El hijo de una víctima del crimen de Santovenia: "Disparó a mi padre sin mediar palabra y luego me apuntó con el fusil"

El 'Chiqui', último por la derecha, durante la primera jornada del juicio en la Audiencia de Valladolid.
El 'Chiqui', último por la derecha, durante la primera jornada del juicio en la Audiencia de Valladolid.
EP
El 'Chiqui', último por la derecha, durante la primera jornada del juicio en la Audiencia de Valladolid.

Este lunes se ha celebrado la segunda sesión del juicio con jurado popular contra Pablo Antonio S.H., El Chiqui, acusado del asesinato de dos hombres con un fusil el 1 de julio de 2022 en Santovenia de Pisuerga, Valladolid. Durante la audiencia, Aitor, el hijo mayor de uno de los fallecidos tras recibir un tiro, ha asegurado que El Chiqui disparó a su padre "sin mediar palabra". 

"Me quedé en shock cuando vi al Chiqui disparar a mi padre en la barriga, sin mediar palabra, y luego me apuntó a mí y trató de recargar el fusil", ha recordado Aitor, hijo de Dionisio A. P., Dioni, sobre aquella madrugada de 2022. Ha asegurado que temió por su vida aquella noche, cuando El Chiqui, tras descerrajar un tiro mortal a su padre con un viejo fusil Mauser, se encaró con él, hizo ademán de meter una nueva bala en la recámara y le apuntó con el arma con la que incluso llegó a seguirle por el hall del portal del inmueble en el que se produjeron los hechos.

Lo ha manifestado Aitor al declarar como testigo en un juicio al que el procesado se enfrenta a peticiones de pena que suman 58 años de prisión, por los asesinatos de un vecino y del que fuera jefe de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil en el momento de los hechos.

El testigo ha expuesto que la tarde del 30 de junio del 2022 su padre, Dionisio, y su madre, estuvieron en el hospital tras resultar heridos en una pelea, al parecer entre ambos y familiares del procesado. No obstante, Dioni decidió marcharse antes de recibir asistencia porque no quería denunciar al procesado, su amigo desde la infancia.

"Disparó a mi padre en la barriga"

Después, regresaron al edificio en el que residían en Santovenia, Dioni en el piso tercero, y la familia de Chiqui en el bajo. Al entrar, su padre se acercó a la puerta de su agresor y comenzó a dar golpes con la mano, posiblemente en la creencia de que el acusado no estuviera dentro y de que tan solo estaban su mujer e hijas.

En esos momentos, el procesado abrió y disparó a Dionisio "en la barriga" sin decir nada, tras lo que apuntó al propio testigo, que estaba en shock en esos momentos, ha narrado. "Él intentó ir detrás de mi corriendo y creo que siguió apuntándome", ha agregado Aitor, quien ha sostenido que su padre no se podía esperar que Chiqui estuviera en esa casa porque ya no residía allí, solamente su exmujer y su hija.

La Fiscalía sostiene que, tras el disparo que acabó con la vida de su vecino Dionisio, el procesado se atrincheró en la vivienda con el novio de su hijastra, al que mantuvo como rehén durante horas. Eso motivó que acudiera al lugar -desde Madrid- la Unidad Especial de Intervención, y el supuesto autor disparó desde dentro al jefe. Acabó falleciendo dos días después de recibir el tiro.

"Me intentó cortar los dedos de una mano"

En esta segunda sesión también ha comparecido "el rehén", Iván V, en aquellas fechas novio de una hijastra del Chiqui y que figura en la causa como acusación particular contra su exsuegro, al que culpa de detención ilegal y amenazas. En aquella madrugada de julio, lo retuvo como rehén durante trece horas, y ha contado que en el bajo del inmueble permanecieron el encausado, familiares del Chiqui y él.

El testigo ha explicado que ese día, en un momento dado fue al baño y, al salir, se habían marchado todos los que estaban en la vivienda. Tras ello, oyó "un golpe muy fuerte" en la puerta del domicilio y un disparo. "Fue salir del baño, oír golpes en la puerta y acto seguido ver cómo Chiqui disparaba contra alguien. Vi caer a una persona y a un joven salir corriendo", ha explicado.

A partir de entonces, ha relatado que el procesado le ató las manos y le metió en la bañera, asegurando que permaneció en todo momento en contra de su voluntad y que no cesó de recibir amenazas de su suegro, que incluso, como así indica, trató que cortarle los dedos de una mano con un cuchillo de cocina.

"En algún momento me llegó a poner de espaldas a la puerta, a modo de escudo, mientras él hablaba con los agentes de la Guardia Civil que estaban al otro lado", ha manifestado Iván. "En todo momento me tenía con el fusil apuntando a la cabeza", ha concluido el testigo.

También, entre otros, han testificado la que fue mujer del acusado, Carolina V. C., y su hija Nagore, quienes han coincidido al declararse víctimas de la agresión previa aquella tarde noche por parte de la familia de Dioni, lo que había llevado a ambas a abandonar Santovenia en taxi minutos después para refugiarse en casa de un familiar ante las graves amenazas de muerte vertidas por sus contendientes.

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