Apenas 24 horas le han bastado a la Policía para detener a cuatro personas supuestamente implicadas en el asesinato de Borja Villacís, incluido el autor material. Una torpe huida regada de pistas ha llevado este miércoles a los agentes hasta Yuncos (Toledo) para arrestar a dos hombres que presuntamente participaron, junto a la madre de uno de ellos, en el crimen y a una cuarta persona por dar alojamiento a los presuntos autores.
El último detenido está acusado de encubrimiento por haber dado refugio a los sospechosos del crimen de Villacís este martes, si bien se descarta su participación en el tiroteo, por lo que horas más tarde ha quedado en libertad. Los investigadores tratan ahora de esclarecer las circunstancias en las que se produjo el asesinato y barajan dos hipótesis principales: o fue un ajuste de cuentas o la víctima y sus asesinos pactaron un encuentro que acabó a tiros.
Aunque el crimen del hermano de la exvicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís se cometió en el distrito de Fuencarral-El Pardo, en una carretera flanqueada por árboles, la última escena ha tenido lugar la tarde de este miércoles 58 kilómetros al sur, en Yuncos. Ahí han detenido al supuesto autor del tiroteo, de nombre Kevin, y a otro hombre, cuya implicación concreta en el asesinato se está investigando, han informado fuentes policiales.
Los sospechosos habían llegado hasta Yuncos en una furgoneta, seguidos de cerca por un amplio dispositivo de la Policía Nacional y la Guardia Civil -dado que la localidad toledana se encuentra en su demarcación- que se había focalizado en varios puntos. Había un helicóptero sobrevolando la zona y se han escuchado disparos, ha explicado un vecino del pueblo.
Uno de los sospechosos ha sido detenido en un pinar situado junto al cementerio y el otro en una vivienda que los lugareños creían que estaba deshabitada, muy próxima a un supermercado. Está previsto que sean trasladados a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, donde se les tomará declaración y permanecerán hasta su paso a disposición judicial.
Pocas horas después del crimen, que ocurrió sobre las 12:30 horas del martes, tuvo lugar la primera detención: una mujer española de 52 años, madre de Kevin y con numerosos antecedentes policiales. Según fuentes próximas a la investigación, al menos madre e hijo están vinculados a un clan familiar relacionado con el narcotráfico y radicado en la localidad toledana de Bargas, a escasos 25 kilómetros al sur de Yuncos.
Un reguero de pistas
Si bien la investigación policial ha sido especialmente rápida, algo ha tenido que ver el reguero de pistas que los sospechosos han ido dejando desde el momento del crimen y a lo largo de su huida. Para empezar, varias personas presenciaron el tiroteo, ocurrido en la carretera M-612, y aportaron a la Policía pistas tan valiosas como el número de asaltantes, tres-; las armas que emplearon, en principio un rifle de caza; y el coche que conducían, un BMW gris.
Huyeron inmediatamente del lugar, pero otros testigos les grabaron a unos siete kilómetros al este, en un costado de la carretera entre Fuencarral y Alcobendas. En el vídeo, que fue remitido a la Policía, se observa cómo una mujer y un hombre, ella con un vestido de flores y él todo de negro, se bajaban del coche y le cambiaban las matrículas.
Completada la maniobra, la mujer se puso al volante y apretó el acelerador, mientras su acompañante se deshacía de varios objetos en un descampado, donde le esperaba un segundo hombre. En ese mismo lugar, instantes después, los policías encontraron varias bolsas y cajas que contenían armas de fuego posiblemente relacionadas con los supuestos autores del crimen.
Además, en un momento de la huida, la mujer reveló su identidad a un operador de la empresa a la que le habían alquilado el BMW, han indicado fuentes de la investigación. Debido al impacto que sufrió el coche -tenía una abolladura en el costado- la compañía recibió una alerta, ya que contaba con un sistema de geolocalización y alarma en caso de colisión.
Al preguntarle por teléfono qué había sucedido, facilitó su nombre y apellidos, dijo que era de Bargas (Toledo) y dio diferentes explicaciones acerca de lo sucedido. Desde la empresa observaron cómo proseguía su camino, hasta que fue detenida.
Dos hipótesis
Queda por determinar si también dejaron alguna pista sobre el móvil del asesinato. La primera hipótesis que barajaron los agentes fue la de un ajuste de cuentas, vistos los antecedentes de los sospechosos y de Villacís, vinculado a los Ultra Sur -radicales ultraderechistas del Real Madrid- y al narcotráfico.
De ser así, sospechan que Villacís y un acompañante que iba al volante de un Citröen blanco fueron emboscados por los supuestos asesinos, que chocaron contra ellos -lo que explicaría los daños sufridos por ambos vehículos- y les dispararon. Según fuentes de la investigación, otra posibilidad es que quedaran en las inmediaciones del lugar de los hechos y que la reunión derivase en el tiroteo.
En cualquier caso, mientras Villacís yacía muerto en una cuneta, su acompañante llegó -aunque se desconoce cómo- hasta el Hospital Fundación Jiménez Díaz, donde ingresó en estado grave con heridas de bala. Es por ello por lo que investigan la posibilidad de que un tercer coche, y por tanto más personas, estuviese presente del tiroteo
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