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Las consecuencias para la salud del divorcio sin fin entre Angelina Jolie y Brad Pitt

Angelina Jolie y Brad Pitt llegan a la ceremonia de la 69 edición de los Globos de Oro.
Paul Buck / EFE

La que fuera una de las parejas más famosas de Hollywood no lleva más tiempo inmersa en el enfrentamiento legal de su separación, que en lo que fue su propia relación, pero poco le falta.

Si bien para cualquier persona, un proceso de ruptura es una experiencia emocional con ‘efectos secundarios’, en el caso de Angelina Jolie y Brad Pitt, a cuya ecuación hay que añadir la presión mediática y su amplia familia, todavía más.

Que el divorcio siga interfiriendo en sus vidas (y qué consecuencias tiene para la salud) es algo que encuentra su explicación en la cronología de su historia.

El comienzo de su romance, orgánico y de película, no parecía indicar el conflictivo desenlace que terminarían teniendo, más bien al contrario.

Y es que cuando se conocieron en el rodaje de Sr. y Sra. Smith la química entre ellos sería tan explosiva que habría llegado a traspasar su interpretación laboral en la pantalla.

Es algo que la propia Jennifer Aniston llegó a comentar en alguna entrevista, porque si bien en 2004 todavía estaba casada con el actor mientras este rodaba la película de acción, ella era consciente de la ilusión que le producía estar con su compañera de reparto.

Para cuando el film se estrenó en los cines, el galán de Hollywood anunciaba su ruptura con la estrella de Friends y, tan solo unos meses más tarde, su romance con Angelina Jolie empezaba.

Brad Pitt y Angelina Jolie coprotagonizaron 'Sr. y Sra. Smith (2005).
20th Century Fox

Aquel triángulo amoroso alimentó a la prensa por la rapidez con la que Brad Pitt habría pasado página, pero también porque se formaron dos equipos (Team Jennifer y Team Angelina) haciendo que muchos de los fans especularan acerca de si había pasado algo entre los protagonistas de Sr. y Sra. Smith durante el rodaje.

El paso definitivo que consolidó a Brangelina, el nombre por el que se empezó a conocer a la pareja en la prensa, fue cuando Brad decidió adoptar al hijo de Angelina, Maddox (quien actualmente tiene 22 años).

La familia siguió creciendo con la adopción de Zahara (19 años en la actualidad), Pax (20 años) y el nacimiento de Shiloh (18), Knox y Vivienne (15 años), con quienes nos derretimos al ver su participación en el diseño del vestido de novia que llevó la actriz en su boda en 2014.

La idílica historia de amor tuvo su punto de inflexión con el incidente del avión en el año 2016, que llevó a Angelina a solicitar el divorcio (aunque su equipo legal declaró que el abuso físico habría empezado mucho antes).

Mediático y kilométrico: el divorcio más famoso

Aunque los desacuerdos en la custodia de sus seis hijos sería una de las principales razones por las que el proceso judicial se prolongaría, sus propiedades o negocios compartidos también marcarían los tiempos haciendo que cada detalle de su ruptura saltara a los medios.

Con una destitución del primer juez que se encargó de su caso incluída (quien además fue uno de los 20 asistentes del evento de su íntima boda), la batalla legal por la bodega francesa Château Miraval fue otro de los grandes desencuentros de la que fue la pareja más aclamada de la alfombra roja.

Según el equipo legal de la actriz, Brad Pitt no le habría puesto las cosas fáciles impidiendo que le vendiera su parte de la bodega si su exmujer no aceptaba las condiciones de confidencialidad y le proponía una oferta económica más generosa.

Además, en 2021 según el fallo del juez, el acuerdo de custodia iba a ser compartido, pero un mes después la decisión se desestimó y el proceso se reanudó desde cero.

Sin embargo, en 2022, Angelina dio un golpe simbólico sobre la mesa al vender la mitad de la bodega -sin aprobación del actor- a una compañía rusa de bebidas.

