Es mucha la gente que prefiere beber leche en su formato desnatada o semidesnatada, pero un experto ha alertado de que hacerlo puede producir una "falsa sensación de seguridad".
El experto es Julio Basulto, que ha participado en Vida sana, de Las tardes de RNE. "Si empiezas a pensarlo tiene peros: en el caso de la leche, la reducción realmente en el caso de los desnatados es muy pequeña, es un 3% en la desnatada y un 1,5% en la semidesnatada"
"Si tomas leche de una manera normal, para un café, un té, en cantidades en que normalmente los adultos la tomamos, lo que te estás ahorrando es calderilla y lo que te estás perdiendo es muchísimo porque la desnatada es mucho peor en términos de sabor que la entera", opina.
"Luego puedes creer que si es bueno para el colesterol o para el peso tomar menos grasa. Yo creo que estás entrenado en un camino chungo. Además, la industria láctea ha promovido mucho los lácteos desnatados, pero como son muy insípidos, puedes caer en la tentación de irte al batido que ya tiene azúcar, el lácteo edulcorado o añadirle tú azúcar, entonces...", prosigue el experto.
"Si quieres beber leche, disfruta la entera en dosis pequeñas y consume más alimentos de origen vegetal", recomienda.
"Es decir: estamos quitando la grasa a la leche, pero se la estamos metiendo en otras cosas que luego nos tomamos. Por ejemplo, en un helado, y se produce la llamada falsa sensación de seguridad: ya que me estoy tomando la leche desnatada me permito el lujo de ponerle más azúcar o de fumarme un porro de vez en cuando. Exagero un poco, pero es que esto pasa. Si fuera tan bueno... pero no hay pruebas de que sea tan bueno", concluye.
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