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Paternidad y pareja: así es como Cristina Pedroche y Dabid Muñoz mantienen 'en forma' su unión

Cristina Pedroche junto a su pareja David Muñoz.
INSTAGRAM CRISTINA PEDROCHE

Desde que se casaron en pantalones vaqueros, nos quedó claro que la unión formada por Cristina Pedroche y Dabid Muñoz no se trataba de una pareja convencional.

Eso sin olvidar que su boda tenía lugar 10 meses después de conocerse, un ritmo acelerado en comparación a la media que, según un estudio de 2019 es de casi 5 años de relación antes de dar el paso.

Pero la historia entre ellos nunca ha entendido de convencionalismos. En diciembre de 2014, la presentadora y el chef se conocían por primera vez en el showroom de una marca deportiva y las chispas saltaron entre ellos.

Con el desparpajo del que hace gala en televisión, pudimos saber posteriormente que fue Cristina quien dio el primer paso y se acercó a hablar al chef. Una primera conversación que terminó con el intercambio de teléfonos de la química que surgió gracias, en parte, al sentido del humor que mostraron.

Su primera cita, contra todo pronóstico, no fue en el restaurante del chef (ni de ningún otro compañero de profesión con Estrella Michelín) sino para salir a correr. Y aunque la presentadora se puso enferma, ambos tenían claro que su romance iba a ser el definitivo.

Aunque sus primeros encuentros pasaron bastante desapercibidos, en 2015 las imágenes de los dos juntos salieron a la luz y se convirtieron en una de las parejas más seguidas del panorama nacional.

Sin embargo, incluso con lo mediáticos que son, su objetivo siempre ha sido el de mantener su vida personal al margen de la fama, única y exclusivamente para ellos.

Es algo que se reflejó la boda a modo de declaración de intenciones, porque en vez de optar por una celebración multitudinaria o cerrar exclusiva con alguna revista, se dieron el “Sí, quiero” en el salón de su casa, alejados de los focos, y con la presencia de sus padres.

Ni vestido de boda ni gran banquete nupcial, pantalones vaqueros y el collar de su abuela fue el complemento más especial de Cristina, quien, después de casarse fue a comer con sus padres y Dabid a trabajar a su restaurante.

Desde ese momento, la pareja ha seguido disfrutando de su matrimonio así como de sus hitos laborales entre los que se incluyen reconocimientos gastronómicos mundiales, proyectos televisivos y, por supuesto, las Campanadas, el desafío estilístico que la presentadora lleva superando durante una década.

El vestido de Cristina Pedroche para las Campanadas 2023-2024
Dirección creativa del estilismo: Jose. Fotografía: Jean Marc Manson. Vídeo - Liquid: @_liquidfilms. MUAH - Óscar Lozano y Carolina Moreno. Diseño y estilismo - Paula Ulargui

Con la llegada de su primera hija, Laia, en julio de 2023 -y casi 10 años después de empezar su historia de amor-, la pareja se enfrenta a nuevos desafíos y cambios. Otras celebridades, como Dulceida y Alba, se verán pronto en la misma situación de Cristina y Dabid, quienes han tenido que adaptar su rutina a las necesidades de la pequeña.

El tema de los horarios sería, según sus propias palabras, el que más le ha costado al chef, quien ha tenido que ver menguar sus horas de descanso. Terminando tarde en las cocinas, su horario hasta embarcarse en la paternidad era más nocturno que el de Cristina, sin embargo ahora estaría empezando el día temprano, como nunca antes, para hacerse cargo de su hija.

Para Cristina, esta nueva etapa de su vida habría venido acompañada de una serie de temores que no esperaba, lo que le ha servido de inspiración para escribir Gracias al miedo. Su libro comenzó como un diario en el que narraba los desafíos y pavores que iba sintiendo durante el embarazo.

Y es que el sueño de ser madre ha venido acompañado por un pensamiento recurrente para la estrella televisiva: la muerte. En el podcast de Vicky Martín Berrocal, Cristina confesaba que aquel lifestyle que le permitía acompañar a su marido a viajes de trabajo por el mundo, se va a ver ahora modificado porque no quiere separarse de su hija más de dos o tres horas.

Tan enamorados como el primer día después de 10 años de amor, y viviendo uno los momentos más dulces de su vida tras el nacimiento el pasado 14 de julio de su primera hija en común, Laia, Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz han aprovechado unos días de descanso para emprender un viaje en familia con su pequeña a Menorca.

Esto supondría todo un desafío para la relación de pareja, aunque como han comentado en numerosas ocasiones, lo que nunca les habría faltado sería el apoyo del otro pese a ser un momento complicado. De la misma manera que han estado ahí para su pareja cuando se trataba de haber alcanzado objetivos profesionales, ahora también estarían poniendo en práctica ese sostén, mostrando su cohesión en esta fase de sus vidas.

De hecho hubo un momento en el que la presentadora se sintió desbordada por la maternidad y empezó a acudir a la psicóloga de su marido, algo que le habría ayudado a con la nueva transición a la etapa en la que se encuentra.

Aunque Cristina le pide "paciencia" a su pareja, tiene claro que "él me va a esperar". Lo que le sucede a la estrella televisiva no es raro, las preocupaciones y posibles desencuentros sobre lo que implique a su pequeña son algo propio de la maternidad.

Se trata de una etapa vital más y no tiene por qué suponer un conflicto de mayores características, ya que comparten los intereses del bienestar de su hija.

Claves para ejercitar el amor 

Sin embargo, desde el punto de vista de la terapia de pareja, esta ocasión es perfecta para recurrir a una serie de buenos reconstituyentes o ejercicios que liman asperezas en las situaciones que pueden generar desencuentros o discusiones.

El primero de todos es la alegría, ver lo positivo en su relación, que sería algo que cumplen a rajatabla, ya que sus declaraciones siempre son un derroche de buenas palabras hacia la otra persona. Centrarse en el ahora, hacer de cada instante el mejor, también ayuda a esforzarse en que cada momento sea de gran calidad para ellos.

La amabilidad hacia la pareja, tener en cuenta los intereses, necesidades y preferencias del otro, es una manera de recordarse que la relación es algo que se ha escogido porque se quiere y que pondrían en práctica empatizando con los deseos ajenos. 

Y, por último, la aceptación. Aceptar el propio ser y el de la pareja, con sus limitaciones y virtudes, es también clave de cara a no dejar que las pequeñas cosas se enquisten en la relación. 

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