La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio de Zerain (Guipúzcoa) por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores. La pareja, propietaria de un caserío donde elaboraba queso Idiazabal, explotaba a sus empleados, en situación ilegal y sin contrato: trabajaban los siete días de la semana sin descanso, incluso cuando estaban enfermos, y cobraban entre 300 y 400 euros al mes.
La investigación arrancó el pasado 29 de mayo, tras una solicitud de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Guipúzcoa. En las primeras pesquisas averiguaron que los trabajadores se dedicaban al cuidado y limpieza de un rebaño de ovejas latxas. En el momento de la inspección, los agentes encontraron a cuatro trabajadores, todos ellos sin contrato de trabajo y, además, tres se encontraban en situación irregular.
Fueron los propios empleados los que explicaron a la Policía que las jornadas laborales eran de siete días a la semana, que no tenían posibilidad de descanso —incluso cuando estaban enfermos— y cobraban un salario de entre 300 y 400 euros al mes. No recibieron ningún tipo de formación en labores de cuidado de ganado ni contaban con equipos de protección individual.
La Policía procedió a la detención del matrimonio el pasado 5 de junio y fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Tolosa. Tras declarar ante el juez, ambos quedaron en libertad.
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