Jason Momoa sube al escenario a sus hijos para que toquen y canten con él

Quizá sigan los pasos de su padre y de su madre en el mundo de la interpretación... O quizá se decanten por el otro en el que destaca gran parte de su familia. Sea como fuere, lo que es seguro es que no le temen al escenario, porque a pesar de ser todavía menores, los hijos de Jason Momoa no dudaron en subirse con el actor en su último concierto y formar parte del espectáculo.

El intérprete de Aquaman o Juego de tronos ha sido el último en sumarse a la larga lista de celebrities que han cantado o tocado con sus retoños en un directo —como Mariah Carey, Isabel Pantoja,Andrea Bocelli o Beyoncé—, como demuestran las imágenes obtenidas por el portal de noticias TMZ de este pasado fin de semana.

Momoa, quien a principios de año por fin llegaba a un acuerdo de divorcio con la madre de sus hijos, la también actriz Lisa Bonet, ofreció recientemente un show con su grupo, ÖOF TATATÁ, en el escenario Sunset Room Hollywood, un local ubicado muy cerca del famoso Paseo de la Fama de Hollywood en Los Ángeles.

En un momento dado, aunque por separado, invitó a su pequeños a que interpretasen con él y el primero fue su hijo, Nakoa-Wolf, de 15 años, con quien disfrutó haciendo un cara a cara con sus guitarras que fue jaleado por el público asistente.

Sorprendió comprobar, además, cuánto se está empezando a parecer a su padre, tanto en ese cabello encrespado que va camino de ser una melena hasta en la vestimenta, con una muy similar camiseta sin mangas.

Acto seguido, fue el turno de Lola, su hija de 16 años, quien subió al escenario para ponerse a las manos del micrófono principal y cantar una de las canciones más famosas de Amy Winehouse, Valerie, que ya se está convirtiendo en un clásico en karaokes y en centros de enseñanza vocal para cantantes que están empezando.

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Ambos hijos, cuando acabaron sus actuaciones, se fundieron en un cálido abrazo con su orgulloso padre. Quién sabe si comienzan así una fructífera carrera en el mundo de la música o si, por el contrario, ha sido un momento puntual que les ha servido para unirse todavía más de lo que ya lo están.