Sánchez y el Gobierno tratan de sofocar el malestar de sus barones y las comunidades del PP por la financiación singular a Cataluña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados.
Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados.

Al PSOE no dejan de declarársele incendios. Esta semana, muchos de sus barones y las comunidades lideradas por el PP se han puesto en pie de guerra ante las insinuaciones de que el Gobierno estaría más que dispuesto a aprobar una financiación especial para Cataluña, tal y como exigen los independentistas catalanes, que sostienen a Sánchez en Moncloa.

Este domingo, desde Ferraz se han intentado apagar esos fuegos. El presidente Sánchez ha ofrecido una entrevista en La Vanguardia en la que ha dicho que "es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña".

Además, en esas mismas declaraciones, Sánchez se ha deshecho en elogios para ERC, cuyos votos son imprescindibles en Madrid y a los que corteja para que Salvador Illa sea investido como president de la Generalitat.

Este domingo, ha sido el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, el que ha querido apaciguar los ánimos. López ha asegurado que Sánchez "va a buscar una financiación autonómica que sea suficiente para todas las comunidades autónomas".

El político vasco ha dicho que "las comunidades en nuestro país son las responsables de sostener los grandes servicios públicos y el estado de bienestar, la educación, la sanidad, buena parte de las políticas sociales, de las infraestructuras...".

"Lo que hay que hacer es negociar y conseguir una financiación autonómica suficiente para todo esto" y ha emplazado a otros partidos a que hagan una propuesta "en lugar de criticar permanentemente".

Enfado de PP... y PSOE

El enfado de las comunidades ha sido morrocotudo y el problema para el Gobierno es que también ha procedido del propio PSOE. Varias federaciones autonómicas del PSOE han exhibido públicamente su rechazo frontal a la posibilidad de una financiación especial para Cataluña. 

Manchegos y extremeños han sido algunos de los más beligerantes. Emiliano García-Page, presidente manchego, dijo que sería "un precio demasiado caro por mantener un puesto". "Solo faltaría que encima toda la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos", agregó.

El PSOE extremeño, por su parte, dice que no va a "permitir chantajes" por parte de "ninguna otra comunidad autónoma" y los hechos "singulares" no pueden "bajo ningún concepto suponer diferencias entre españoles".

La papeleta para los socialistas es complicada, porque los secesionistas de Esquerra no dudan en apretar. Fue su secretaria general, la fugada Marta Rovira, la que lanzó el órdago y advirtió que si Pedro Sánchez "no es capaz de mover ficha en la financiación singular" para Cataluña será "muy difícil que Esquerra pueda dar apoyo" a la investidura de Illa.

El propio Salvador Illa adoptó su perfil más catalanista para recoger el guante de los republicanos y dijo que el Gobierno quiere "dar respuesta a la singularidad de Cataluña" porque "no puede ser que Cataluña sea la tercera en aportar recursos y la decimocuarta en recibirlos",

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