Falta de dinero y oportunidades, entre las trabas de las personas con discapacidad para viajar: "Aún está presente la sobreprotección"

La económica sigue siendo la mayor traba de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo a la hora de viajar.
La económica sigue siendo la mayor traba de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo a la hora de viajar.
Henar de Pedro
La económica sigue siendo la mayor traba de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo a la hora de viajar.

Plena Inclusión hizo públicos hace unas semanas los resultados de una encuesta que realizó junto con la Red Estatal de Ocio. Su objetivo era conocer cómo viajan y pasan sus vacaciones las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo en España: con quién viajan, cuánto, sus necesidades de apoyo, preferencias o las limitaciones que encuentran a la hora de viajar o planear sus vacaciones.

Entre los datos, destacan las dificultades que se encuentran a la hora de viajar o planificar sus vacaciones, pues según esta encuesta, que han respondido 870 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo de toda España, la gran mayoría se sigue encontrando trabas para poder viajar.

La principal, la económica, pues un 35% de las personas encuestadas asegura no tener suficiente dinero para viajar. Aunque es cierto que el tema económico afecta a muchos ciudadanos a la hora de ir de vacaciones, a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, les afecta aún, como reconoce Beatriz Vega, responsable del programa ‘Vacaciones’ de Plena inclusión España, "tienen pocas opciones de trabajo remunerado y se enfrentan además a barreras para acceder a un empleo", asegura.

Una tasa de desempleo es tres veces mayor que la de las personas sin discapacidad y unos sueldos más bajos, son las barreras principales, "cuando acceden al empleo, muchas veces tienen sueldos bajos que no les permiten viajar. Por eso, hay personas que solo pueden viajar en grupo con el apoyo de una asociación o con su familia, lo que conlleva que sus vacaciones sean más baratas, pero a la vez, que tengan un menor poder de decisión", añade.

Que tres de cada cuatro necesiten apoyo para viajar también repercute a nivel económico, "si viajan con una asociación, generalmente es acompañadas por un profesional. Esto supone un sobrecoste en el precio de las actividades y no siempre hay suficientes profesionales para prestar apoyos individualizados. El problema es económico y de disponibilidad", añade Beatriz.

Hay personas que solo pueden viajar en grupo con el apoyo de una asociación o con su familia, lo que conlleva que sus vacaciones sean más baratas

Confiar más en sus capacidades 

Muchos de ellos, hasta un 36% alega otra serie de motivos sin determinar, pero otras trabas que se encuentran son no tener con quien ir al viaje (15%), la por falta de personal de apoyo para ir al viajar (13%), que no les dejan ir (13%), no tener tiempo (13%) o la falta de oportunidades (11%).

La falta de oportunidades se debe, sobre todo, a que sus necesidades se dejan a menudo en un segundo plano, "como muchas personas con discapacidad intelectual viajan en grupos organizados y no hay mucha oferta de viajes, hay poco margen para elegir. Muchas veces las fechas dependen de la disponibilidad de apoyos, los sitios de la accesibilidad y de los precios", se lamenta.

La sombra de la sobreprotección, como señalan desde Plena Inclusión, sigue estando detrás de algunas de estas dificultades, "sigue estando presente en las familias y también en muchos profesionales. Es importante creer en las capacidades de cada persona, respetar sus gustos y preferencias, y dar apoyos personalizados para que puedan disfrutar de un ocio de calidad".

Además, el ocio es precisamente uno de los espacios que más les permiten desarrollarse, "no es competitivo, no requiere un rendimiento concreto y en él las personas pueden mostrarse como son. Eso lo convierte en un espacio muy potente para fomentar la autonomía y la toma de decisiones en las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo".

Desde Plena inclusión Beatriz Vega invita a familias y asociaciones precisamente a lo contrario, a que confíen en sus capacidades a la hora de viajar, "hay que confiar en las capacidades de las personas, darles tiempo y espacio para que puedan decidir cómo quieren que sean sus vacaciones y reivindicar que tengan apoyos personalizados y que estos no les supongan un sobrecoste". 

Para lograrlo, lo ideal es que, desde el inicio, estas personas pudieran participar en todo el proceso, "si las personas con discapacidad intelectual estuvieran involucradas en la organización de los viajes estarían más ajustados a sus necesidades ya sus deseos", concluye. 

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