Las nuevas caras de la UE: Von der Leyen, Metsola, Costa y Kallas toman ventaja para ocupar los altos cargos

Roberta Metsola, Ursula von der Leyen, Antonio Costa y Kaja Kallas
Roberta Metsola, Ursula von der Leyen, Antonio Costa y Kaja Kallas
Carlos Gámez
Roberta Metsola, Ursula von der Leyen, Antonio Costa y Kaja Kallas

Uno de los mayores tópicos en torno a la Unión Europea es que toma decisiones con lentitud, aunque los últimos cinco años han servido para, en parte, desmontarlo. En lo que parece que también se van a dar prisa es en el nombramiento de los nuevos altos cargos para la legislatura que va a arrancar oficialmente el próximo 16 de julio, con la constitución del nuevo Parlamento Europeo, que celebrará el primer pleno del lustro en Estrasburgo. Las quinielas para los top jobs de la Unión quedan abiertas ahora a pocas sorpresas, en parte por el resultado de las elecciones, pero también porque los candidatos han cogido mucho impulso en los últimos meses. La primera prueba tiene lugar este lunes, con una cena informal del Consejo Europeo en Bruselas, aunque no saldrá nada de manera oficial hasta finales de junio.

Hay cuatro asientos en juego, dos casi al cien por cien asegurados para dos mujeres, los otros dos con favoritos pero todavía por amarrar. "Esta vez irá todo más rápido porque además todos quieren que la legislatura eche a andar y coja velocidad rápido, hay mucho trabajo por hacer", explican fuentes comunitarias consultadas por 20minutos. En la Comisión Europea hay un nombre, y solo un nombre: Ursula von der Leyen. Hay tres factores muy a su favor, que son el resultado de las elecciones europeas (189 escaños para el PPE), el triunfo de la CDU en Alemania y la falta de rivales, pues el nombre de Mario Draghi, otrora tanteado por Emmanuel Macron, se ha desinflado.

La dirigente alemana tiene que ser propuesta por el Consejo Europeo y parece tener amarrada la unanimidad a la espera de ver qué movimientos hace Giorgia Meloni, quien puede aspirar a contraprestaciones programáticas para 'permitirle' a Von der Leyen que mantenga el gran pacto centrista entre populares, socialdemócratas, liberales y verdes. Esta mayoría, además, es amplia en el Parlamento Europeo (más de 400 escaños) y la Eurocámara apuesta además porque al frente de la Comisión esté una 'candidata principal' (spitzenkandidat) y esa es Von der Leyen. Los números le salen a la hiperlideresa de la UE. "No manejamos otro escenario que no sea una continuidad suya", confirman las fuentes con lo evidente.

¿Cuál es el principal valor europeo que tenemos que defender?

Al frente del Parlamento Europeo, salvo sorpresa, seguirá Roberta Metsola. La maltesa, que también logró un gran respaldo en las elecciones, mantiene más la cautela pero no hay grandes oposiciones a que se mantenga al frente de la Eurocámara hasta completar el total de 5 años de mandato. Es decir, a mitad de legislatura tendrá que dar el relevo y ahí puede llegar el momento en el que los socialdemócratas insistan en la alternancia en el puesto, algo que lleva pasando históricamente. En ese punto podrían surgir nombres como el de la española Iratxe García, hasta ahora líder de S&D y que ahora podría tener que dejar paso a un italiano, pues el PD es el partido mayoritario del grupo.

El trabajo de Metsola está bien valorado por la inmensa mayoría de voces en la Eurocámara, y no es una opción ni mucho menos incómoda para otros grupos políticos: tanto los liberales como los socialdemócratas no están dispuestos a entrar en una batalla por mover de la silla a la maltesa, a quien valoran su reacción ante el Qatargate, su apuesta por impulsar el debate de la ampliación y su apoyo cerrado a Ucrania ante la invasión rusa.

Pendientes de inquilino están el Consejo Europeo y el cargo de Alto Representante. Para el primero ha tomado la delantera el ex primer ministro portugués Antonio Costa. El luso todavía no tiene cerrada la causa por la que tuvo que dimitir como primer ministro, pero ya está confirmado que su implicación fue nula. No solo está muy bien visto por sus colegas socialistas, sino que también cuenta con buena opinión entre sus oponentes. De hecho, el Gobierno portugués ahora liderado por el centroderecha ya le ha dado su apoyo si decide dar el paso. Costa, además, representaría la cuota de un país ibérico, que también es un factor a tener en cuenta.

Si la opción de Costa decayera surgiría con fuerza la de Enrico Letta. De hecho, numéricamente le lleva la delantera a Costa porque su partido, el PD (del que fue candidato en las últimas elecciones generales en Italia), es el mayoritario dentro de la familia socialdemócrata. Además, tiene buena sintonía con el segundo de a bordo, que es el PSOE. El ex primer ministro italiano tiene buen cartel en Bruselas y de hecho la Comisión Europea le encargó hace meses un informe sobre el estado del mercado único que fue muy bien acogido a todos los niveles. Además, los medios italianos aseguran que ni siquiera Giorgia Meloni vetaría su candidatura.

Todo apunta, por otro lado, a que la nueva jefa de la diplomacia europea será la ahora primera ministra estonia, Kaja Kallas. Aunque dar el salto a la UE implique dejar su posición de liderazgo nacional, tiene todas las de ganar. Este sería un espaldarazo a un país pequeño y, sobre todo, una buena noticia para los Bálticos en plena invasión rusa de Ucrania. Esa ventaja podría cambiar si Giorgia Meloni hace mucha presión a nivel de líderes, con ECR consolidándose: ahora, si Italia se queda con el Consejo Europeo esta puerta se cierra para Roma; Polonia y República Checa esperan un guiño que se ve algo más lejano.

Viendo ese panorama también hay que prestar atención a los matices, según fuentes consultadas por este medio. "Habrá mucha tela que cortar a nivel de vicepresidencias y carteras" de la nueva Comisión, con algunas de ellas incluso con más empaque que el encargo de jefe de la diplomacia europea, ahora en manos de Josep Borrell. Temas como la defensa o la industria, así como el mercado interior parecen ser más decisivos en la nueva legislatura que otros como economía o clima, aunque este último seguirá siendo una prioridad para la parte progresista del mapa ideológico.

No todo está en la superficie. "Habrá que tener cada vez más puesto el ojo sobre los altos cargos de las agencias importantes, que son puestos muy jugosos y también entran en el reparto político entre países", añaden las fuentes, en referencia por ejemplo a cargos del estilo de la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), en manos de Nadia Calviño. Los equilibrios, por lo tanto, se dan a dos bandas: entre familias políticas, pero también entre países.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento