Internacional

Normandía, sus héroes y unos líderes que piden la "unión de las naciones libres frente a la tiranía" en un aviso a Putin

Los líderes mundiales, en los actos de Normandía.
CHRISTOPHE PETIT TESSON / EFE

Han pasado 80 años pero el recuerdo de la II Guerra Mundial sigue muy vivo para el mundo, aquella sombra se cierne ahora, casi un siglo después, sobre el continente europeo con la invasión rusa de Ucrania y por eso Normandía se ha convertido este jueves en el escenario de un mensaje para el presidente ruso, Vladimir Putin, justo además en un momento en el que se celebran elecciones europeas, claves para dirigir el devenir de un Viejo Continente que va aprendiendo viejas lecciones. En Normandía, eso sí, se escribieron ya muchas en su momento. La guerra debería ser cosa del pasado... pero no tanto.

Emmanuel Macron, Volodimir Zelenski, el rey Carlos III, el príncipe Guillermo, Joe Biden, Rishi Sunak, Charles Michel o Justin Trudeau fueron algunos de los nombres, de los altos cargos, que coparon el territorio por el que empezó la paz para reclamar "unidad" frente "a la tiranía", en un claro aviso a Moscú. A una Rusia que se ha movido de quienes acabaron con el nazismo hacia el bando de los invasores, con un conflicto que ahora parece estancado. De hecho, los actos conmemorativos en Normandía han supuesto también un cierre de filas (de nuevo) en torno a la causa de Kiev.

La jornada se llenó de fotos y una de las más importantes tuvo lugar en una primera ceremonia en la localidad de Ver-sur-Mer, donde se encuentra situado el monumento a los más de 22.000 miembros de las fuerzas británicas que cayeron durante los combates del conocido como Día D. Los actos, eso sí, se extenderán hasta el domingo, pero desde aquella localización el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que "ningún francés olvidará" toda la lucha de las tropas británicas hace ya ocho décadas "por la libertad" de los pueblos. "Los soldados británicos son nuestros hermanos de armas, y hoy los recordaremos. Nadie en Francia puede olvidar vuestro sacrificio, el de unas tropas guiadas por un sentido del deber y la devoción incalculable", sostuvo el líder galo ante la atenta mirada del rey Carlos III y del príncipe Guillermo.

"Aquí estáis en casa", les dijo a los veteranos de guerra presentes en el evento, con cuatro palabras extensibles también al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que recibió el abrazo de sus aliados occidentales. "Somos afortunados de haber tenido una generación de hombres y mujeres que no fracasaron. Nuestras Fuerzas Armadas cumplieron con su deber con un sentido de la determinación, una cualidad profundamente característica de esta generación", apuntó por su parte el monarca británico, que dice sentirse "orgulloso" de que los suyos tengan "un monumento permanente" en Normandía. Fue él quien pidió a las naciones que entonces acabaron con la II Guerra Mundial "unirse ahora de nuevo frente a la tiranía".

El ambiente rezumaba lazos entre el pasado y el presente, en busca de un futuro sin conflicto. Y, en ese contexto, el príncipe Guillermo se dirigió a los militares canadienses, expresándoles su gratitud por "su valentía y sacrificio" en una emotiva ceremonia en la playa de Juno. En este acto, estuvieron presentes el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y su homólogo francés, Gabriel Attal, quien subrayó que la gratitud hacia ellos es "infinita". La Historia recoge sus hazañas. "Lejos de sus hogares, codo a codo con miles de soldados británicos, es difícil imaginar el coraje que debieron tener para enfrentar la batalla aquel día", aseguró el príncipe, que puso como ejemplo la lucha compartida de todos los países frente al nazismo. Desde Juno también se sumo a esas palabras el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de la mano de un Trudeau que reivindicó la "valentía y el coraje" de los veteranos.

Biden y Macron, en Normandía.
Evan Vucci

El paralelismo entre Normandía y Ucrania llegó eso sí de la mano del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. "Hace 80 años no desaparecimos. La lucha entre la libertad y la dictadura no termina. Ucrania es un ejemplo y ha sido invadida por un tirano, pero no nos daremos la vuelta", comentó, antes de añadir que "la democracia es más fuerte que cualquier ejército del mundo". Recogió el guante el propio Zelenski, que tiene previstos varios encuentros bilaterales en Normandía. "Los aliados defendieron entonces la libertad de Europa, y los ucranianos hacen lo mismo ahora. La unidad prevaleció entonces, y la unidad verdadera puede prevalecer", esgrimió el presidente ucraniano.

Los héroes de Normandía lo son por muchos motivos a ojos del inquilino de la Casa Blanca. "Son héroes no porque fueran los más fuertes o implacables sino porque tenían una misión audaz, sabían que morir era una posibilidad y aún así lo hicieron". Para Estados Unidos, recordó su presidente, "la democracia y la libertad valen la pena". Y quiso terminar con unas líneas directamente dirigidas al Kremlin: "Rendirse ante los dictadores es sencillamente impensable. Hacerlo sería como olvidar lo que ha pasado en estas playas, y no vamos a olvidar".

"Al pueblo ucraniano: estamos con vosotros, no flaquearemos", le recordó Macron a Zelenski, que se llevó una gran ovación de los asistentes al acto e incluso pudo abrazarse a varios de los veteranos. La guerra y la paz del pasado se fusionaron con la guerra y la búsqueda de la paz en el presente, y todos cerraron filas en torno a un Zelenski que además quiere aprovechar su viaje para pedir a los socios occidentales más material militar en un momento en el que está sobre la mesa el debate de si Ucrania debe poder usar -como pide su Gobierno- las armas de sus aliados para responder sobre territorio ruso. En este sentido se pronunció el propio Zelenski. "Este acontecimiento nos recuerda el valor y la determinación que demostramos en aras de la libertad y la democracia", concluyó.

Europa ve soplar ahora vientos que conoce; no son tan fuertes como hace 80 años, pero sí pueden ser preocupantes. En Normandía miraban atentamente los veteranos a unos líderes que no quieren que la historia se repita: la dicotomía que dibujan es clara, con la democracia en un lado y la tiranía en el otro. Mientras, con las urnas esperando a la UE durante estos días, en Normandía sonaron los himnos de EEUU, Reino Unido, Francia o Canadá, igual que el himno de la Alegría, que es el símbolo de una Europa que ha crecido desde la paz.

Charles Michel, en Normandía.
EFE
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