Las urnas que decidirán sobre el futuro de Europa en los próximos cinco años están a horas de abrirse y el PSOE tiene "buenas vibraciones" sobre los resultados que emanarán de las mismas. La palabra "empate" sobrevuela desde hace días en Ferraz como una posibilidad real y en las últimas horas incluso se baraja el escenario de una victoria. Para los socialistas, ha tenido mucho que ver la campaña, que ha versado sobre el miedo a la ultraderecha y, en su recta final, sobre la defensa de la mujer del presidente, Begoña Gómez, citada por el juez a pocos días de votar. En este sentido, el efecto rebote o 'bumerán’ se ha convertido en su principal estrategia, primero resignificando la apelación a los "zurdos" del presidente argentino, Javier Milei, para movilizar a los suyos contra la ultraderecha, y en los últimos días los socialistas han convertido la imputación de Gómez en un motivo más para pedir el voto contra la "máquina del fango".

La política nacional ha ido cogiendo fuerza según avanzaba la campaña, dejando las medidas europeas sin apenas espacio en las intervenciones, actos y mítines. Si bien los socialistas contaban con que Sánchez sería un gran activo en la campaña, los días pasaron y las elecciones comenzaron a leerse cada vez más como un plebiscito entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, por lo que el presidente se erigió como el gran protagonista en los últimos actos.

El avance en la investigación sobre su mujer tuvo mucho que ver, ya que la citación del juez se produjo en la última semana de la contienda. Ni las comisiones de investigación en las Cortes por el caso Koldo, ni la aprobación de la amnistía en medio de la contienda lograron permear como temas principales de la campaña. Sí lo hizo la investigación sobre Begoña Gómez por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción privada, ya que el PSOE, lejos de esquivar la bala, la reutilizó para cargar contra la que apodó como "la máquina del fango".

Otro tema a los que la campaña socialista dio especial relevancia fue el de la "apuesta por la paz". Tanto la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como el reconocimiento de Palestina como Estado se produjeron en medio de la contienda, dos asuntos en los que el presidente y también la candidata, Teresa Ribera, han hecho hincapié. Tras este recorrido que terminó ayer, viernes, con un mitin en Fuenlabrada, el presidente del Gobierno tiene "buenas vibraciones" de cara al domingo, tal y como expresó el último día de campaña. En Ferraz también creen que llegarán fuertes a las urnas, hasta el punto de alcanzar un empate con el PP y sin descartar la victoria. Los socialistas tienen su confianza depositada en que el 'efecto bumerán' funcionará.

Ribera, rumbo a la Comisión Europea

El PSOE no solo necesita unos buenos resultados para apuntalar los del pasado 23 de julio, también de cara a una buena posición en Europa. En primer lugar, con su familia europea de socialistas y demócratas (S&D), ya que si el PSOE gana al PP, España podría ser de los pocos países en los que la izquierda resista al auge de la ultraderecha, lo que dejaría en buena posición a Pedro Sánchez. Y, en segundo lugar, también necesitan fuerza para que su candidata, Teresa Ribera, esté bien situada dentro de la Comisión Europea. 

Ribera aspira a aglutinar las políticas de Energía y Clima en una Vicepresidencia, lo que dependerá de los resultados de este domingo y de las negociaciones posteriores. Tal y como señaló la vicepresidenta tercera en una entrevista con 20minutos, su posición en la Comisión tiene que permitir trasladar la sensibilidad ambiental y climática a las distintas carteras. Para ello, los socialdemócratas necesitan fuerza en un contexto en el que la UE se replantea su política en materia de seguridad y defensa y en el que partidos como el de Meloni están en auge.