España en el 'Día D': los soldados españoles que participaron en uno y otro bando en Normandía

Buques de EE UU desembarcando en Normandía en junio de 1944.
Buques de EE UU desembarcando en Normandía en junio de 1944.
WIKIPEDIA/US Coast Guard
Buques de EE UU desembarcando en Normandía en junio de 1944.

Este 6 de junio Occidente ha celebrado el aniversario del desembarco de Normandía. Al homenaje a los soldados extranjeros y a los resistentes franceses que lucharon contra la ocupación nazi han asistido 25 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el rey Carlos III del Reino Unido, el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente italiano, Sergio Mattarella y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Nadie ha invitado a España, pese a que hubo españoles luchando contra el yugo del fascismo aquel verano de 1944. Y eso sucede seguramente porque hasta pocos meses antes de aquel 6 de junio hubo también españoles luchando en el otro bando, el del Eje, en el otro frente, el de Rusia.

Un poco de España en la operación Overlord

Con 1.200 aeronaves, 6.000 barcos y 10.000 vehículos, los aliados desembarcaron en las playas de Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword. Se sucedieron 24 oleadas de ataques y de ello se encargaron unos 160.000 soldados. La mayoría eran británicos, estadounidenses, canadienses y franceses. Pero en el seno de aquel ejército también había soldados de Polonia, Bélgica, Países Bajos, Grecia, Noruega, Checoslovaquia, Australia, Nueva Zelanda, Luxemburgo, Dinamarca... y de España.

El Half-Track Guernica, de La Nueve, en el desfile por los Campos Elíseos tras la Liberación de París.
El Half-Track Guernica, de La Nueve, en el desfile por los Campos Elíseos tras la Liberación de París.
WIKIPEDIA/mve2gm

Allí estaban los exiliados españoles que habían perdido ante Franco y luchaban ahora contra Hitler. De hecho la primera unidad aliada que entró en París para liberar la ciudad fue "La Nueve", la 9.ª Compañía de la 2.ª División Blindada de la Francia Libre, también conocida como División Leclerc, formada casi íntegramente por 150 republicanos españoles.

De Granada a Normandía pasando por Noruega

Manuel Fernández fue un joven granadino que pisó las playas de Normandía tras cruzar el Canal de la Mancha en una de esas lanchas de desembarco, relata Evelyn Mesquida en Muy Interesante. Fue un miembro más de la Spanish Company Number One del Ejército británico, formada por soldados españoles.

Nos dijeron que tuviéramos en cuenta que la guerra no terminaría en Francia, sino en España"

Junto a varios centenares de compatriotas había combatido en la Europa más fría. Cuando las tropas franco-inglesas tenían prácticamente ganada la guerra contra los alemanes en Noruega, el ataque nazi contra Francia motivó la orden de regreso. Los que quedaron murieron en los fiordos noruegos, entre ellos centenares de españoles. Cuenta Mesquida que en las tumbas del cementerio de Narvik sólo figuran los nombres de 16, entre ellos, Juan Garrido, Manuel Ferrer, Aniceto Carrillo, Alberto Alegre, Benito Rodríguez y Ramón Pujol de Vilallonga.

Manuel sobrevivió, como antes lo hizo a la Guerra Civil que perdió. De vuelta de Noruega, acabó con otros muchos españoles encerrado en un campo. "Nos dijeron que tuviéramos en cuenta que la guerra no terminaría en Francia, sino en España", ha contado Fernandez.

Tropas estadounidenses a punto de desembarcar en la playa de Omaha, en Normandía, el 6 de junio de 1944.
Tropas estadounidenses a punto de desembarcar en la playa de Omaha, en Normandía, el 6 de junio de 1944.
WIKIPEDIA/Department Of The Navy

De modo que unos 400 españoles optaron por entrar en la Marina inglesa. Suya fue la Spanish Company Number One, como soldados y como trabajadores, porque mejoraron carreteras, talaron y ayudaron a desembarcar el material americano que llegaba. Y lucharon en las playas de Normandía.

En el desembarco cayeron también muchos compatriotas. Fue muy duro"

"Nos dieron dinero francés, billetes nuevos, y nos dijeron que salíamos hacia las costas francesas. Los españoles desembarcamos en Avranches, cerca de Caen. En el desembarco cayeron también muchos compatriotas. Fue muy duro", ha contado. Acabada la guerra estaba en Bélgica. Volvió a Inglaterra y formó parte del Ejército inglés hasta 1946.

Morir en Omaha Beach con el uniforme de EE UU

También hubo españoles que acabaron luchando en las playas de Normandía vistiendo el uniforme de la Marina de los Estados Unidos. Fue el caso de Manuel Otero Martínez, un coruñés de Serra de Outes (A Coruña). Tras perder la Guerra Civil acabó en EE UU. "Estaba viviendo el sueño del emigrante gallego", relata a El Correo Gallego, Manuel Arenas, presidente de la Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jackets.

Justo después de alistarse para conseguir la nacionalidad estadounidense, Japón atacó Pearl Harbor y EE UU entró en la guerra. Acabó en Reino Unido en un campo de instrucción y un año después en la terrible Omaha Beach, terrible porque allí perdieron la vida 2.500 soldados norteamericanos, entre ellos Otero. Hoy, una placa recuerda su nombre.

Españoles construyendo los búnkeres nazis

Pero también hubo españoles al otro lado del frente. Eran presos, la gran mayoría republicanos exiliados. Cuenta RNE que entre 30.000 y 40.000 de ellos fueron obligados a construir los búnkeres y bases nazis contra los que luego cargaron los soldados aliados.

