ERC aplaza el congreso para decidir sobre su entrada al gobierno de Collboni en medio de un intenso debate acerca de su apoyo al PSC

El congreso de ERC Barcelona que tenía que decidir este jueves con una consulta en un congreso extraordinario, en el Orfeó Martinenc a las 19.00 horas, si el partido entra al gobierno de Jaume Collboni se ha aplazado hasta otro día, han indicado fuentes del partido. La afluencia de militantes ha desbordado las previsiones de la formación. "No se cabe", han afirmado las mismas fuentes a 20minutos.es. Sobre las 19.45 horas, con largas colas formadas para entrar, se ha acabado suspendiendo la cita. 

La sala era para unas 270 personas, mientras que los militantes del partido ascienden hasta aproximadamente un millar, y se ha llenado cuando todavía había cerca de un centenar de ellos en la calle esperando para poder entrar. Entre los asistentes estaban consellers como Ester Capella, Natàlia Garriga, Natàlia Mas o Joan Ignasi Elena, así como el exlíder en la ciudad Ernest Maragall. En un comunicado, el partido ha explicado que la comisión organizadora buscará un nuevo emplazamiento que garantice el derecho a la participación de la militancia y avisará de una nueva fecha "pronto".

Las bases de Barcelona estaban convocadas para decidir si avalaban el preacuerdo alcanzado este martes con el PSC para gobernar juntos en el Ayuntamiento, después de que, a mediados de febrero, cerraran un acuerdo para los Presupuestos de este año. Desde entonces, la Federación de ERC en la capital catalana ha trabajado en un pacto con el PSC para entrar en el gobierno de Collboni. Sin embargo, durante este tiempo se han visto obligados a frenar el proceso de validación hasta en dos ocasiones y, ahora, amenazaba una tercera por el intenso debate que se ha generado. La primera vez fue para no afectar a las negociaciones de las cuentas del Govern y, la segunda, por las elecciones de autonómicas de mayo y las europeas. En esta ocasión, se ha paralizado por un tema de aforo.

La consulta se suspende tras horas de tensión

La suspensión llega después de que en las últimas horas la tensión se acrecentara por las inquietudes mostradas por parte de la dirección nacional sobre la celebración de la consulta, por cómo esta podía afectar a las negociaciones para la investidura del futuro presidente de la Generalitat de Catalunya. También por las discusiones de las bases sobre si prevalecía el reglamento de las elecciones municipales de 2023 o el de la Federación de Barcelona aprobado en 2017.  

La portavoz de ERC, Raquel Sans, ha apuntado este jueves que la ejecutiva nacional podría tomar cartas en el asunto "desde el punto de vista reglamentario", a pesar de que este miércoles la presidenta de la Federación de ERC Barcelona, Eva Baró, reivindicara la "autonomía local" del partido y defendiera que la "última palabra" la tendría la militancia.

Aunque Sans no lo ha citado explícitamente, ha hecho referencia al reglamento del partido para las elecciones municipales de 2023, que reza que los pactos poselectorales en municipios de más de 10.000 habitantes "los deberá aprobar la ejecutiva comarcal, la ejecutiva regional y la ejecutiva nacional". Sin embargo, desde ERC Barcelona, defienden que el reglamento con el que funciona esta federación no señala esta posibilidad. Pese a ser anterior, desde la dirección en Barcelona consideran que su reglamento prevalece ante el de las elecciones municipales de 2023 del partido a nivel catalán.

La presidenta de la federación republicana barcelonesa, aseguró que los miembros del partido han estado informados en todo momento durante los últimos meses -en los que se ha forjado el acuerdo- de la evolución de las conversaciones entre los republicanos y los socialistas para tratar de llegar a un acuerdo en el Ayuntamiento. En este sentido, recalcó que el proceso interno ha sido "impecable".

Desde la sede autonómica de ERC en la calle Calabria de Barcelona, indicaron este miércoles que si la militancia barcelonesa apostaba por entrar en el gobierno de Collboni, sería muy difícil tumbar la decisión. No obstante, no cerraron la puerta a forzar al grupo municipal a, por ejemplo, posponer unos meses la entrada al ejecutivo del PSC, al menos hasta que se aclare el panorama a nivel catalán.

División en la ejecutiva nacional 

Según publica ACN, el ahora ya expresidente del partido, Oriol Junqueras, se ha mostrado partidario (internamente) de entrar en el gobierno de Collboni, si la militancia de la capital lo avala. Por otra parte, la secretaria general, Marta Rovira, se había expresado a favor de respetar la decisión de las bases, pero priorizando la sincronización de las agendas.

"Un acuerdo muy bueno"

Los republicanos no han confirmado las concejalías y distritos que asumirán si entran en el gobierno municipal. En opinión del portavoz adjunto y concejal del grupo municipal, Jordi Coronas, "los primeros que deben conocer las condiciones del acuerdo es la militancia". Sin embargo, según fuentes consultadas por 'El País', tendrán dos tenencias de alcaldía (una económica y otra de políticas sociales), que serán para Elisenda Alamany y Jordi Castellana, y tres distritos de los diez que hay en Barcelona.

Coronas afirmó que el acuerdo permitirá a su partido defender las "áreas prioritarias", como el turismo, derechos sociales o lengua catalana, y aseguró que "sin ERC no tendríamos las mismas soluciones y las mismas respuestas". El portavoz, por otro lado, desvinculó el pacto con el PSC en el Ayuntamiento de las negociaciones para la investidura de Salvador Illa.

También explicó algunas medidas, ya recogidas en el acuerdo para los presupuestos. Entre ellas está la transformación del Eix Besòs, la creación de una oficina de la lengua catalana con la figura de un comisionado o la construcción de 1.000 viviendas de carácter social cada año. Otras medidas son crear 11 Centros de Atención Primaria (CAP), proteger el comercio de proximidad y una nueva estrategia turística con un fondo de retorno turístico de 40 millones anuales.