Angelina Jolie y sus seis hijos en la premiere de 'Eternals'.
Karwai Tang / Getty Images

Un divorcio millonario, complicado e interminable que, tras once años juntos y 8 años después continúa en pie de guerra, aunque pareciera que ya se ve la luz al final del túnel.

Que los mellizos Knox y Vivienne sean todavía menores de edad, podría ser la razón para continuar con el proceso, ya que la actriz no quería dejar de luchar por la custodia exclusiva.

La gran novedad es que en marzo el actor habría abandonado su lucha por la custodia compartida, así que este verano podríamos saber el final de esta batalla en los tribunales. 

Es decir, si antes los esfuerzos del equipo legal del actor iban dedicados a tener la mitad del tiempo a sus hijos, ahora sería Angelina quien conservaría la custodia física primaria y Brad tendría derechos de visita.

Cuando la ruptura afecta a la familia durante tanto tiempo, pueden darse también posicionamientos en favor de uno u otro progenitor, algo que también ha sucedido en esta ocasión.

Algunos de los hijos del matrimonio han ido posicionándose de manera indirecta al quitarse el apellido Pitt de su nombre (Vivienne, Zahara y Maddox ya no lo estaban utilizando). Y aunque Shiloh y Knox continuaban hablando con él, todo apunta a que las distancias han ido aumentando.

Sobre todo cuando, hace unos días, conocíamos que Shiloh, al cumplir los 18 años, realizó el proceso legal para quitarse definitivamente el apellido Pitt quedándose solo con Jolie. Una acción que dejaría clara su posición en el enfrentamiento de sus padres.

La salud mental en una separación

También la actitud de lucha es lo que siempre ha caracterizado a la actriz De Lara Croft: Tomb Rider, como comentaba hace unos días en una entrevista cuando le preguntaron qué consejo daría a personas que están atravesando momentos difíciles.

No lo evites, siente lo que tengas que sentir. Luego atraviésalo y sal por el otro extremo”, declaraba dejando claro que se niega a ahorrarse la confrontación.

Un divorcio -o una ruptura en general- es una experiencia emocional traumática para las personas que ven que su historia de amor ha llegado a su fin, como le está sucediendo a las estrellas de cine.

Pero de cara a pensar en la recuperación, las parejas que se rompen inesperadamente, como fue el caso de ellos tras el incidente del avión, tienen peor pronóstico, ya que cuesta confiar en nuevas oportunidades de relación de cara al futuro (aunque Brad se encontraría nuevamente ilusionado con Inés de Ramón, su pareja desde 2022).

Otro problema es que, de cara a atravesar las etapas, no es como una relación convencional que no viene precedida de un divorcio público de tanta duración. 

El episodio depresivo característico de esta ruptura no se ha resuelto todavía porque no hay manera de readaptarse a la nueva situación cuando llevan años inmersos en las idas y venidas de las resoluciones legales, declaraciones de su entorno cercano o comportamientos de sus hijos.

Los actores estadounidenses Brad Pitt y Angelina Jolie llegan hoy, domingo 26 de febrero de 2012, para la ceremonia de entrega de los premios Oscar en Hollywood.
Mike Nelson / EFE

Lo que ha pasado con la separación de Brangelina es que se ha prolongado y convertido en algo crónico en sus vidas. Sigue interfiriendo en su día a día, de una manera o de otra, y esto implica una fase de agotamiento que lleva a tener síntomas de hiperactividad como conductas desorganizadas, pensamientos obsesivos, ofuscación y confusión por la intensidad de las emociones, dificultad a la hora de pensar con claridad, se rechaza lo ocurrido…

Igualmente, pueden ir acompañados de otros síntomas físicos como nerviosismo, agitación, tensión muscular, aceleración cardiaca, irritabilidad o confusión mental (que son predominantes de ansiedad) a la incapacidad de disfrutar o la apatía (predominantes de depresión). Una serie de señales que mantendrían a la salud mental de los actores en vilo.

Con un poco de suerte, este verano tendrán una resolución final satisfactoria para ambos y podrán cerrar, de una vez por todas este capítulo, lo que les permitirá reorganizar sus nuevas vidas dejando este largo y doloroso proceso en el pasado.

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