Fortificación alemana de Normandía
Fortificación alemana de Normandía
Robert Brook - Getty Images

Las autoridades alemanas de la Francia ocupada los utilizaron como trabajadores forzados para levantar el Muro Atlántico, la barrera defensiva ideada por Hitler para cubrir miles de kilómetros a lo largo del litoral europeo atlántico. Trabajaron en condiciones lamentables para levantar las bases de submarinos de Burdeos y Brest, las fortificaciones de las costas bretonas y los túneles excavados en las Islas del Canal.

Españoles comprometidos y un país abandonado

  • Manuel Otero, Manuel Fernández, Juan Garrido, Manuel Ferrer, Aniceto Carrillo, Alberto Alegre, Benito Rodríguez, Ramón Pujol de Vilallonga... Pese a su compromiso y el de miles de españoles con los Aliados; pese a ayudar a la derrota de Hitler, acabada la Segunda Guerra Mundial, España quedó fuera de los consensos democráticos europeos impulsados por EE UU. Nuestro país, como Portugal, quedó olvidado y durante décadas los demócratas de Occidente consintieron la dictadura de Franco, que tan útil acabó resultando a los intereses de Washington.

Manuel Otero, Manuel Fernández, Juan Garrido, Manuel Ferrer, Aniceto Carrillo, Alberto Alegre, Benito Rodríguez, Ramón Pujol de Vilallonga... Pese a su compromiso y el de miles de españoles con los Aliados; pese a ayudar a la derrota de Hitler, acabada la Segunda Guerra Mundial, España quedó fuera de los consensos democráticos europeos impulsados por EE UU. Nuestro país, como Portugal, quedó olvidado y durante décadas en Occidente se consistió la dictadura de Franco por la utilidad que representaba tener un país contrapuesto a la Unión Soviética en plenos años de Guerra Fría.

Un español en la Wehrmacht

También encontramos algún español que combatió en Normandía con el uniforme de la Wehrmacht. Fue el caso de Alberto Winterhalder, nacido en Lleida de madre española y padre alemán. En 1942, tras la Guerra Civil, viajó hasta Alemania y se alistó en el Ejército nazi.

Tras varios destinos más o menos tranquilos, Winterhalder acabó en Francia. "Esta madrugada, miles de paracaidistas estadounidenses han sido lanzados detrás de nuestras líneas defensivas", contó en sus memorias, como recuerdan Pere Cardona y Manuel P. Villatoro en su libro Lo que nunca te han contado del Día D.

Tras la retirada alemana una vez perdidos los combates del 6 de julio, a Winterhalder le ordenaron organizar un comando para internarse tras las líneas de los Aliados y atacar sus blindados. Además, debía informar de la posición exacta del enemigo. Requisaron unas bicicletas y partieron.

Querían rebanarme el cuello. Todos deseaban pegarme (...) Nunca había sentido la muerta tan cerca"

Aquello no salió bien y Winterhalder fue capturado por soldados estadounidenses y miembros de la Resistencia francesa. "Querían rebanarme el cuello. Todos deseaban pegarme (...) Nunca había sentido la muerta tan cerca", reflejó en sus memorias. Pero aquello no pasó y el soldado alemán nacido en Lleida salvó el pellejo. Como prisionero, fue trasladado a Inglaterra; luego a EE UU; y, finalmente, regresó a España en julio de 1948, seis años después de haberse alistado para defender al régimen nazi.

División Azul, dos años de lucha contra la URSS

Franco y Hitler en Hendaya.
Franco y Hitler en Hendaya.
EUROPA PRESS

Para entonces, aquel 6 de julio de 1944, la División Azul había dejado de pegar tiros. Tras la derrota alemana en Stalingrado, la situación de aquel contingente de voluntarios españoles cambió. De hecho, se desplegaron más tropas alemanas en relevo de las españolas.

En realidad, Franco nunca se comprometió demasiado con Hitler. En la Reunión de Hendaya, del 23 de octubre de 1940, se produjo el primer y único encuentro entre ambos mandatarios. En la conversación se habló de una hipotética entrada de España en la guerra en favor de Alemania, pero las exigencias de cada parte impidieron un acuerdo concreto. En cualquier caso, el dictador español siguió declarando su apoyo a los nazis.

Cuando en junio de 1941 Hitler lanza por sorpresa su ofensiva sobre la Unión Soviética, Franco vio la ocasión para entrar en escena sin implicarse oficialmente en la Segunda Guerra Mundial. Lo que hizo fue autorizar la creación de un Centro de Reclutamiento para los voluntarios que quisiesen ir a luchar contra los comunistas.

Voluntarios españoles de la División Azul marchan hacia sus destinos en el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial.
Voluntarios españoles de la División Azul marchan hacia sus destinos en el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial.
WIKIPEDIA/Schröter

"Una banda de andrajosos", según Hitler

Así nació la División Azul, cuyos integrantes no podían usar el uniforme oficial español. Llevaron uno de color caqui, como el de la Legión Española, con camisa azul de la Falange y boina roja, como la de los carlistas. Fueron unos 45.500, según el historiador Stanley Payne. Hitler nunca tuvo buena opinión de ellos: los consideraba "una banda de andrajosos", según relata J. M. Sadurní.

Entró en combate el 24 de junio de 1941, pero poco más de dos años después dejó de hacerlo. Tras la derrota alemana en Stalingrado, coincidió con las presiones de los aliados sobre Franco para que ordenase la vuelta de los divisionarios. Las negociaciones, iniciadas a finales de 1943, concluyeron con la orden de repatriación escalonada el 10 de octubre. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento