Tite Navas, piragüista paralímpico: "Debería haber mayor visibilidad del deporte adaptado y no solo de los campeones"

Tite después de quedar segundo en la Copa de España de 500m.
Tite después de quedar segundo en la Copa de España de 500m.
Cedida por Integra CEE
Tite después de quedar segundo en la Copa de España de 500m.

“Se da menos importancia al deporte paralímpico de la que tiene”, dice Enrique Navas, más conocido como Tite. “A veces doy charlas y sé que hay gente a la que le cuesta salir a la calle porque vean cómo son. Yo cuando empecé en el piragüismo, de primeras necesitaba la ayuda de una persona para subir y bajar la piragua hasta que pude hacerlo yo. También hay gente a la que no le gusta pedir esa ayuda. Pero el deporte adaptado tiene más valor del que le dan las personas. El deporte de alto nivel es muy esclavo y muy duro. Debería haber una mayor visibilidad del deporte paralímpico y no solo de los campeones, sino de cualquier persona que haga un deporte adaptado”, defiende Tite. “Así habría más gente que se animaría a hacerlo, ser valoraría más y también iría más público a las competiciones. Se haría más viral, por así decirlo. Ahora preguntas a la gente y muchas personas no conocen a ningún deportista paralímpico”.

Tite me enseña con la rapidez con la que se pone y se quita su pierna ortopédica. Si fuera un zapato, tardaría más en ponérselo. Tiene 31 años y vive en Valladolid. Tiene hemimelia paraxial bilateral por la que le amputaron la pierna derecha, la de la prótesis. “Voy a todas partes caminando gracias a ella”, dice señalándola, “es mi aliada”. La pierna izquierda la tiene restaurada. “Son varias cosas: solo tengo tibia, me faltan cartílagos en la rodilla, el pie es más pequeño y está fijado a noventa grados”, explica. “Hago vida totalmente normal: vida en familia, en pareja, conducir, ir en bicicleta…”.

Lleva siete años haciendo piragüismo adaptado. Antes fue nadador. Estuvo en la piscina entre los 9 y los 26 años. Acumula hasta catorce títulos de campeón de España en natación. También tiene medallas internacionales en distintas competiciones. En aquellos tiempos como nadador “tuve mis becas y mis cosas, pero económicamente eran bajas y tenía que compaginarlo con un trabajo para tener un futuro en condiciones más allá del deporte”, cuenta. Después de tantos años en la piscina decidió cambiar de deporte porque la natación es muy esclava. “Para mejorar una décima hay que entrenar miles de horas. Durante diez años entrené solo con un entrenador y me acabó quemando mucho. No conseguí ir a olimpiadas, que como deportista siempre es tu máxima ilusión, y te vas frustrando”.

A Tite siempre le había llamado la atención el piragüismo y le gustaba mucho hacer deporte en contacto con la naturaleza. Quería cambiar de deporte y se animó. “Un día hice clic en la cabeza y dije se acabó. Dos años compaginé los dos deportes y el trabajo y era una reventada. Iba media hora a ver a la que ahora es mi mujer y me quedaba dormido. Estoy contento con el cambio, lo llego a saber y lo hubiera hecho antes”.

Tite lleva siete años siendo piragüista, antes fue nadador.
Tite lleva siete años siendo piragüista, antes fue nadador.
Cedida por Integra CEE

Aun así, Tite no reniega de la natación, al contrario. “He sacado mucho de ella, de lo que más me ha centrado y formado como persona. Pero ahora estoy en un equipo de Galicia: Breogán de O Grove (Pontevedra) y me gusta más el ambiente. Disfruto más que en la natación porque sentirte como uno más en un equipo con cinco campeones del mundo es gratificante y me ha hecho ver el deporte con otro punto de vista”.

Entrena solo en Valladolid, puesto que su equipo está en Galicia, pero acude siempre que puede a concentraciones y agradece que su entrenador Luis está siempre pendiente de él.

Ha sido bronce en el Campeonato del Mundo de Paracanoe y entrena actualmente para ir a París 2024, aunque reconoce que es muy complicado. “En España hay mucha rivalidad y es muy difícil. Aunque que haya esa rivalidad es lo mejor porque no te relajas”, explica. “Me es difícil estar al nivel de otros que tienen buenas becas y su vida es solo competir. Yo no tengo horas en el día. Trabajo siete horas y media, cinco días a la semana. Para entrenar intento sacar dos horas al día y el que puedo un poco más. Intento entrenar seis días a la semana. Constante soy, pero no como me gustaría para estar a ese nivel”.

La solución para Tite sería encontrar un patrocinador. “El ideal sería que el patrocinador venga y me diga a ver cuánto te sale un año laboral y te lo damos en dinero, pero es complicado llegar a ese nivel”. Por lo pronto Tite cuenta con patrocinadores a un nivel más pequeño a quienes está muy agradecido. Insiste varias veces para que no se me olvide ponerlos. De Logrospedia dice que es un apoyo incondicional, de Clínica Activa recibe apoyo en sesiones de fisioterapia y Ortopedia Valladolid le hizo el encaje para adaptar la pierna a la piragua.

Tite es una de las más de cinco mil personas con discapacidad que trabajan en Integra CEE, un centro especial de empleo. “Llevo nueve años en mi trabajo en el Centro de Alto Rendimiento Río Esgueva de Valladolid. Es un complejo deportivo, lo conocí porque viví allí con una beca. Trabajo donde iba a entrenar y a hacer gimnasio. Soy recepcionista, soy la primera persona con la que tienes contacto. Me encanta, estoy en un centro deportivo en contacto con deportistas y además creo que estoy valorado, que desempeño bien mi trabajo. Y algo muy importante, gracias a ellos puedo hacer deporte, los tengo también como patrocinadores. Me dan días para asistir a concentraciones e ir a campeonatos y eso no lo hace cualquier empresa. Tengo que agradecerles mucho, soy quien soy porque estas personas me lo permiten”.

Entrenar en el Pisuerga ha tenido consecuencias inesperadas. “Hay gente que se cae al río y otra que se tira”, explica. “He sacado ya a dos personas con vida y a una fallecida. Estás entrenando, la ves y la sacas sin pensar ni quién es. Las cosas no tienes que hacerlas para que te las agradezcan, a mí lo que me gusta es que esa persona esté bien”.

Para Tite el deporte es un estilo de vida, una forma de vivir. “Además es una vía de escape para cualquier tipo de situación mala. Tienes un día de agobio en el trabajo, vas a entrenar y desconectas un montón. Además a mí se me han abierto puertas laborales y personales gracias al deporte. También viajas, disfrutas, conoces personas y lugares en un ambiente sano. Todo lo que te puede transmitir es bueno, aunque también te vienen bajones a la cabeza por lesiones o por no lograr los objetivos que te has marcado. Mi mujer y mi hija de dos años y medio son mi motor principal. Vienen a todas mis competiciones, haga frío o calor, y mi perra”, dice con una sonrisa. “No te tienes que olvidar de tu entorno. Quiero enseñar a mi hija bici, piragüismo, a nadar y luego que ella elija lo que le haga feliz, quiero inculcarle el deporte. Mi mujer se ha aficionado bastante y me encanta porque a mí el deporte me ha hecho mucho bien”, concluye. 

Soy periodista social freelance, creadora del blog Grandes Minorías y ganadora de los Premios 20Blogs. En 20minutos, además de contar historias de personas que como sociedad solemos ignorar, a través de Grandes Minorías, informo sobre discapacidad en Capaces.

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