Valencia acoge este miércoles el III Congreso de Empresas Responsables y Sostenibles, donde compañías, administraciones y entes del tercer sector reflexionarán sobre la sostenibilidad no solo medioambiental, sino también social y corporativa. La cita abordará retos, tendencias y experiencias de éxito.
¿Qué se entiende por empresa sostenible?Es aquella que aplica políticas y estrategias de cuidado de las personas, del planeta y de buen gobierno dentro de toda su estructura, no solo con acciones puntuales, sin olvidarnos de que tiene que ser sostenible económicamente para poder desarrollar su actividad.
Es más bien una filosofía que una tendencia.Sí. El título de nuestro congreso, Sostenibilidad 360º, viene por eso, ya que tiene que abarcar todas las áreas de negocio de la empresa.
¿Cuándo surgió esta perspectiva?Tiene su origen en la responsabilidad social de hace unos años, cuando se veía como algo más filantrópico. Aunque nació así, ahora muchas empresas hacen cosas voluntariamente, pero también porque la normativa de sostenibilidad obliga a adaptar sus negocios a este tipo de prácticas e incluso los consumidores exigimos otras formas de producir y de consumir.
¿Cómo se mide?Cada empresa establece sus indicadores sociales, ambientales y de buen gobierno. Algunos pueden ser objetivos, como cambiar la flota de vehículos gasolina a eléctricos o las fuentes de energía con placas solares, que tendrán un impacto económico medible. El social es quizá más difícil de medir: el bienestar de la plantilla o cómo te perciben tus grupos de interés. La sostenibilidad es una inversión y al final redunda en una mayor productividad y en mejores datos en las empresas.
¿En qué destaca la Comunitat Valenciana en este ámbito?Hay dos tendencias generales muy guiadas por el Pacto Verde Europeo. Por un lado, la descarbonización de la industria, por la adaptación a la normativa, que vaya más allá de la exigida. Una empresa que tenga indicadores de sostenibilidad más favorables tendrá mejores condiciones de acceso al crédito. Los bancos ya están midiendo eso. Y, por supuesto, también en la parte social, de las personas que trabajan o a las que impacta la actividad. Ese es el 360º que decía antes.
¿Qué aspectos concretos abordará el congreso?Este año vamos a tratar la parte medioambiental con estrategias de adaptación al cambio climático, con la parte legal y la social, y también la nueva normativa contra el greenwashing, que es el talón de Aquiles de las empresas y a veces disuade a las responsables y sostenibles en esta era de la sobreinformación.
¿Tienen miedo de que se les acuse de greenwashing?Sí, a veces percibo un cierto temor a cómo y cuando comunicar lo que hacen por miedo a una crisis reputacional, aunque cada vez lo hacen más y mejor.
¿Qué otros temas abordarán?Hemos introducido transversales, como la inteligencia artificial en su vertiente ética, y contaremos con la presencia de Ricard Camarena, un abanderado de la sostenibilidad en la restauración.
¿Qué perspectiva ve en cuando a sostenibilidad en las empresas?Es un tema en el que se está avanzando. Nosotros, por ejemplo, en lo que llevamos de años hemos tenido cinco empresas nuevas que se han sumado al club. Se están interesando más, nos preguntan y tienen inquietudes. Somos un país de pymes y las obligadas a cumplir con la normativa son las grandes, pero estas también exigen a las pequeñas que adopten prácticas sostenibles. Es una cuestión de alianzas, un reto que tenemos como empresas pero también como sociedad.
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