La Policía Nacional ha detenido a seis hombres y a una mujer tras interceptarlos mientras viajaban a bordo de un único vehículo. Tras una persecución por diferentes calles de Jaén, en la que llegaron a arrojar una escopeta por la ventanilla trasera, las autoridades consiguieron arrestarlos. En su mayoría, este grupo cuenta con un amplio abanico de antecedentes delictivos, como presuntos autores de delitos de tenencia ilícita de armas, amenazas y resistencia y desobediencia.
En el momento de la detención, uno de los ocupantes consiguió darse a la fuga, pero volvió a ser detenido en menos de 72 horas. Los agentes intervinieron en el interior del vehículo dos escopetas, municionadas listas para ser usadas, además de una catana, un bastón-estoque y setenta cartuchos de escopeta.
Huida a pie
Los hechos de los que ahora ha informado la Policía Nacional se registraron el 2 de junio, alrededor de las 2.30 horas, cuando los agentes de Seguridad Ciudadana observaron un turismo circulando con siete ocupantes en su interior.
La patrulla activó las señales luminosas y acústicas del vehículo policial al objeto de interceptar al mismo y, aunque en un principio el vehículo paró, luego emprendió la huida cuando los agentes se dirigían a pie hacia ellos.
Tras una persecución en la que los detenidos llegaron a circular en sentido contrario por algunas calles, todo concluyó al entrar el turismo en una calle sin salida. En ese momento los agentes vieron como desde la ventanilla trasera arrojaban una escopeta a la vía pública, para después parar en seco y salir del turismo a toda prisa un varón que rápidamente se introdujo en una vivienda.
Insultos y amenazas
Fue en ese preciso instante cuando los agentes se acercaron al vehículo indicando a los pasajeros que salieran del mismo, recibiendo multitud de insultos y amenazas de muerte por parte de los ocupantes.
Los agentes solicitaron el apoyo de un indicativo de Policía Local, inspeccionando juntos el interior del vehículo, encontrando el resto de armas y procediendo a su detención. Los arrestados, una vez en dependencias policiales, siguieron insultando y amenazando a los agentes, llegando uno de ellos a intentar agredirlos y a querer huir.
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