Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

La gente de bien

Estudiantes en un aula durante el inicio de un examen de la EVAU un Madrid
Estudiantes en un aula durante el inicio de un examen de la EBAU un Madrid
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Estudiantes en un aula durante el inicio de un examen de la EVAU un Madrid

Existe un terreno entre el aprobado raspado y el notable al que alguien decidió llamar “bien”. Por ahora, se aplica sólo en los colegios. El bien no ha llegado todavía a la universidad, aunque es posible que aparezca en cualquier momento por las aulas magnas del mundo porque la infantilización trepa por el recorrido formativo con la habilidad de un mono capuchino. Tuve un compañero que decía lo siguiente: “no hay nada mejor que un sólido cinco”.

El aprobado universitario es liberador y rotundo. Permite la tachadura, el olvido, la limpieza mental de una información que uno no sabe si va a necesitar durante el resto de sus días. El sólido cinco te permite saltar al siguiente nivel, pasar de pantalla para acercarte al enemigo final. Sin embargo, a veces, superas la frontera del cinco y atisbas la pradera verde y floreada del seis, pero no hay premio. Aprobado y gracias.

La educación es el reino del eufemismo. El bien es, como dicen ahora los petardos, un blanqueamiento del aprobado.

La gente de bien en el colegio es importante. En la vida, suelen ser aprovechables. Comerciales, vendedores, habilitados de clases pasivas, directores de sucursal bancaria o funcionarios. El bien es la nota de los capullos que serán flor. Aunque no nos guste, la educación es el reino del eufemismo. El bien es, como dicen ahora los petardos, un blanqueamiento del aprobado.

“Necesita mejorar” era también un eufemismo inapelable y evidente como una rodilla con mercromina, pero estaba lleno de esperanza. Los nombres de las asignaturas suelen ser también un eufemismo infame y la forma de hablar de los profesores, sus cartas, circulares y plataformas son, con honrosas excepciones, las sombras chinescas del lenguaje inculto y timorato que perpetran a diario los políticos.

Cuando veo a los que van a examinarse de la EBAU y escucho las notas de corte que, en una pirueta aritmética, superan con creces la barrera del diez, me pregunto qué será de la gente de bien, en qué carreras encontrarán acomodo y qué futuro les espera. Quizá el bien se expanda y alcance límites nunca soñados o, quizá, el bien no sea suficiente y haya que buscar en la empresa privada lo que el bien no pudo encontrar en la pública.

Juan Luis Saldaña
Periodista y escritor

Colecciono coca colas falsas en lata y hago fotos a las bolsas de plástico en los árboles. He publicado libros de poemas y relatos. Mi última novela es "Hilo musical para una piscifactoría". Se llevó al cine bajo el título de "Miau". He sido redactor en prensa, presentador en tele y radio y ahora me piden que opine. Licenciado en derecho, MBA, máster en periodismo y doctor en comunicación e información. He tenido una agencia de marketing, alguna experiencia de éxito en comercio electrónico y doy clases en algún máster sobre esto.

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