Clara, la cabra malagueña violada en la Complutense, regresa a su santuario, que se personará como acusación particular

La noticia acerca del empleado de limpieza detenido por la aparente agresión sexual a una cabra ha circulado durante más de una semana entre los estudiantes de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), convirtiéndose en el tema principal de conversación.

El 25 de mayo, una estudiante que formaba parte del alumnado interno con guardias en el Hospital Clínico Veterinario, descubrió a un empleado de limpieza reteniendo a Clara, una cabra ingresada por mastitis que forma parte de los animales que viven en el Santuario Dharma, contra una esquina. Tras alertar al personal responsable, se realizó una inspección del animal, que presentaba una ligera hemorragia y un comportamiento anómalo, incluyendo inapetencia. La citología posterior confirmó las sospechas iniciales de maltrato.

Funcionamiento del Hospital Veterinario de la UCM

El Hospital Clínico Veterinario Complutense es un centro integrado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que realiza una variedad de actividades que incluyen labores de asistencia y apoyo, trabajos de investigación y tareas docentes y educativas.

Los alumnos de la facultad pueden inscribirse en el programa de voluntariado interno del hospital, que les permite obtener créditos adicionales. Estos alumnos se dividen en grupos para atender tanto el Área de Pequeños Animales (mamíferos pequeños, aves y reptiles) como el Área de Grandes Animales (équidos, rumiantes y otros animales de abasto).

Además de los alumnos y los profesores adscritos, el equipo humano del Hospital Clínico Veterinario Complutense incluye personal técnico, de gestión, de administración y de servicios. Entre ellos están los mozos, quienes tratan directamente con los animales, limpian las cuadras y les dan de comer. También forman parte de la plantilla los empleados de limpieza, quienes no entran en contacto con los animales y se encargan de limpiar las zonas comunes del hospital.

Penas tras la reforma del código penal

Cristina Bécares, abogada especializada en derecho animal y miembro de INTERcids (Operadores Jurídicos por los Animales) y CoPPA (Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos), ofrece una perspectiva experta sobre el caso y las implicaciones legales.

Según Bécares, “por tener un interés legítimo, sería lógico y coherente que el santuario se personara como acusación particular”. En este tipo de casos, lo primero que se debe hacer es solicitar un informe pericial veterinario para acreditar el estado del animal. Este informe debe detallar tanto las lesiones físicas como las psicológicas sufridas como consecuencia del acto sexual. Las muestras de ADN, aunque no siempre están disponibles, son igualmente importantes cuando se pueden obtener.

Uno de los cambios que introdujo la reforma del código penal (Ley Orgánica 3/2023, de 28 de marzo) fue ampliar la pena máxima de 12 a 18 meses, lo cual es beneficioso para estos delitos de zoofilia. Sin embargo, la jurista también matiza que ahora el delito de maltrato animal con actos de carácter sexual exige acreditar que hay lesiones como consecuencia del acto sexual, un requisito que no existía antes de la reforma.

En términos de sanciones, las acusaciones y el ministerio fiscal pueden solicitar penas de 3 a 18 meses de prisión o una multa de 6 a 12 meses, calculada según los recursos económicos del acusado. Además, la pena incluye la inhabilitación especial de uno a tres años para ejercer cualquier profesión, oficio o comercio relacionado con animales, así como para la tenencia de animales (Artículo 340 bis).

Cristina Bécares insiste en la importancia de visibilizar estos casos de maltrato con carácter sexual contra los animales, ya que “puede suponer un indicador para otros casos que puedan estar pasando”. Existe una conexión documentada entre delitos de carácter sexual, como la pederastia o el abuso sexual a mujeres, y la zoofilia.

El Santuario Dharma

Clara es una cabra de la raza autóctona malagueña, como lo era su madre, Heidi. Nació en el Santuario de animales Dharma a principios del 2023, y supuso el primer nacimiento en el centro de rescate, lo que la convierte en un ejemplar muy especial para Francisco José González, el fundador del santuario, tal como él mismo relata en la cuenta de Instagram. 

"Lo importante es que ella está bien", afirma Fran José, quien además es abogado,  y expresa su repugnancia y vergüenza ante los acontecimientos. “Lo fundamental es que Clara esté bien. El sábado regresa al santuario, donde podré evaluar detenidamente si presenta alguna secuela”.

Hemos querido saber si se va a personar como acusación particular y nos responde afirmativamente: "Sí. Y aunque soy abogado, no estoy especializado en este tipo de delitos, por lo que contaré con la ayuda de la Red Estatal de la Abogacía Animalista (REAA), de la que soy socio fundador, y la asesoría de la oenegé Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA)". 

Como explica, en un principio, tenían la intención de permitir que el hospital veterinario siguiera el proceso legal mientras ellos se mantenían al margen. Sin embargo, dada la trascendencia del caso y con el objetivo de seguir de cerca el proceso legal para asegurar que se alcance la máxima condena posible, consideran pertinente tomar parte activa como acusación particular. 

El Santuario Dharma, ubicado en Cáceres y abierto en 2021, ha sido hogar temporal para más de 250 animales rescatados. En la actualidad, conviven 100 animales de 11 especies diferentes, donde reciben atención veterinaria, alimentación adecuada y disfrutan de un entorno de catorce hectáreas respetuoso y seguro.

Referencias: