"La burbuja de la eventificación en Madrid ya ha estallado" según la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm). Por eso, tras reunirse con asociaciones de vecinos de zonas afectadas por eventos masivos, exige una regulación de los grandes espectáculos en la capital. La asociación ha elaborado un decálogo de propuestas que recoge la creación de un plan estratégico para la gestión y planificación de eventos masivos con la participación de los vecinos, un nuevo sistema de medición de los niveles de ruido o que los eventos duren, como máximo, hasta la medianoche, entre otras.
La Fravm define la "eventificación" como la realización de eventos masivos en distintas zonas de la ciudad de forma continuada y constante, "sin planificación estratégica ni sostenibilidad alguna", lo que, a su juicio, "genera un deterioro" en la vida de los vecinos por problemas asociados a estas celebraciones. Eso sí, insiste en que "los eventos culturales y musicales" son un bien común, por lo que no pide la eliminación de estos eventos multitudinarios, sino su celebración "de forma sostenible". Lo que sí que critican los vecinos es la "falta de planificación, el crecimiento sin medida y los volúmenes masivos", que hacen "de este hecho positivo un elemento tóxico y negativo".
Los recientes macroeventos como los conciertos de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu, las actuaciones en el Wizink Center o en parques como el de Enrique Tierno Galván, los eventos de la Caja Mágica o futuros festivales como el Mad Cool han agudizado el problema de estos vecinos, hartos de no poder conciliar el sueño y de ver cómo ha cambiado "su calidad de vida".
15 graves problemas: el ruido, el principal
La mayor queja de los vecinos de Madrid es el elevado nivel de ruido directo, sobre todo en eventos al aire libre. Un ruido que, además se prolonga durante mucho tiempo y en la madrugada y que hace "vibrar las habitaciones de los edificios", de tal forma que los residentes afectados "sienten durante horas el evento masivo". A esto hay que sumar que algunos eventos, además de superar los decibelios permitidos, utilizan proyecciones de luces y láseres que llegan al interior de las viviendas y, además, en muchos espectáculos, "a altas horas de la madrugada se lanzan fuegos artificiales que alteran aún más el descanso".
También mencionan los vecinos las "situaciones muy complicadas" para el entorno que provocan las aglomeraciones de público asistentes antes y después del evento. Esta afluencia de personas afecta directamente a la movilidad del vecindario, que no puede caminar "adecuadamente por las aceras porque los accesos están colapsados, ni usar los servicios de transporte público como un día ordinario". Es más, aseguran que, a menudo, se cambian los itinerarios de los autobuses, se cierran accesos al Metro o a algunas calles y se producen "atascos tan grandes que los residentes quedan encerrados durante días".
Además de no poder usar con normalidad el transporte público, tampoco pueden hacerlo con el privado. Critican que la seguridad vial del entorno se ve comprometida "al activarse planes y operativos de cortes que impiden que los vecinos puedan acceder con normalidad a su vivienda". El comercio se queja de este hecho porque "ahuyenta a los posibles clientes". A esto se suma que las plazas de estacionamiento del barrio "desaparecen" por los propios asistentes y porque las ocupan camiones del evento.
Saturación de las comunicaciones y el transporte que se suma a la saturación de las terrazas y la hostelería. Aseguran que en zonas afectadas por eventos constantes las terrazas se multiplican de un modo "depredador": "Donde antes había 10 terrazas ahora encontramos más de 30", critican. Y eso para quienes asisten el mismo día al espectáculo... Pero también se producen acampadas en el entorno de los recintos de seguidores del protagonista del evento días antes de la celebración. Situación que también critican y que produce acumulación de basura y suciedad, más aún "si el evento dura días". Las colas de entrada a los recintos también provocan ruido y suciedad, aseguran.
Asimismo, varios de esos eventos se celebran en espacios públicos como el parque Enrique Tierno Galván, la Plaza de España o la Casa de Campo y "provocan que durante 10 o 12 días se cierren parcialmente". "El uso privado de estos espacios sólo debería entenderse si conlleva beneficios para los ciudadanos". Y estos eventos ya no se producen únicamente durante el fin de semana, "ahora pueden celebrarse desde el mismo lunes y durante meses". Un "calendario intensivo" al que se suma el problema del horario porque muchos "se prolongan hasta muy entrada la madrugada".
Por todos estos problemas, la Fravm ha presentado un decálogo de propuestas con el que hacer frente a la "eventificación" y regular estos eventos teniendo en cuenta la sostenibilidad del entorno y el descanso de lo residentes. Piden una moratoria ante los permisos de eventos masivos y elaborar un Plan Estratégico donde los vecinos participen de forma directa. Además, que se realicen mediciones constantes de los niveles de ruido mediante un nuevo sistema de medición "transparente, móvil y fiable" y los eventos duren, como máximo, hasta la medianoche.
La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid puso en marcha hace meses un grupo de trabajo específico con colectivos de estos lugares del que ha surgido este documento. Porque, "como demuestran el proyecto de explotación del nuevo Bernabéu, la programación continua de eventos en Ifema, el Wizink, la Caja Mágica y el Metropolitano, o la llegada de la Fórmula 1 a Hortaleza", la regulación de eventos multitudinarios en Madrid tiene que producirse ya.
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