El error que muchos cometen antes de subir a un avión y puede tener consecuencias graves de salud

Europa aprueba unificar las medidas para viajar con maletas en la cabina del avión
Imagen del interior de un avión.
Unsplash
Europa aprueba unificar las medidas para viajar con maletas en la cabina del avión

Hay mucha gente para la que subirse a un avión es una experiencia casi traumática, y algunos recurren al alcohol para tratar de afrontar durmiendo las horas de vuelo que impliquen el viaje. Pero es un error.

Tal y como recoge el Mirror en un reportaje, los hallazgos de una investigación sugieren que la combinación de presión en la cabina a gran altitud y alcohol en vuelo podría ejercer una tensión innecesaria en los corazones de pasajeros, incluso los jóvenes, si están dormidos.

Se cree que este cóctel de factores reduce los niveles de oxígeno en sangre al tiempo que acelera la frecuencia cardíaca. 

Científicos del Instituto de Medicina Aeroespacial de Alemania expresaron su preocupación: "El consumo de alcohol a bordo es un riesgo para la salud subestimado que podría evitarse fácilmente", afirmaron. "Puede ser beneficioso considerar modificar las regulaciones para restringir el acceso a bebidas alcohólicas a bordo de los aviones", añaden.

El estudio genera temores sobre los problemas cardíacos durante los vuelos, ya que las estadísticas muestran que las complicaciones relacionadas con el corazón representan el siete por ciento de todas las emergencias médicas durante los vuelos.

Además, los paros cardíacos provocan el 58 por ciento de todos los casos de desvío de aviones. Como se publicó en la revista Thorax, los investigadores destacaron que se sabe que los entornos hipobáricos reducen los niveles de oxígeno en la sangre y aceleran la frecuencia cardíaca.

Estos expertos enfatizaron además que los pasajeros aéreos con enfermedades cardíacas preexistentes presentan un mayor riesgo de sufrir síntomas exacerbados debido a la menor presión en la cabina en altitudes de crucero, que empeora cuando duermen. Si a esta ecuación se añade el alcohol, que normalmente se consume en pleno vuelo, la situación empeora, reiteraron.

En un intento por comprender los efectos del alcohol y el sueño en ambientes con poco oxígeno, los científicos llevaron a cabo un experimento con 48 participantes de entre 18 y 40 años. Los sujetos pasaron dos noches en un laboratorio del sueño o en una cámara de altitud, que imita las condiciones de un avión a altitud de crucero.

En una de estas noches, los participantes consumieron alcohol. Los investigadores llevaron a cabo estudios del sueño y controlaron de cerca la frecuencia cardíaca y los niveles de oxígeno en sangre. Descubrieron que la combinación de alcohol y una baja concentración de oxígeno en altitudes elevadas afectaba negativamente la calidad del sueño, ejercía presión sobre el sistema cardiovascular y provocaba períodos prolongados de niveles bajos de oxígeno en la sangre.

El estudio concluyó: "En conjunto, estos resultados indican que, incluso en individuos jóvenes y sanos, la combinación de la ingesta de alcohol con el sueño en condiciones hipobáricas supone una tensión considerable para el sistema cardíaco y podría provocar una exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares".

20minutos

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