Doble revés para Netanyahu: el adiós de Gantz erosiona su Gobierno mientras Biden ya se plantea negociar unilateralmente con Hamás

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
EFE / Oficina del primer ministro de Israel
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha emprendido este lunes su octava gira por Oriente Próximo para tratar de cerrar un alto el fuego en Gaza que continúa lejos de aprobarse. Sobre todo tras la ruptura del llamado Gobierno de unidad israelí formado tras el atentado de Hamás del 7 de octubre. La dimisión del opositor Benny Gantz ha dejado a Netanyahu solo junto a sus socios de ultraderecha, que rechazan la propuesta de paz de Biden y han aumentado la presión sobre el líder israelí para que continúe con su ofensiva. Ante la perspectiva de que no se llegue a un acuerdo para acabar con la guerra, altos funcionarios estadounidenses han asegurado a NBC News que EEUU ya se plantea negociar bilateralmente con Hamás para liberar a los rehenes con nacionalidad estadounidense. 

La primera parada del viaje de Blinken ha sido El Cairo, donde se ha reunido con el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, con el que ha "revisado los últimos avances en los esfuerzos conjuntos para alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza e intercambiar rehenes y prisioneros", comunicó la Presidencia egipcia en una nota de prensa. Además, también se habló de la entrega de ayuda humanitaria, ya que este martes se celebrará en Jordania una conferencia para dar una respuesta humanitaria a la guerra organizada por el reino hachemita, las Naciones Unidas y Egipto en la que habrá representantes de más de 70 países, incluido España.

Por su parte, Blinken no solo ha agradecido a Egipto su papel de mediador en las negociaciones, sino que también ha hecho un llamamiento a los países árabes para que presionen a Hamás para que acepte la propuesta de tregua en Gaza, ya que aseguró que era el único "obstáculo". En el mismo sentido se ha pronunciado en su encuentro con Netanyahu en Israel durante su visita en la tarde del lunes. Un comunicado posterior reconocía que Blinken subrayó el compromiso férreo de Estados Unidos con la seguridad de Israel y que la propuesta de paz de Biden "desbloquearía" la tensión en la frontera de Israel (en referencia a los atraque cruzados con Hizbulá en Líbano) y "una mayor integración con los países de la región". El secretario de Estado también habría actualizado a Netanyahu los esfuerzos diplomáticos para planificar el período posterior al conflicto.

Pese a las palabras de Blinken, lo cierto es que los pormenores del supuesto acuerdo no están del todo claros. La propuesta presentada por Biden incluía tres fases en las que se produciría el cese de los combates, un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, una retirada gradual de las tropas israelíes de Gaza y la puesta en marcha de un plan de reconstrucción del enclave palestino. No obstante, Netanyahu ha negado que vaya a haber un alto el fuego permanente, llegando a decir públicamente que el plan presentado por Biden tenía "lagunas" y que no se retirarían hasta "eliminar a Hamás".

Mientras tanto, el grupo islamista que gobierna de facto Gaza no ha dado una respuesta oficial, pero sí ha insistido en que si se produce el alto el fuego permanente y una retirada total de las tropas israelíes, lo aceptaría. Blinken ha asegurado este lunes desde Egipto ante la prensa que Tel Aviv ha dado luz verde y que solo falta Hamás. La falta de avances en cuanto al tiempo que duraría el alto el fuego cuestiona que Israel haya aceptado el plan, por lo que o hay puntos de dicho acuerdo que no se han hecho públicos o se han cambiado tras la negativa del Gobierno israelí a ceder en la retirada total. Según el secretario de Estado, se trata de una propuesta "muy cercana" a algo que el grupo islamista palestino "aceptó previamente".

Desde donde también se está tratando de presionar diplomáticamente es en Naciones Unidas. Este lunes EEUU ha presentado su versión final para la votación del Consejo de Seguridad en la que espera recibir apoyo a su propuesta de tregua. La resolución llevaba una semana circulando pero en las últimas horas se ha modificado para incluir no solo exigencias a Hamás, sino también a Israel, al que se le pide "rechazar todo intento de modificación territorial o demográfica en Gaza, incluyendo cualquier acción para reducir el territorio".

Ante la perspectiva de que la propuesta de alto el fuego no salga adelante, la Administración Biden estaría ya trabajando en una posible negociación unilateral con Hamás para liberar a los cinco rehenes estadounidenses que siguen en Gaza, según han reconocido dos altos funcionarios estadounidenses y otros dos ex altos funcionarios. Preguntados por esta información, la Casa Blanca ha declinado hacer comentarios, mientras que la oficina del primer ministro israelí ha afirmado a medios israelíes que "Israel da la bienvenida a cualquier intento de liberar a rehenes".

Un Gobierno en horas bajas

La visita de Blinken se produce en horas bajas del Gobierno de Netanyahu. A la presión de las familias de los rehenes para que acepte una tregua se suma la dimisión este domingo del ministro del Gabinete de Guerra Benny Gantz, rompiendo así con el Ejecutivo de unidad creado tras los ataques de Hamás en octubre. Gantz, lider de la oposición, había aceptado participar como "forma de patriotismo", pero tras su renuncia ha reconocido que "Netanyahu les impide avanzar hacia una verdadera victoria". A él le siguió el ministro sin cartera y miembro observador del Gabinete de guerra, Gadi Eisenkot, así como Chili Tropper, otro miembro del partido Unidad Nacional.

La renuncia de Gantz fue criticada por Netanyahu poco después de hacerse pública. "Israel está en una guerra existencial en varios frentes. Benny este no es el momento de abandonar la campaña, este es el momento de unir fuerzas", dijo Netanyahu en X (antes conocida como Twitter). Así mismo, Netanyahu insistió en que las puertas permanecen abiertas a "cualquier partido sionista" que quiera colaborar en la derrota de los "enemigos y garantizar la seguridad" de Israel.

Esta dimisión fue aprovechada por el ministro de Seguridad Nacional, el colono y ultraderechista Itamar Ben Gvir, que pidió asumir ese derecho a voto que tenía Gantz en el Gabinete de guerra. Además, el otro socio ultraderechista de la coalición, Bezalel Smotrich, criticó la marcha del opositor. "No hay acto menos majestuoso que dimitir de un Gobierno en tiempo de guerra. Cuando aumentan las amenazas en el norte, cuando los secuestrados siguen muriendo en los túneles de Hamás y cuando decenas de miles de residentes están fuera de sus casas", dijo Smotrich en sus redes sociales. "Esto es exactamente lo que buscaban Sinwar, Nasrala e Irán y, lamentablemente, ustedes están cumpliendo su petición".

Pese a la ruptura del apoyo de la oposición al Gabinete de guerra, lo cierto es que, por el momento, no parece que se vaya a traducir en unas nuevas elecciones, ya que la coalición de Netanyahu mantiene su mayoría de 64 escaños en el Parlamento israelí. Lo que sí supone es el fin de esa unidad que trataba de plasmar el Ejecutivo israelí sobre su acciones en Gaza, ahora criticadas no solo por la izquierda, sino también por el centro-derecha; introduciendo más presión a un primer ministro al que movilizaciones masivas exigen desde hace meses (incluso antes del inicio del conflicto en Gaza) su dimisión. 

Redactor '20minutos'

Redactor de Internacional, Exteriores y Defensa. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Múndo Árabe e Islámico por la Universidad de Barcelona. En 20minutos desde diciembre de 2020. Escribo sobre conflictos armados, derechos humanos y geopolítica.

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