En 1977 los españoles recuperamos nuestro derecho al voto. ¿Todos? En absoluto. Unas 100.000 ciudadanos adultos con discapacidad, la mayoría intelectual, no pudieron introducir una papeleta en una urna electoral hasta hace cinco años. Hace dos días, como quien dice. De hecho, me consta que los hay aún que no saben que todas las personas con discapacidad pueden votar y que tal vez se llevarán una sorpresa este próximo domingo al ir a elegir sus representantes en las elecciones al Parlamento Europeo.

Recuerdo cubrir aquella primera cita electoral a la que estaban invitados,  y también alguna inmediatamente posterior. No fueron pocos los que me planteaban, siempre en privado, muchas dudas: "No será un voto informado", "votarán lo que decidan sus padres", "son fácilmente manipulables"... A día de hoy, cuando hay confianza, esas cuestiones siguen asomando. Sobre todo por parte de personas ajenas a la discapacidad, aunque no siempre. Los creen erróneamente eternos niños sin capacidad de decisión; les pueden los prejuicios y clichés. 

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Llevo un lustro contestándoles con los mismos argumentos. Todos podemos ser manipulados, todos podemos votar por impulsos o querencias familiares sin haber profundizado, sin saber. Con y sin discapacidad. Vota el que quiere. Vota el que tiene el deseo de hacerlo y ha recibido la tarjeta censal. Así funciona el sistema y no por méritos.

Mi hijo tiene autismo y discapacidad intelectual y en apenas dos meses cumplirá 18 años. Su afectación es profunda, no comprende conceptos como el voto y jamás expresará el deseo de acudir a las urnas. No entiende lo que son unas elecciones y no desea votar, así que no lo hará. Aquellos que, con discapacidad, expresen su interés por hacerlo deben recibir todas las ayudas posibles, todas los apoyos que sean precisos para que voten de manera independiente. 

Y si los hay que proponen hacer un examen de conocimientos básicos para poder votar, pues que esa prueba sea para todos. Para ti y para mí que no tenemos discapacidad también. Es posible que nos sorprenda comprobar quién está más capacitado.