El candidato a las elecciones de Reino Unido Nigel Farage ha sido agredido este martes cuando se encontraba en la localidad de Clacton-on-Sea, al este del país y desde donde ha decidido lanzar su campaña tras anunciar que se presentaba a los comicios de julio. 

Según han adelantado medios británicos, una joven ha lanzado un batido en la cara del líder de Reform UK, conocido por sus políticas eurófobas y antiinmigración, mientras caminaba entre una multitud durante su primer acto de campaña electoral, cuando salía de un pub donde había conversado con varios periodistas. 

Los hechos se han producido después de que que el defensor del brexit dijera a una gran multitud de votantes locales que los conservadores habían "traicionado" su confianza y advirtiera que Rishi Sunak pagaría un "alto precio" en las elecciones del 4 de julio. Ante el ataque con el batido, Farage no ha hecho más que limpiarse la cara y continuar con su acto. 

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"Se hizo una oferta al pueblo británico: podríamos recuperar nuestra independencia y el control de las fronteras. Pero, ¿qué ha pasado? Los conservadores traicionaron esa confianza. Abrieron las fronteras a una inmigración masiva nunca antes vista, y merecen pagar un alto precio por ello", ha afirmado durante el acto. Previamente, Farage ha declarado en una entrevista con la BBC que uno de los ejes de su campaña será pedir la reducción de la inmigración legal y señaló que solo un objetivo de "cero inmigración neta" es aceptable para este país.

Más tarde, la Policía del condado de Essex ha confirmado la detención de una mujer de 25 años acusada de lanzar la bebida. Durante el arresto de la sospechosa, los agentes también han detenido a un hombre por supuestamente agredir a un trabajador de emergencias.

No es la primera vez que el político sufre un ataque de este tipo. En 2019, a pocos meses de que se aprobara el brexit, otra persona lanzó un batido de plátano a la cara del candidato en la ciudad de Newcastle. El autor tuvo que compensar a Farage con 350 libras.

"Es inaceptable"

El suceso ha despertado las críticas desde todo el espectro político británico, e incluso el ministro del Interior, James Cleverly, se ha pronunciado al respecto. "El ataque a Nigel Farage es inaceptable, como lo sería para cualquier candidato", ha manifestado.

"No hay excusa para recurrir a un comportamiento así. Podemos estar en desacuerdo, pero debatimos y después votamos. Eso es la democracia", ha aseverado Cleverly en su perfil oficial de la red social X, antes conocida como Twitter.

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La responsable laborista de temas de Interior, Yvette Cooper, ha lamentado el "vergonzoso", "completamente inaceptable y equivocado" ataque contra Farage. "Nadie debería sufrir intimidación o agresión en una campaña electoral", ha remachado.

Por su parte, el presidente del partido Reforma, Richard Tice, ha asegurado que su formación "no será intimidada o amenazada", y ha cargado contra la "joven imbécil" que le ha lanzado el batido a Farage. "Nos ha hecho ganar cientos de miles de votos", ha dicho.

Su primer éxito

El político de 60 años, que este lunes sustituyó a Richard Tice al frente de Reform UK para dar un impulso a ese partido minoritario, ya concurrió como aspirante a un escaño en los Comunes en siete ocasiones previas entre 1994 y 2015, cuando perdió por amplio margen.

Fue eurodiputado en el Parlamento Europeo entre 1999 y 2019 y es conocido en el Reino Unido por su defensa de la salida británica de la Unión Europea y su oposición a la inmigración, así como por su afinidad con el expresidente estadounidense Donald Trump.

Reform UK no ganó nunca un escaño en una elección parlamentaria, si bien ahora tiene uno después de que el diputado conservador Lee Anderson se pasara al partido el pasado 11 de marzo.

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Farage aspira a su primer éxito electoral con una victoria en Clacton-on-Sea, donde en 2014 ya se impuso el candidato del UKIP Douglas Carswell, un antiguo parlamentario conservador que también cambió de bando.

Los sondeos de intención de voto sitúan a Reform UK en tercer lugar de cara al 4 de julio, con un 11% del apoyo, por detrás del Partido Laborista, con un 45%, y el Conservador, con un 24%. Va por delante del Partido Liberal Demócrata, con el 10%, y el Partido Verde, con un 5%.