salud del matrimonio Banderas-Griffith, como la firma de un contrato postnupcial en régimen de gananciales, esto es, quedaba revertida la separación de bienes de cuando se casaron para poder repartirse su amplio patrimonio.
En 2015, la pareja que estaba ya separada, firmó el divorcio. La justicia dictaminó que el malagueño tendría que pasarle a su exmujer la suma mensual de 60.000 euros. Él se quedaba con la casa de Marbella y el apartamento de Central Park, en Nueva York. Ella, la casa en Aspen (Colorado), donde se encuentra a estación de esquí más 'in' de Estados Unidos. La mansión de Los Ángeles en la que residieron durante sus años juntos se vendió por 15 millones de euros, la mitad para cada uno.
También se repartieron otros bienes de gran valor. La actriz se quedó con un cuadro de Picasso y el actor con otros dibujos del genio malagueño y otros del mexicano Diego Rivera.
A pesar de que la ruptura fue particularmente dolorosa para ella (se borró el tatuaje dedicado a Antonio), la pareja a día de hoy se sigue llevando bien. No solo porque tienen una hija en común, Stella del Carmen, que comparte muchos momentos con ambos. Si no, porque Banderas siempre ha dicho que querrá a Melanie hasta que se muera.
Nicole y Banderas siguen juntos y felices diez años después, como el día de ese baila que quedó para la posteridad.
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