¿Es el tiempo o la producción lo que se paga en nuestro país? Esta es la pregunta que muchos se hacen a menudo, mientras ven pasar las horas frente al ordenador de una oficina, bajo la atenta mirada de supervisores, jefes y coordinadores, que cronometran el tiempo de vida que le dedicamos a nuestro trabajo, más que la calidad del resultado final del mismo. 

La buena noticia es que ante un panorama algo desolador, las tendencias son cambiantes. Hace años, por ejemplo, teletrabajar en remoto o de manera híbrida no era una opción para casi nadie. Después llegó la pandemia del covid y todos: empresas, empresarios y empleados, tuvimos que adaptarnos. Ahora algunos comienzan a subirse a un nuevo barco: el cronotrabajo.

El cronotrabajo: trabajar por objetivos 

Las nuevas generaciones de trabajadores tienen nuevas prioridades: trabajar para vivir; vivir bien; vivir mucho. Y para ello hace falta trabajar menos. O más bien, trabajar mejor. Por eso, el cronotrabajo comienza ser una opción muy valorada en algunos sectores: permite a los trabajadores elegir sus horarios libremente para ser más productivos. 

Este sistema de trabajo puede funcionar en sectores donde los trabajadores deben cumplir con una serie de objetivos o proyectos a largo plazo, que no exigen disponer de una actividad continúa las 24 horas del día. El ejemplo más claro son los perfiles IT, cuyo trabajo puede concretarse por tareas. Una encuesta de Walters People ha revelado un destacable dato: el 72% de los entrevistados utilizaría el 'cronotrabajo' para empezar más temprano a trabajar y así salir antes. Por su parte, el 19% lo emplearía para ir alternando de horarios; el 5% para empezar y terminar tarde y solo el 4% mantendría su horario actual de oficina.

Hay cuatro tipos de cronotipos según el psicólogo clínico y "médico del sueño" estadounidense Michael Breus. Según sus encuestas, el 55% de las personas encuentra su pico de productividad a la mitad del día (de 10:00 a 14:00 horas); El 15% se adapta mejor a empezar temprano en la mañana; El 15% trabaja mejor hasta altas horas de la noche; y el 10% tiene un ritmo circadiano más errático, que puede variar de un día a otro.

Beneficios del cronotrabajo

Entre los beneficios más claros del cronotrabajo, según la encuesta realizada por Walters People, empatan dos ventajas: poder disfrutar de una mayor salud mental y disponer de una mayor concentración y productividad laboral. Por último, un 10% hablan de la mejora del sueño.

"Hemos visto en los últimos 4 o 5 años cómo lo que ofrece una empresa, a nivel de flexibilidad horaria, paquete salarial, contar con frutas o café por la mañana… está cobrando más importancia" afirma Fabián Tesorero, Associate Director en Walters People. 

Muchas empresas están entendiendo que satisfacer las necesidades de los empleados contribuye a mejorar la productividad y satisfacer la demanda de trabajadores de la compañía. 

En España, Tesorero afirma que "el crecimiento de los últimos años, con la apertura de hubs tecnológicos y otros centros estratégicos, desembarcando potentes empresas extranjeras" se está empezando a dar esta modalidad de trabajo.