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IU y Más Madrid no se conforman con el paso a un lado de Díaz y exigen más control en la alianza Sumar tras el fracaso en las europeas

El líder de IU, Antonio Maíllo, en un acto de campaña de Sumar para las europeas.
EFE

A los aliados de Yolanda Díaz no les basta su anuncio de que dará un paso al lado y abandonará el liderazgo orgánico de Sumar, aunque de facto seguirá siendo quien tome las decisiones políticas en la coalición. Tanto IU como Más Madrid llevan desde el batacazo electoral del domingo pidiendo cambios urgentes en la alianza, y en las últimas horas han sido mucho más explícitos públicamente y han asegurado que, con el paso atrás de Díaz, los partidos que la apoyan (fundamentalmente ellos dos y Catalunya en Comú) deben tomar las riendas de la organización. O lo que es lo mismo: que la vicepresidenta y los suyos deben ceder el poder omnímodo que han intentado garantizarse a nivel interno en el espacio a cambio de poder seguir marcando la línea política.

Nadie pone en cuestión que Díaz debe seguir siendo la vicepresidenta segunda del Gobierno y la ministra de Trabajo, y tampoco que siga llevando la batuta de Sumar tanto en el Ejecutivo como en el Congreso de los Diputados. Las grandes discusiones dentro de la coalición nunca han sido por la estrategia o la línea política, sino por el modelo de organización. IU ha exigido desde el primer momento mucha mayor presencia y mayor peso en la toma de decisiones y en una dirección que Díaz se intentó arrogar para sí. Y Más Madrid lleva meses enfrentado a la vicepresidenta porque no comparte que deba existir una organización que integre a los partidos a la izquierda del PSOE, sino que apuesta únicamente por pactos entre ellos y una coordinación de sus hojas de ruta.

Esos dos modelos, el de IU y el de Más Madrid, no son iguales: la federación que lidera Antonio Maíllo quiere un Sumar fuerte, pero controlado por los partidos que lo integran, mientras los regionalistas madrileños apuestan una alianza de partidos mucho más voluble y menos compacta. Pero en lo que ambos coinciden es en que, con la salida de Díaz, se desmorona también el modelo que ha intentado imponer y que ambos rechazan: el de que las formaciones políticas estuvieran subsumidas en una organización que las englobaba a todas ellas y en la que las decisiones las tomaba la vicepresidenta, que se había asegurado por estatutos el control incluso aunque los partidos que la apoyan rechazaran algunos de sus movimientos.

"La concepción de Sumar como movimiento aglutinador de las organizaciones está superada", puesto que la organización estaba "identificada" con Díaz y la vicepresidenta ha renunciado a seguir al frente de la misma, dejó claro el lunes por la noche el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo. Y, en la misma línea, la dirección de Más Madrid envió este martes una carta a su militancia en la que asegura que "la apuesta por un rumbo sin las organizaciones políticas se ha demostrado fallida" y exigió a Sumar "dejar atrás las hipótesis que no funcionan y, con humildad y responsabilidad, comenzar una nueva etapa".

En ese comunicado a los militantes, Más Madrid llama expresamente "a la convocatoria de una Mesa de la Coalición: el espacio en el que los movimientos y las organizaciones políticas nos sentemos a debatir y definir" los próximos pasos que debe dar Sumar. Esa mesa debe celebrarse "desde la autonomía y la horizontalidad", es decir, sin que Movimiento Sumar (el partido de Yolanda Díaz) se intente situar por encima del resto, como ha hecho hasta ahora, señala la carta. Y la misma idea trasladó Maíllo el lunes por la noche: "Tenemos que hablar con todos los partidos, Más Madrid, Compromís, los comuns", e incluso "también con otras organizaciones como Podemos o el PSOE".

Sumar pide una reflexión "pausada"

Sumar, por su parte, parece asumir que el modelo soñado por Díaz, en el que ella retenía el poder y subyugaba a los partidos que la apoyan, ha hecho definitivamente aguas. Pero eso no significa que el entorno de la vicepresidenta vaya a asumir sin más que los partidos controlen la alianza sin abordar los problemas políticos que tiene. Este martes el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, aseguró que la reflexión en la que debe embarcarse ahora Sumar debe ser de "reorientación" de su estrategia política y ha de tener como objetivo entender por qué "la izquierda española y la izquierda en todo occidente" está en retroceso, y no centrarse tanto en cómo debe reestructurarse orgánicamente el espacio a la izquierda del PSOE.

"El proceso que se abre a partir de ahora va a ser con otro ritmo, pausado, de reflexión política. Los resultados no fueron buenos, y cuando pasa eso hay que estudiar por qué ha ocurrido, y no se corrige el rumbo en una semana, en ruedas de prensa o en entrevistas", aseguró Errejón, que sostuvo que en la "etapa" que se abre "las conversaciones, los diálogos y el intercambio de opiniones se tiene que hacer de forma fraternal". "Y eso no es con un micrófono delante", deslizó.

Tanto Errejón como otras fuentes de Sumar quisieron, además, quitar importancia a la reunión que mantendrá este jueves el Grupo Coordinador de la formación, su máximo órgano entre congresos. Inicialmente, Sumar anunció que allí se elegiría al nuevo coordinador de la alianza, pero fuentes del partido abren la puerta a que esa decisión se retrase aún unos días. Y, en cualquier caso, ese nuevo número uno de Sumar tendrá poco poder, puesto que la formación se encargó de insistir durante todo el martes en que no se ha abierto ningún "proceso sucesorio" de Díaz: quien sea elegido nuevo líder de Sumar será poco más que un encargado de dialogar con IU, Más Madrid y Catalunya en Comú en ese nuevo modelo en el que la vicepresidenta y los suyos serán un partido más dentro de la alianza.

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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