Las elecciones europeas han pasado, pero en realidad todo acaba de empezar. Llega el momento de elegir los nuevos altos cargos de la UE, llega el momento de negociar; llega el momento de la verdadera partida de ajedrez. Cada familia política está eligiendo a sus 'jugadores' para ver cómo encajan todas las piezas de cara a la nueva legislatura, y en los socialdemócratas quienes llevarán la voz cantante serán el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, tal como confirmaron ya este lunes fuentes socialistas. Sánchez, de hecho, es quien más entero llega en este sentido: manda en su Gobierno nacional y además mantiene mucho cuerpo con 20 eurodiputados, con el PSOE solo superado por el PD italiano dentro de los progresistas.
Dado el mal resultado del SPD alemán y la debilidad de Scholz, Sánchez tendrá la tarea de compensar la debilidad de sus colegas a nivel nacional y de arrancar de nuevo un alto cargo para su grupo político, tal como hizo en 2019 logrando el Alto Representante para Josep Borrell. Ahora, eso sí, España no tendrá, parece, un sitio en ese top 4 de cargos (Comisión Europea, Consejo Europeo, Parlamento Europeo y Alto Representante). Pero la mirada es más larga.
La aplastante victoria del Partido Popular Europeo (PPE) hasta los 189 escaños, y siendo el único grupo de los centristas que mejoró su resultado de hace cinco años, hace que el cargo de presidenta de la Comisión Europea lleve, casi al cien por cien, el nombre de Ursula von der Leyen. Para el Parlamento Europeo tampoco se prevén grandes cambios y salvo sorpresa la primera parte de la legislatura la completará en el asiento de mando Roberta Metsola, hasta cumplir cinco años en la 'capitanía' de la Eurocámara.
Así, el objetivo de S&D será la presidencia del Consejo Europeo y en la lista hay dos nombres que sobresalen: Antonio Costa y Enrico Letta. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene cada uno? El luso todavía no tiene cerrada la causa por la que tuvo que dimitir como primer ministro, pero ya está confirmado que su implicación fue nula. No solo está muy bien visto por sus colegas socialistas, sino que también cuenta con buena opinión entre sus oponentes. De hecho, el Gobierno portugués ahora liderado por el centroderecha ya le ha dado su apoyo si decide dar el paso. Costa, además, representaría la cuota de un país ibérico, que también es un factor a tener en cuenta.
Letta también cuenta con bastantes opciones. De hecho, numéricamente le lleva la delantera a Costa porque su partido, el PD (del que fue candidato en las últimas elecciones generales en Italia), es el mayoritario dentro de la familia socialdemócrata. Además, tiene buena sintonía con el segundo de a bordo, que es el PSOE. El ex primer ministro italiano tiene buen cartel en Bruselas y de hecho la Comisión Europea le encargó hace meses un informe sobre el estado del mercado único que fue muy bien acogido a todos los niveles. En cambio, podría encontrarse con el voto en contra de Giorgia Meloni, algo que quizá se podría salvar en el caso de Costa.
España, si todo sale acorde a los rumores, tendrá que 'conformarse' con una vicepresidencia fuerte en la nueva Comisión Europea para Teresa Ribera. Ella misma ha reconocido ya en una entrevista en la Cadena Ser que ese es el camino, aunque el Pacto Verde pase a un segundo plano en la agenda de la nueva legislatura. Si pasa el examen de la Eurocámara lo tendrá hecho, así que Sánchez en realidad no necesita centrarse como negociador en 'su parte' de la tarda, sino que tendrá que potenciar otros nombres de sus socios, no solo en lo referente a los altos cargos sino también con los nombres que ocupen un segundo escalón.
Habrá que tener cada vez más puesto el ojo sobre los altos cargos de las agencias importantes, que son puestos muy jugosos
Hay que prestar atención a los matices, según fuentes consultadas por 20minutos. "Habrá mucha tela que cortar a nivel de vicepresidencias y carteras" de la nueva Comisión, con algunas de ellas incluso con más empaque que el encargo de jefe de la diplomacia europea, ahora en manos de Josep Borrell. Temas como la defensa o la industria, así como el mercado interior parecen ser más decisivos en la nueva legislatura que otros como economía o clima, aunque este último seguirá siendo una prioridad para la parte progresista del mapa ideológico.
No todo está en la superficie. "Habrá que tener cada vez más puesto el ojo sobre los altos cargos de las agencias importantes, que son puestos muy jugosos y también entran en el reparto político entre países", añaden las fuentes, en referencia por ejemplo a cargos del estilo de la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), en manos de Nadia Calviño. Los equilibrios, por lo tanto, se dan a dos bandas: entre familias políticas, pero también entre países.
El cargo de Alto Representante deja todavía alguna duda. El orden de los factores en el Parlamento Europeo dice que debería ser un cargo para un liberal, donde Kaja Kallas, la primera ministra estonia, tiene todas las de ganar. Este sería un espaldarazo a un país pequeño y, sobre todo, una buena noticia para los Bálticos en plena invasión rusa de Ucrania. Esto podría cambiar si Giorgia Meloni hace mucha presión a nivel de líderes, con ECR consolidándose: ahora, si Italia se queda con el Consejo Europeo esta puerta se cierra para Roma; Polonia y República Checa esperan un guiño que se ve algo más lejano. Se da una escena en la serie Parliament en la que se asimila el reparto de altos cargos en la UE con un efecto dominó. No va desencaminado. De momento, las piezas empiezan a moverse... y no hay partida para todos.
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