La batalla judicial contra la amnistía quedó abierta este martes con la publicación de la ley en el Boletín Oficial del Estado. No obstante, el principal partido de la oposición se dará su tiempo para recurrirla. El PP tiene tres meses para atar bien el recurso que lleva anunciado casi desde que Pedro Sánchez pronunció por primera vez la palabra amnistía. Así, la dirección nacional del partido no se ha autoimpuesto ningún plazo ni ha armado, por ahora, ninguna estrategia coordinada con sus 11 comunidades autónomas, que también darán la batalla contra la que consideran una norma inconstitucional que quiebra la igualdad de todos los españoles al beneficiar únicamente a Cataluña. 

Alberto Núñez Feijóo prioriza armar un buen recurso a liderar la respuesta adelantándose a otras formaciones o incluso a otras comunidades. Por el contrario, hay algunos barones populares que ya avanzan que esperarán a conocer las cuestiones prejudiciales antes de presentar su propio recurso aunque ya lo tengan listo. En Génova aseguran que respetan la decisión de sus presidentes autonómicos porque, según fuentes del PP, Feijóo ha dado libertad a sus barones para que presenten sus denuncias cuando estimen oportuno. "No nos importa que se presenten a la misma hora el mismo día sino que los servicios jurídicos de cada gobierno autonómico encuentren los argumentos para tumbar la ley". 

En Génova aseguran no tener ni prisa ni un calendario marcado. "Iremos analizando quién va pidiendo el amparo de esta ley y en qué plazos". Además, en el PP mantienen que además de ser inconstitucional, es una norma muy compleja que traerá problemas en su aplicación. Ha sido difícil publicarla en el BOE... imagínate aplicarla", ironizan desde Génova. De hecho, el quipo de Feijóo "respeta" la decisión del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, de mantener la orden de detención a los encausados Carles Puigdemont, Toni Comín, Lluís Puig y Marta Rovira.

El recurso a la amnistía será el plato fuerte de los próximos meses contra un Gobierno "paralizado a la espera de las instrucciones que reciba del independentismo", tal y como lo describió este martes Feijóo ante la plana mayor de su partido: "¿Cuándo serán estas elecciones? No es algo que dependa de nosotros. Por más que creamos que a esta legislatura ya le están sobrando días, es una cuestión del independentismo. Serán las elecciones cuando el independentismo quiera. Va a mantener a Sánchez mientras le vaya resultado útil para sus intereses, pero ya, tras la publicación de la amnistía y visto lo visto en Cataluña ayer, cada vez el señor Sánchez le resulta más inútil al independentismo". De este modo, el líder aguarda a que sean los socios los que aparten su apoyo al presidente del Gobierno.

Minutos antes de que Feijóo exigiera una vez más elecciones anticipadas, lo hacían sus barones a la llegada a la sede donde iba a tener lugar el Comité Ejecutivo Nacional. Toda la baronía veía necesaria la convocatoria de elecciones, aunque la mayoría duda de que Sánchez vaya a adelantarlas, como hizo hace menos de un año. "No va a convocar, pero no podemos dejar de pedirlas", aseguraba un presidente autonómico tratando de explicar por qué el PP mantiene una ofensiva que da por perdida pudiendo así frustrar al electorado. 

En cambio, otro barón opinaba que Sánchez "le dará una pensada en verano" al adelanto electoral y solo contemplaría la posibilidad de jugarse la Moncloa en el caso de encontrar una buena salida en Europa, donde el secretario general del PSOE aun tiene que negociar los puestos tras las elecciones al Parlamento Europeo con el canciller alemán, Olaf Scholz. En esta línea, el líder del PP en País Vasco, Javier de Andrés, apuntó a otoño como "un buen momento" para celebrar las generales. Pese a todo, ningún presidente popular cree que sea un buen momento para presentar una moción de censura contra Sánchez aun ahondando en la crisis de los socios de Gobierno.