El alquiler de pisos turísticos lleva años en auge debido a su alta rentabilidad. Así, en detrimento de la oferta residencial, que cada vez es más escasa, un gran número de arrendadores apuestan por poner sus domicilios al servicio del alquiler vacacional, ya que con una semana son capaces de obtener más beneficio que con un mes de arrendamiento de larga estancia.
Sin embargo, este tipo de modelo puede generar todo tipo de problemas a los vecinos donde se ubica el inmueble, como suciedad y ruidos, y reduce la oferta de propiedades que se ponen en alquiler tradicional. Por ello, las denuncias a este tipo de pisos han aumentado, más aún cuando un gran número de ellos son, en realidad, ilegales, ¿cómo se denuncian este tipo de pisos?, ¿cómo sabemos si son ilegales?
La respuesta a esta última pregunta depende de una serie de condiciones. Para que un piso sea ilegal debe carecer de las autorizaciones administrativas correspondientes. Así, existen muchos pisos que no han informado de su actividad al ayuntamiento de su localidad. De la misma manera, tienen que estar inscritos en el Registro de su comunidad autónoma como tal.
Sin embargo, la realidad es que este asunto resulta complejo, ya que cada comunidad tiene su propia normativa. En Andalucía, por ejemplo, el tiempo máximo que puede estar alquilado un piso de este tipo son dos meses, mientras que en Cataluña son 31 días.
De la misma forma, existen otras cuestiones que caracterizan un piso turístico ilegal. Entre ellas, un apartamento turístico totalmente en regla debe contar con un teléfono directo las 24 horas con el propietario del inmueble en caso de que haya alguna emergencia. Además, debe estar al corriente de pago de todos los impuestos y tasas y debe contar con un registro de los turistas que pasan por la vivienda.
Asimismo, la ocupación máxima de un inmueble de este tipo debe estar acorde a la densidad establecida por las normas urbanísticas que operan en la zona donde se localice. En caso de que alguno de estos puntos no se cumpla y se produzca una inspección inmobiliaria, los inspectores podrían desalojar a los turistas y precintar la vivienda para impedir que se produzca una nueva ocupación.
¿Cómo hacer para denunciar?
Para denunciar que un piso turístico es ilegal, los pasos varían en función de la comunidad autónoma en la que se encuentre. Sin embargo, el procedimiento general suele ser el mismo. Si alguien quiere acudir a interponer una denuncia se deben reunir todas las pruebas posibles de que no se cumplen las condiciones necesarias.
Así, se puede recopilar información extraída de los anuncios de la vivienda que se producen en las plataformas de Internet, de los movimientos de personas que opera, o de las molestias que produce. También se puede verificar si el apartamento está inscrito en el registro de empresas de cada comunidad.
Tras ello, se debe elegir el organismo al que se va a acudir a denunciar, que puede ser ante la Comunidad de propietarios, ante el Ayuntamiento o la Consejería de Turismo de la región. Se deben presentar los datos personales de la persona que denuncie, así como los datos de la dirección que se quiera denunciar.
Una vez presentado el escrito, el organismo correspondiente al que se haya presentado investigará y tomará las medidas oportunas. Además, si se quiere saber en qué estado se encuentra el procedimiento se puede llamar a las administraciones para conocerlo.
¿Puedo denunciarlo por ruidos?
Además, aunque un piso turístico sea legal, también puede ser denunciable. Uno de los motivos, por ejemplo, puede ser el ruido o que se desarrollen actividades ilegales en el interior de la vivienda. Así viene recogido en el artículo 7 de Ley de Propiedad Horizontal (LPH), que establece que "al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, pleigrosas o ilícitas".
De la misma forma, cabe destacar que, hasta hace poco, para que un piso fuera considerado ilegal, su prohibición tenía que estar recogida en los estatutos de la comunidad de vecinos. Sin embargo, ahora solo es necesario contar con la aprobación de la mayoría de residentes en una junta extraordinaria que se convoque para tal fin.
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