Mucho más que su presencia en la UE: Sumar y Podemos se juegan si capean una crisis que amenaza con llevárselos por delante

  • Sumar aspira a lograr un cuarto escaño, que permitiría a IU mantener la representación y evitaría una crisis de impredecibles consecuencias.
  • Podemos busca sacudirse la imagen de partido en descomposición y una tribuna institucional para ganar peso en la política nacional.
  • Los morados intentan quedar lo más cerca posible de Sumar: apuestan por su colapso para ser de nuevo el primer partido en la izquierda.
  • Irene Montero reivindica el 'pensamiento Disney' porque "es el que mueve el mundo".
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, junto a la líder de Sumar, Yolanda Díaz.
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, junto a la líder de Sumar, Yolanda Díaz.
EFE
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, junto a la líder de Sumar, Yolanda Díaz.

El domingo, los ciudadanos españoles deciden quiénes serán los 61 diputados que enviarán al Parlamento Europeo para los próximos cinco años. Pero en la izquierda a la izquierda del PSOE estas elecciones deciden mucho más que la presencia en la Eurocámara: para Sumar y para Podemos son unos comicios cruciales porque les servirán para medir sus fuerzas, entre sí y en comparación con el resto de las formaciones políticas, y porque determinarán en buena medida su futuro más inmediato. No es aventurado decir que los morados se juegan su misma existencia este domingo, pero también Sumar está ante una prueba de fuego que puede definir su porvenir político.

La división del espacio a la izquierda del PSOE y las diferentes luchas internas en las que se ha visto inmerso en los últimos dos años han lastrado las expectativas de ambas formaciones. Las encuestas —las últimas se publicaron el pasado lunes— reflejan que Sumar está peleando por obtener cuatro diputados y que su estimación de voto, al menos hasta la semana pasada rondaba el 6%, mientras Podemos parece tener garantizada la representación parlamentaria y pugna por un segundo escaño. Resultados muy magros, en cualquier caso, para un espacio que logró superar con holgura el 20% de los votos hace unos años, pero que también revelan que tiene un suelo rocoso.

No obstante, los resultados que finalmente obtengan Sumar y Podemos en las urnas el domingo no solo van a traducirse en un número concreto de escaños en el Parlamento Europeo. También, inevitablemente, van a leerse en clave nacional e interna, puesto que son los primeros comicios en los que votan todos los ciudadanos españoles desde las generales del año pasado y porque, además, es la primera vez que morados y rosas se enfrentan en las urnas a escala nacional después de su abrupta ruptura, que tuvo lugar el pasado diciembre pero que llevaba muchos meses cocinándose.

¿Crees que la UE debería tener más competencias y responsabilidades?

En el caso de Sumar, el objetivo que admiten abiertamente varios dirigentes es modesto, pero a la vez cumplirlo es una necesidad imperiosa para la formación: alcanzar los cuatro diputados. Eso permitiría a la coalición que lidera Yolanda Díaz sostener que el resultado es decente existiendo un competidor en la izquierda, pero sobre todo evitaría que se abriera una crisis interna de impredecibles consecuencias, puesto que IU conseguiría mantener un escaño en la persona de Manu Pineda, que ocupa el puesto número 4 en la lista de Sumar.

Este extremo es fundamental para la estabilidad interna de Sumar, puesto que las relaciones entre IU y Díaz llevan siendo frías desde hace varios meses y la tensión alcanzó su punto más alto precisamente en las negociaciones para conformar la lista para las europeas, ya que la líder priorizó en la candidatura a Catalunya en Comú y Compromís por encima de la federación que ahora lidera Antonio Maíllo. Eso sentó fatal en una IU que ya llevaba meses meses denunciando sentirse maltratada en una organización en la que Díaz ha maniobrado para asegurarse el mando interno en detrimento, precisamente, de los partidos que la apoyan.

Con esta situación, que IU no consiguiera ni un solo eurodiputado crisparía aún más los ánimos entre la federación y la líder de Sumar. Y fuentes de la dirección de la alianza son perfectamente conscientes de que, si finalmente Sumar no logra el cuarto diputado en el Parlamento Europeo, la crisis que se abrirá será de impredecibles consecuencias. IU no es un partido más dentro de Sumar, sino quien sostiene la poca estructura que tiene la alianza fuera de Madrid y Cataluña, ya que Díaz, por sí misma, apenas tiene militancia. Y eso significa que, si IU comienza a albergar dudas sobre la viabilidad de Sumar, el proyecto correría serio riesgo.

La pelea por la dirección del espacio

Por su parte, para Podemos las elecciones de este domingo también son una prueba de supervivencia, incluso más directamente que para Sumar. Tras dos sonoros batacazos en Galicia y el País Vasco, en cuyos parlamentos autonómicos los morados no obtuvieron escaño, y después de haber renunciado a presentarse en los comicios de Cataluña para evitar un más que seguro nuevo hundimiento, Podemos se juega en las europeas el todo por el todo. Desaparecer también del Parlamento Europeo sería prácticamente el último clavo en el ataúd del partido, aunque todas las encuestas garantizan que, al menos, los morados obtendrán representación.

Tal es la importancia que Podemos da a estas elecciones que ha elegido como candidata a su número dos y la que es su figura más conocida: Irene Montero, que si se convierte en eurodiputada obtendrá una importante plataforma para pronunciarse sobre política española. Pero la cita con las urnas de este domingo no solo es clave para la supervivencia del partido: si se consigue, como parece, el objetivo de tener representación parlamentaria, el segundo propósito de Podemos es quedar lo más cerca posible de Sumar, puesto que a medio plazo los morados apuestan por un colapso de la alianza de Díaz que los posicione de nuevo como el partido principal a la izquierda del PSOE. 

Esa es la segunda batalla que se dirimirá este domingo en el espacio de la izquierda: cuál es la correlación de fuerzas entre los dos partidos dominantes. Oficialmente, Sumar trata de escapar de esta comparación y recuerda que los electores no votan igual en unos comicios europeos que en unos generales, donde sí tiene mucho mayor peso el voto útil y la concentración de los apoyos. Pero lo cierto es que, si Podemos queda a poca distancia de Sumar, la tesis sobre la que Díaz construyó su proyecto (que los morados eran un partido muerto y ella podía reimpulsar al espacio) quedaría muy en entredicho.

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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