El FMI cuestiona la reducción de jornada a 37,5 horas: duda que genere empleo y aconseja que se bajen también los salarios

La presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
La presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Europa Press
La presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.

"Esta será la legislatura del tiempo". Esta frase se ha convertido en el leit motiv de Yolanda Díaz en esta segunda edición del Gobierno de coalición. La reducción de la jornada laboral máxima establecida por ley desde las 40 horas actuales a 37,5 en 2025 sin perder salario es la medida estrella de su vicepresidencia. El Ministerio de Trabajo que lidera Díaz confía en que trabajar menos horas sea un acicate para que las empresas sean más productivas, aumentar el empleo y hacer un mejor uso del tiempo. 

Sin embargo, una reducción de jornada como la que persigue el Gobierno no está exenta de riesgos. El Fondo Monetario Internacional (FMI), uno de los guardianes de las esencias de la ortodoxia económica, advierte de que no está garantizado que reducir la jornada aumente el empleo. También señala que los trabajadores pueden acabar pagando el aumento de costes que supondrá para las empresas y ven riesgo de que la renta per cápita se acabe reduciendo.

Así lo refleja el Fondo Monetario en su informe anual de la economía española en el marco del Artículo IV publicado el pasado jueves. El documento dibuja una radiografía exhaustiva sobre la situación del país. El FMI destaca la "resiliencia" de la economía española en estos tiempos convulsos y la fortaleza "excepcional" del mercado de trabajo. Factores que han llevado a la institución a revisar al alza su previsión de crecimiento para el PIB español del 1,9 al 2,5% este año.

Sin embargo, no todo son buenas noticias. El Fondo Monetario advierte sobre los elevados niveles de deuda y déficit público del país, en un contexto en el que el gasto público ligado al envejecimiento irá al alza, y se muestra crítico con algunas políticas económicas. En este aspecto, destaca el análisis que hacen los economistas del Fondo sobre la reducción de la jornada laboral. 

Experiencia francesa

El estudio extrae algunas de las lecciones que se sacaron de la reducción de jornada que adoptó Francia a finales de los 90. En primer lugar, señalan que rebajar la jornada máxima no garantiza un impulso a la contratación. "El aumento del empleo no está claro y posiblemente sería pequeño, especialmente si la semana laboral se reduce sin reducir los salarios semanales o anuales", explica el Fondo. "La experiencia francesa indica que, para minimizar las pérdidas de producción y los costes fiscales, la reducción de las horas trabajadas debe ir acompañada de una moderación salarial", añaden.

Otro punto importante es el de los costes que traería consigo la merma de horas. El FMI advierte de que, incluso si no se reducen los salarios inicialmente, los trabajadores podrían acabar asumiendo una parte del coste en forma de un menor crecimiento de los salarios en el futuro. Además, el Fondo ve "probable" que la renta per cápita se reduzca a medio plazo, una caída que cifran en torno al 2-3%.

También aconsejan al Gobierno que preste atención a cómo casa la reducción de jornada con el salario mínimo interprofesional (SMI). En concreto, recomiendan evitar que se produzcan subidas fuertes en el sueldo por hora al reducirse la jornada laboral si también se eleva el SMI. De igual modo, sugieren estudiar las consecuencias que puede tener sobre los servicios públicos cuando se aplique al sector público.

Negociación estancada

El FMI también recomienda al Gobierno que negocie la medida con los agentes sociales (sindicatos y empresarios), para minimizar los problemas que pueda generar en la actividad económica y tener más probabilidades de ganar productividad por el camino. Para ello, el Fondo aconseja tener en cuenta el impacto diferente que tendrá la medida en los sectores de la economía. Los empresarios en sectores como la hostelería han protestado ostensiblemente ante la posibilidad de un recorte de jornada. Una medida de flexibilidad que el Fondo vería con buenos ojos sería que la reducción de jornada se aplicara en cómputo anual. 

El Ejecutivo lleva meses conversando con los agentes sociales sobre cómo reducir los horarios, pero hasta ahora los avances que se han logrado han sido escasos. La última reunión, celebrada el pasado 30 de mayo, concluyó de nuevo sin acuerdo para la frustración de los sindicatos. Los sindicatos y Trabajo apuestan por una reducción de jornada que quede fijada en el Estatuto de los Trabajadores y que venga acompañadas por medidas para controlar mejor el cumplimiento de las horas trabajadas. En cambio, los empresarios prefieren mayor flexibilidad y negociar la medida convenio a convenio.

Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

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