Las clarisas de Belorado tienen hasta 15 días para ratificar su decisión de dejar la Iglesia y ser excomulgadas

Tres monjas del convento de Belorado.
Tres monjas del convento de Belorado.
EFE
Tres monjas del convento de Belorado.

La Iglesia católica ha dado entre diez y quince días de plazo para que una decena de monjas en España, las clarisas de Belorado, se retracte o ratifique su decisión de renegar de la Santa Sede para seguir a un falso obispo, lo que conllevaría su excomunión. 

Fuentes del Arzobispado de Burgos, la provincia española donde se encuentra el convento de clausura de esta comunidad de clarisas, han explicado este lunes que diez de las quince monjas deben responder a una acusación de delito de cisma ante un tribunal eclesiástico.

Las otras cinco son las más mayores y no se han expuesto públicamente, pero el resto deberá aclarar una a una si ratifican su salida de la Iglesia católica, tal como anunciaron el pasado 13 de mayo con un manifiesto de setenta páginas, o si se retractan. No se puede excomulgar a un grupo, sino que la excomunión es individual.

El plazo es de quince días naturales desde el pasado viernes menos para tres de ellas, que es de diez. Estas tres religiosas, entre ellas la que ejercía de abadesa, firmaron una denuncia contra el arzobispo, Mario Iceta, acusándole de abuso de poder, usurpación de representación legal y vulneración del derecho de libre asociación.

La Santa Sede nombró al arzobispo comisario pontificio, con plenos poderes sobre los monasterios de estas monjas, que reclamaron la tutela de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli. Esta considera como último papa legítimo a Pío XII, fallecido en 1958, lo que para muchos es una secta fundada por el español Pablo de Rojas, el falso obispo excomulgado.

De Rojas y el falso cura José Ceacero se encuentran con las religiosas en el monasterio de Belorado, en el norte de España, aunque el Arzobispado ha pedido que lo abandonen. El Arzobispado dio además un plazo de dos días, que concluye este lunes, para que las clarisas entreguen una copia de las llaves del monasterio, pero sin exigir que ellas abandonen el convento.

Tras el anuncio del cisma afloró un conflicto por la venta de un convento de estas monjas, famosas por sus chocolates, que la Iglesia rechazó por el temor de que detrás estuviera un comprador como De Rojas. El caso acabó en los tribunales, al reclamar las religiosas cerca de 1,6 millones de euros por supuestas obras realizadas. 

Ni darán llaves ni irán al Tribunal Eclesiástico

La Pía Unión Sancti Pauli Apostoli -bajo cuya tutela se han puesto las clarisas de Belorado y Orduña- ha acusado al Arzobispado de Burgos de intentar imponer el Derecho Canónico para disolver la comunidad religiosa a través de la excomunión y quedarse con los conventos. Asimismo, ha avanzado que no entregarán las llaves ni se presentarán ante el Tribunal Eclesiástico.

Así lo ha asegurado José Ceacero, miembro de la Pía Unión erigido en portavoz de las monjas, quien ha insistido en que las clarisas ya no reconocen la autoridad del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, por lo que no van a atender a ninguno de los requerimientos que formalmente les hizo el pasado 6 de junio. "No van a entregar las llaves y menos con un requerimiento canónico", ha afirmado, en referencia a la petición de que entreguen una copia de las mismas a Iceta.

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